Costas desatasca la retirada del dique de la ría de Oyambre, en trámites desde 2018
El Ministerio para la Transición Ecológica licita el proyecto para demoler la escollera que comunica la carretera CA-131 con la playa de La Rabia tras paralizarse los trabajos en un primer intento
La Dirección General de la Costa y el Mar, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha sacado a licitación el proyecto de demolición del ... dique de la ría del Capitán, ubicado en pleno parque natural de Oyambre (Valdáliga). La medida, más tardía que novedosa, trata de aportar una solución definitiva al problema que genera la plataforma intermareal que comunica la carretera CA-131 con la playa de La Rabia sobre el mar y que es erróneamente empleada por los bañistas para alcanzar el arenal en condiciones de bajamar -cuando sube la marea es cubierta por el agua-.
La eliminación de prácticamente la totalidad del dique es la alternativa definitiva por la que ha optado el Gobierno central tras el proyecto que el Instituto de Hidráulica Ambiental (IH) de la Universidad de Cantabria trató de implementar sin éxito en 2018 en connivencia con la Consejería de Ganadería y varias entidades públicas y privadas. Entonces, la iniciativa pasaba por dejar la plataforma reducida a un paso que permaneciese habilitado tan solo en condiciones de bajamar, pero el proyecto se quedó a medias y el montante de tierra horizontal ha continuado suponiendo un problema en medio del estuario marino. Primero, porque en torno a él se generan especies invasoras y, segundo, porque restringe el flujo del agua. A lo que habría que añadir el mal uso que realizan los bañistas del paso y su evidente peligrosidad. Otro aspecto, que resultará irremediable si se quieren realizar las obras pero que también preocupa, son las consecuencias de acceder al hábitat natural, de gran valor ecológico, con maquinaria pesada y su impacto en el ecosistema.
Con todo esto en contra, pero el mismo objetivo que hace siete años -compatibilizar la conservación del estuario con el uso del enclave que puedan hacer las personas-, proyecta ahora el Ministerio para la Transición Ecológica ejecutar la retirada definitiva del dique, excepto los últimos veinte metros, donde existe vegetación consolidada.
El plan ha salido a licitación por un importe de 167.328 euros y las empresas pueden presentar sus ofertas hasta el próximo 16 de diciembre. Para contrarrestar los posibles aspectos negativos, el presupuesto contempla una partida para eliminar las especies invasoras, restaurar el hábitat desde el punto de vista medioambiental mediante la aportación de tierra vegetal y la plantación de especies arbóreas o arbustivas autóctonas. El objetivo es devolver la zona a su estado original, lo que, en base a los estudios previos, permitirá que el agua pase libremente con independencia de si la marea está alta o baja. Una vez finalizada la obra, los bañistas dejarán de acceder a la playa de La Rabia por la plataforma y tendrán que dar un rodeo por el arenal de Oyambre. Un paseo más largo (pero con unas vistas increíbles) que contribuirá de forma importante a la conservación del medio natural.
La duna del parque natural de Oyambre se está regenerando. Al menos en esta dirección apuntan los expertos. Tal y como publicó El Diario Montañés en el verano de 2024, la vegetación incipiente ha empezado a crecer sobre el arenal tras dos décadas retrocediendo por efecto del cambio climático y de la acción humana.
Una dinámica que puede estar en juego como consecuencia de los proyectos futuros que se valoran implementar en el parque natural con la nueva Ley de Simplificación Administrativa del Gobierno de Cantabria, que permite la instalación de áreas destinadas a autocaravanas en pleno litoral, aunque se trate de paisaje protegido, como es el caso. Antes, eso sí, tendrá que obtener los permisos necesarios.
La Plataforma en defensa del Parque Natural habla de degración progresiva
Frente a la intención del Gobierno de Cantabria de permitir la instalación de áreas de autocaravanas en Oyambre, la Plataforma en Defensa del Parque Natural, formada por vecinos y ecologistas, defiende que el territorio viene sufriendo «una degradación progresiva por el abandono de los sucesivos y diferentes gobiernos». Tras cuarenta años de «lucha social», alegan, «el sistema dunar continúa abandonado y sin restaurar por la Administración del Estado».
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