La calle Ataúlfo Argenta de Santander vuelve a cerrarse al tráfico por un derrumbe del alcantarillado
El Ayuntamiento detectó el pasado viernes un derrumbe en el alcantarillado, entre los números 33 y 35, por lo que el equipo de gobierno del PP está estudiando las diferentes opciones para solucionar la incidencia «con la mayor rapidez posible»
La calle Ataúlfo Argenta está cerrada al tráfico desde el viernes pasado. Al principio, los vecinos pensaron que sería algo «puntual y rápido». Sin embargo, ... el tramo de la calle comprendido entre los números 33 y 35 -el que discurre entre Gándara y Lope de Vega- sigue clausurado y solo pueden acceder los vecinos. Esto así porque la semana pasada se detectó que en esa zona había un derrumbe en la galería de alcantarillado. Durante la mañana del viernes, el Ayuntamiento de Santander decidió, como medida preventiva, el cierre de la calle y el corte del tráfico. Entonces, se realizó una evaluación desde el interior del tramo de bóveda afectada y ahora el equipo de gobierno del PP está estudiando las diferentes opciones para solucionar la incidencia «con la mayor rapidez posible». Sin embargo, no pueden detallar la fecha de apertura. Igualmente, piden disculpas de antemano «por las molestias que se puedan generar a los ciudadanos».
Hay que recordar que en abril de 2024, esta misma calle también se cerró al tráfico durante un mes por una «avería sobrevenida». Al igual que en esta ocasión, Aqualia trabajó en la zona parar reparar la galería del interceptor de aguas pluviales. Entonces, desde el Ayuntamiento explicaron que la causa de la incidencia era el «deterioro de los materiales de unas estructuras construidas hace más de cien años, así como del desgaste ocasionado por el tránsito del tráfico rodado que soporta la vía». Esto provocó el hundimiento de la calzada en ese tramo. Fuentes municipales aclararon que esa avería se encontraba en el mismo tramo que la que se detectó en noviembre de hace dos años, cuando se ejecutaron unas obras para reforzar las estructuras de aguas residuales. Una situación que también obligó al Ayuntamiento a cerrar la calle para renovar una parte de la red de saneamiento, «optimizando así la recogida de aguas residuales de las calles de la zona».
Desde el equipo de gobierno detectaron la necesidad de abordar esa renovación al apreciar un ligero hundimiento en la calzada. Por eso procedieron al hormigonado del tramo, retrasando la actuación en profundidad hasta después del verano de hace dos años. A juicio del equipo de gobierno del PP era una intervención necesaria y más si se tiene en cuenta que no era la primera vez que se producía una incidencia en la zona. De hecho, en 2013 hubo un hundimiento en la propia calle Ataúlfo Argenta. Al año siguiente ocurrió también en López Dóriga, cuando el suelo cedió al paso de un camión de la basura que hubo que sacar del socavón con una grúa.
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