La antesala en Santander de los Miura

A las seis menos cuarto, en los aledaños de la plaza de toros de Cuatro Caminos, se ha notado algo. En el ambiente, en las conversaciones, en las ganas... Han sido los minutos previos a los 'Miura' y eso se palpa. Los toros con un nombre más aterrador convocaron a más público que otros días. Tarde de expectativas.

Muchos han ido con prisa, buscando y gritando nombres de personas que les acompañaban, en algunos casos familiares de sangre o de esos que no lo son pero casi como si lo fueran. Otros se han quedado a la sombra hablando y pasando el rato hasta que llegó la hora de entrar. Vino gente de Extremadura, San Sebastián y de otros lugares del mapa nacional. «Yo vengo desde San Fernando. Me gusta mucho este tipo de ambiente ya que siempre está la gente contenta. Eso es bueno», ha contado Miguel Romero, con ansias de ver a los toreros del día. Todo, mientras pasaba bien cerca la pareja de policías a caballo (que es otra estampa típica del verano).

Los porteros revisaban las entradas de las personas ansiosas por ver el espectáculo. Y por darse un respiro sentados en su sitio. Porque el calor ha apretado. De lo lindo. «Hasta ahora, el día que más». Conversaciones de corrillo. Por eso, el gran objetivo de la tarde antes de la corrida para todos los que se han acercado a Cuatro Caminos fue encontrar un sitio a la sombra. Y allí, ya bien situado, esgrimir sus abanicos como arma contra el sol.

Ya sombra y con terraza es un lujo. Los bares han estado hasta arriba en esos minutos previos al festejo. Y, como siempre, para darle color a la cuesta, las camisetas de las peñas de la ciudad. Hablando de colores, los de los puestos de venta que hay en torno al coso. Principalmente, rojo y amarillo. Claro.

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