Víctor Janeiro y El Cordobés cortan cinco orejas en un entretenido festival en Requejo
El gaditano corta dos apéndices al primer novillo de su lote, el mejor del festejo, mientras que Julio Benítez pasea tres de sus dos oponentes
Víctor Janeiro y Julio Benítez 'El Cordobés' salieron a hombros este domingo en Requejo después de un festival sin picadores entretenido para los asistentes.
La ... cita contó con un tercio de los tendidos cubierto, un aforo que acudió al coso pese al sofocante día y después de haber llenado las gradas en la suelta de vaquillas del viernes y en el gran prix del sábado. Un colofón a las fiestas que contaba con el aliciente de ver sobre la arena a dos toreros mediáticos, de estirpe famosa y cuya trayectoria actual se ciñe a festejos en localidades pequeñas. Enfrente tenían novillos de Astolfi, de origen Domecq vía Daniel Ruiz y Jandilla, y de Toros de Tierz, que pastan en Valladolid con procedencia Juan Pedro Domecq, Algarra y El Torreón.
Abrió plaza un novillo castaño con el hierro de Astolfi en el cuadril cuyo comportamiento estuvo marcado por la fijeza, la nobleza y movilidad. El eral se desplazó con franqueza ante un Janeiro que recibió por verónicas, quitó por chicuelinas y que en el último tercio aprovechó, sobre todo, el buen pitón derecho de su oponente. Sin apretar a la res, la faena tuvo pasajes templados por ambos lados y un remate en forma de estocada que le valió al diestro las dos orejas. Menos entregado y humillador y con cierta casta, el segundo de su lote, de la vacada vallisoletana, no permitió repetir faena al gaditano, que construyó un trasteo limpio, a media altura y con la virtud de no dejarse enganchar. El fallo estoque (la espada hizo guardia) dejó el trasteo con el premio de una ovación.
En un mano a mano, y más sin picadores, la chispa la tiene que poner la competencia, el toreo de capa de salida y los quites, una faceta en la que no se prodigó El Cordobés en su primero, un novillo de Tierz con una embestida más descompuesta con el que el matador fue de menos a más. Una estocada fulminante le valió garantizarse la salida a hombros.
Con el que cerró plaza el de Córdoba se fue de hinojos en la apertura de faena a un novillo de Astolfi que, como su hermano, embistió largo y noble por ambos pitones. Con ganas de agradar, Benítez se atropelló por momentos, aunque logró pasajes templados al natural que le valieron el cariño del respetable. Un final de faena de cercanías dio paso a una estocada casi entera y a la concesión de la última oreja de un entretenido festejo a la orilla del pantano.
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