Los comerciantes de la calle San Francisco creen que «es un mal momento» para iniciar las obras

Que la calle se arregle es una buena noticia. Todos coinciden en ello. Pero no ahora, con el buen tiempo a la vuelta de la esquina. Las intervenciones están a punto de salir a licitación, por lo que no tardarán en arrancar. Con un plazo de ocho meses, se alargarán durante todo el verano y, si hubiera algún atraso, podrían afectar también a las fiestas navideñas. «Eso nos remataría», lamenta Ana Pico, de Regalos Pico. «Esta época, por ejemplo, sería perfecta para que las obras ya estuvieran en marcha porque es temporada baja y viene muy poca gente», afirma la comerciante, quien pide más limpieza para la calle y nuevo mobiliario, pues los bancos y las papeleras están estropeados tras décadas de uso.

El sentir es similar en el resto de la vía. Jesús García, de Las cosas de San Francisco, coincide en que las obras «hacen falta», pero teme que afecten a las ventas hasta tal punto que puedan poner en peligro la subsistencia de los negocios. «Nos han asegurado que las harán por tramos para entorpecer la actividad lo menos posible; esperamos que sea así». Lourdes Güezmes, de Perfumería Güezmes, es más contundente: «Nos viene muy mal, no es el momento. El descontento es grande. Y más que el descontento, el miedo. Esto nos va a afectar después de meses muy duros, pero nos achicharran a impuestos como siempre», lamenta.

Trata de mostrarse más optimista Lola Rodríguez, de Perfumerías Villafranca. «Desde el Ayuntamiento nos han explicado que lo harán por tramos. Así que en vez de afectarnos ocho meses, nos afectará diez semanas por cada manzana de la calle. Lo idóneo es que se pudiera hacer la obra más rápido, con más turnos, para que no nos perjudique en las temporadas altas de venta», reflexiona.

Estos trabajos contarán con una inversión municipal de 1,4 millones de euros y consistirán en renovar la pavimentación, el mobiliario urbano y los servicios existentes. El objetivo es optimizar la movilidad peatonal, la imagen visual y la seguridad de la zona contribuyendo a dinamizar la actividad de los establecimientos. El ámbito de actuación incluirá los tres tramos de la calle, entre la plaza del Ayuntamiento y la Porticada, en los que se colocarán nuevas baldosas de granito de color blanco cristal «que otorgarán más luminosidad a un vial que dispone de poca luz natural», apunta el concejal de Fomento, César Díaz.

Además, en el centro de cada tramo de la calle se instalará un banco de hormigón blanco y madera, con farolas a ambos lados, y en los límites con las calles adyacentes se colocarán jardineras, al igual que entre los bancos, con sistema de riego.