Las obras del edificio Kuo, concluidas a falta de transformar el bajo comercial en un supermercado

Estas obras, realizadas a cargo del propietario, el grupo Sardinero, han transformado algo más de 4.200 metros cuadrados. En la planta baja, además del portal, se ubicará un supermercado que también ocupará la mitad de la primera planta. Es lo único que queda por acondicionar, ya que esas intervenciones no dependen de la propiedad, sino de la empresa que abrirá ahí su local. El resto ya está terminado y, en la primera planta, habrá también cuatro despachos de oficina que se destinarán a alquiler.

El resto de las alturas albergan 28 pisos y apartamentos de alquiler de tamaño variado, que cuentan con entre uno y cuatro dormitorios y entre los que hay dúplex y pisos altos con terraza-balcón formados por los retranqueos de las últimas plantas. La fachada, completamente renovada, ha respetado los cuerpos salientes del edificio original. Las ventanas se han agrandado con el objetivo de que las estancias ganen luz natural. La recuperación del edificio, conocido popularmente como Kuo mientras fue centro comercial y como QO cuando albergó oficinas, ha contado con una inversión privada que ronda los 5,5 millones de euros. La rehabilitación completa de este edificio de hormigón, de casi 90 años de antigüedad, además de enfocarse en la nueva redistribución interior y en la renovación de la fachada, también se ha centrado en el refuerzo completo de la estructura.

La mitad de la calle ha estado ocupada por las vallas y el andamiaje durante los dos años que se han prolongado las obras, lo que ha dificultado el paso de los peatones ya que la otra mitad de la vía ha estado ocupada por terrazas. Con las intervenciones prácticamente terminadas, las vallas pudieron retirarse el miércoles, justo para el arranque de la Semana Santa, lo que ha permitido liberar la calle de cara a la llegada del grueso del turismo.

El edificio de Miguel Artigas 2 y 4 fue construido en los años 40 del pasado siglo por Jaime Ribalaygua, siguiendo el proyecto del arquitecto Ramiro Saiz. Estuvo proyectado inicialmente como una construcción simétrica con dos portales pero, en 1942, después de concedida la licencia, el promotor decidió afrontar una de las mitades para dedicarla a exposición de muebles y otros artículos industriales. De modo que, desde el comienzo de su vida, el edificio tuvo dos partes diferenciadas de uso y reparto. La mitad situada más al este estuvo siempre dedicada a viviendas mientras que la mitad oeste se dedicó a mueblería (1942), a centro comercial (1988) y más recientemente a oficinas (2000).