La devoción de acompañar al Cristo

«Esta procesión es ya una seña de identidad para Comillas. Aporta un momento de recogimiento y respeto –es el único día de la semana de fiestas sin conciertos ni verbenas– en medio de una programación festiva muy intensa. Nos prepara emocional y espiritualmente para el gran día de la procesión marítima, en el que se mezcla la devoción con la celebración popular». Lo explicaba ayer tarde el concejal de Festejos del municipio, Pedro Velarde. Con detalles. Y es que un año más, se volvió a ver la estampa de la imagen portada en andas por vecinos y acompañada por el tradicional grupo de picayos y pandereteras de Comillas. También por la banda de cornetas y tambores Stella Maris, de Santander. A mitad de recorrido se realiza la tradicional parada en el cementerio, donde se rinde homenaje a todos los comillanos fallecidos. Un emotivo momento de recogimiento .

Lo último fue la llegada del Cristo a la lonja del puerto, donde permaneció toda la noche custodiado por los pescadores antes de volver a su lugar habitual tras la procesión marítima de esta tarde. Porque este es el día.

Comillas vive la jornada más intensa de la programación en honor al Cristo del Amparo. Es la tradición, la liturgia y, por supuesto, también, mucha juerga desde la primera hora de la mañana y hasta bien entrada la madrugada, que será larga.

Desde esta mañana de martes, las calles de Comillas respiran más ambiente de fiesta si cabe, porque, en realidad, llevan de celebración desde el multitudinario pregón con 'estriptis' incluido que protagonizó el célebre actor Antonio Resines el domingo.

La jornada comenzará oficialmente a mediodía, con el alegre pasacalles de la banda Unión Musical La Galerna, dirigida por Javier Defez, que partirá desde la Residencia de Mayores llevando la música a todas las calles de la villa. Una tradición que honra a los comillanos más veteranos y que marca el inicio del día grande de estas celebraciones.

A lo largo de la tarde, llegarán algunos de los actos más esperados. A las 19.00 horas, el puerto de la villa acogerá la tradicional procesión marítima. La imagen del Cristo del Amparo será embarcada desde el muelle para navegar en aguas del Cantábrico y recibir la solemne bendición en alta mar, un acto simbólico especialmente vinculado a la comunidad marinera de la villa.

Año tras año, este momento se convierte en uno de los más emocionantes para los participantes, y muchos no pueden evitar emocionarse cuando la imagen, acompañada por cánticos y oraciones, se aleja sobre las olas escoltada por los pesqueros rigurosamente engalanados para la ocasión.

Tras la procesión marítima, alrededor de las 20.00 horas tendrá lugar la subida del Cristo a la parroquia, de nuevo acompañado por los tradicionales picayos y pandereteras, así como por la propia Banda La Galerna. Esta subida marca el cierre del recorrido litúrgico y culminará con una misa solemne en la iglesia parroquial, donde se espera una gran afluencia de fieles y la presencia de las autoridades.

Pero la celebración no termina ahí. Cuando caiga la noche, llegará uno de los espectáculos más esperados por pequeños y mayores no solo de esta jornada, sino de todas las fiestas: a las 23.30 horas, el cielo de Comillas se iluminará con los fuegos artificiales a cargo de la prestigiosa pirotecnia Xaraiva, con lanzamiento desde el parque de La Estatua y la playa.

A partir de las 00.15 horas, el Corro de Campíos será escenario de la gran verbena popular, que, como todos los años, se prevé multitudinaria y estará amenizada por la reconocida orquesta La Mundial, encargada de poner ritmo y animación hasta que el cuerpo aguante. O hasta que llegue el miércoles (el día grande del Cristo del Amparo), porque esto prosigue y al programa aún le queda cuerda para rato.