Ver fotos
«Destrozos» de playa en playa
Los últimos temporales se han llevado aún más arena y el Ayuntamiento exige rellenos y reparaciones a Costas
No sólo falta arena. Los últimos temporales han causado destrozos en pasarelas y accesos a las playas y han arrancado duchas y lava pies. La ... Primera y la Segunda del Sardinero son las menos afectadas y, aparte de la necesidad de rellenos, no registran muchos más daños. Peligros y La Magdalena se llevan la peor parte. Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, no parece que las soluciones vayan a llegar a tiempo. Desde el Ayuntamiento de Santander, la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, lamenta la falta de actuaciones por parte de Demarcación de Costas y reconoce que las playas están «destrozadas».
Este año, en principio, no habrá turistas en Semana Santa, pero los vecinos de la ciudad y del resto de Cantabria sí se encontrarán con deficiencias en las playas. «Es triste decirlo, pero estamos acostumbrados, llevamos años así», explica Fernando González, quien pasea habitualmente por El Sardinero. «Donde más se nota el efecto de los temporales es en Peligros, pero aquí también se aprecia que hay menos arena que otros años, especialmente en la zona más cercana al paseo marítimo», apunta mientras señala unas duchas cuya base sobresale sobre la arena. «El edificio del Buenas Noches Santander, que yo recuerde, no estaba a tanta distancia sobre la playa, se nota que ese espacio está necesitado de relleno», observa Luisa Aguado, otra vecina de la zona.
Aunque los fuertes temporales de viento que se sucedieron a principios de este año quedaron atrás y dieron paso a días tranquilos en la costa, su huella sigue presente en todos los arenales santanderinos. Y Peligros y La Magdalena son los que reúnen más pruebas. El antiguo muelle ubicado en Peligros resurgió en 2018 tras más de 45 años enterrado. Ha sido visible desde entonces y cada año va a más. También llama la atención la pasarela de madera que recorría esta playa y del que actualmente quedan poco más que astillas. Además de facilitar el camino a pie por la arena, lo utilizaban los ciclistas pero ahora está intransitable. También el acceso desde Reina Victoria, con unas escaleras que terminan en una pasarela de piedra, está partido en su tramo final, justo en los últimos metros que lo unen con la arena. Esto complica tanto la entrada a la playa desde este punto que algunos paseantes dan toda la vuelta por la calle de arriba para acceder por la entrada donde descansan los restos del segundo espigón.
Además de la falta de arena, hay desperfectos en pasarelas, escaleras, accesos y duchas. La más afectada es Peligros
Rojo es contundente: «Esto no es de ahora. Hace años que no hay rellenos y ahora se suman otros problemas. Desde Costas no hacen absolutamente nada, preguntamos y no contestan. Y lo peor no es que no nos atiendan a nosotros como Ayuntamiento, si no a todos los santanderinos que quieren recuperar sus maravillosas playas». La concejala recuerda que su responsabilidad en cuanto a los arenales es garantizar su mantenimiento y su limpieza, pero es Costas quien debe encargarse de reparar los desperfectos y asegurar la cantidad de arena. Cuanto más se retrasa la llegada de los rellenos, más número de ellos hacen falta para recuperar los arenales.
La Concejalía tampoco podría poner remedio aunque quisiera. El año pasado, el Ayuntamiento fue multado por recolocar arena en el acceso de la Segunda del Sardinero más cercano al hotel Chiqui. «Lo hicimos porque no se podía entrar por allí y había acumulación de arena en otra parte, pero no podemos hacerlo más porque nos sancionan».
El argayo de Reina Victoria
Una de las pocas actuaciones que sí dependen del Ayuntamiento es la reparación del argayo que se produjo en diciembre de 2020 en el talud entre la playa y Reina Victoria. Las obras ya están prácticamente terminadas, aunque la zona más cercana sigue acordonada para evitar que la gente se acerque más de la cuenta y pueda ponerse en peligro. Entre la ausencia de la pasarela de madera, las vallas y los restos del segundo espigón, un paseo por Peligros se convierte en una carrera de obstáculos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión