Detenido el hijo de la alcaldesa del PP de Santa Cruz de Bezana por el ataque a la sede del PSOE cántabro en abril

Desde que saltó la noticia, la regidora tardó solo unos minutos en enviar a los medios de comunicación una nota en la que mostró su «profundo dolor» por lo ocurrido, pero en la que también descartó dejar su cargo en el Consistorio al considerar que estos hechos que rechazó de todas las formas posibles no tienen ninguna relación con su afiliación política ni con su actividad política al frente del Consistorio. Sí los vinculó con el clima de polarización política que se vive en España y lamentó que haya formaciones que desde el primer momento hayan intentado sacar partido de este episodio. No lo dijo, aunque aparentemente se refería a los propios socialistas.

Socialistas que, en cambio, prefirieron centrar todas las responsabilidades en el presunto atacante, un joven de 23 años que, según la investigación policial, actuó junto a una segunda persona, también detenida. Su líder y delegado del Gobierno, Pedro Casares, no solo no solicitó la dimisión de la alcaldesa, sino que mostró su solidaridad con la regidora. «No voy a ser yo quien haga ni juicios paralelos ni utilización política», afirmó el socialista, que sí considera que este tipo de acontecimientos tienen que servir para que cambien algunas cosas en la política regional y nacional.

Si Pérez enmarcó estos hechos dentro de la escalada de violencia «fruto» de la polarización política, Casares le reclamó que sea coherente y rompa el pacto de Gobierno que firmó con Vox para convertirse en alcaldesa de Santa Cruz de Bezana. Que expulse de su equipo a quienes, según el secretario general del PSOE, son los máximos responsables de esa polarización. Y en paralelo, reclamó a todo el PP que condene públicamente los ataques a las sedes socialistas.

Mientras la noticia se debatía en las tertulias políticas de la mañana televisiva de todo el país, la actitud de los partidos en Cantabria fue mucho más comedida. Los socialistas no hicieron valoraciones hasta la comparecencia de Casares, que tuvo lugar a las 16.00 horas en la sede de la Delegación del Gobierno, ni el PP hizo pronunciamientos públicos. Ni públicos, ni privados, porque el líder del PSOE sí que echó en falta una llamada de la propia Pérez o de la jefa del Ejecutivo de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que no se pronunció. En cualquier caso, la postura de la presidenta popular respalda la idea de la alcaldesa de Santa Cruz de Bezana de seguir al frente del Ayuntamiento. Sí que hubo reacción del PSOE a nivel nacional. En concreto, a través de su perfil en la red social X, donde el partido se cuestionó: «¿Es por esto por lo que el PP no condena los ataques que recibimos, y no apoya nuestra moción contra la violencia política en España?».

En el salón de plenos del Consistorio de Santa Cruz de Bezana fue donde compareció la regidora, que en una declaración de cerca de ocho minutos no aceptó preguntas. Lo hizo en los mismos términos que en el escrito que unas horas antes envió a los medios. Afirmó que la detención le pilló por sorpresa, que nunca habría pensado que nadie de su familia podría algún día protagonizar un episodio como este y que el asunto aún está por juzgarse, aunque eso no quiere decir que pusiera en duda que las pesquisas de los investigadores que han concluido con estas dos detenciones no sean correctas. Y también destacó que el joven –no está afiliado al PP–, de 23 años, está independizado y vive en Galicia. No ha trascendido la identidad del otro implicado, pero tanto el delegado del Gobierno como la Policía Nacional confirman que las dos detenciones se produjeron en Cantabria y Ourense.

A la espera de que concluya la investigación, que por ahora se encuentra bajo secreto de sumario, Casares tampoco quiso dar más detalles sobre los pasos que han llevado a la pista de estos dos individuos. Desde luego, las cámaras de seguridad de la propia sede del PSOE parece que no fueron de mucha ayuda. Miembros de la dirección confirmaron en mayo a El Diario Montañés que del visionado de las imágenes no se desprendía ningún dato que «permita identificar al sospechoso». «Solo se ve un manchón, un borrón de alguien que sale y después un destello», señalaron entonces, al tiempo que pidieron calma y dejar a la Policía Nacional avanzar con la investigación.

Este ataque no es el único que ha recibido la sede del PSOE este año. Apenas dos meses después de que se lanzasen explosivos, el local amaneció con pintadas donde se leía «mafia» y «H. D. P».