El Puerto acelerará la liberación de espacios al trasladar para 2022 la terminal de ferris
El acuerdo con Brittany Ferries, que dentro de dos años operará ya con barcos más grandes, obliga a redefinir los usos del espacio portuario en pleno centro de la ciudad
Brittany Ferries (BF) está obligando al Puerto de Santander a acelerar la transformación de los espacios portuarios en el centro de la ciudad: dado que ... la naviera bretona demanda una nueva estación marítima propia para 2022, la Autoridad Portuaria de Santander (APS) está redefiniendo qué zonas destinará a otros usos y qué otras liberará para la capital. Según explicó Jaime González (presidente de la institución) habrá dos consecuencias inmediatas al cambiar el uso de la actual Estación Marítima: ésta se convertirá en terminal exclusiva de cruceros, lo que significa que no tendrá alrededor tráfico de vehículos ni todos los servicios que conllevan (de Aduanas, Polícia etc.) Esta instalación quedará mucho integrada en la ciudad y se podrá reurbanización todo el entorno para seguir con el paseo marítimo que arranca en Gamazo. Además, se anulará la valla protectora actual .
González no quiso descender al detalle de cuánto espacio puede ganar Santander con esta operación, pero señaló que la APS tendrá que haber calculado para finales de este año o principios de 2020 las necesidades de Brittany Ferries y, entonces, se dará a conocer el proyecto completo. La empresa que cubre líneas regulares de transporte de viajeros y mercancías entre Santander y varias ciudades del Reino Unido «apremia» ya al Puerto por la hoja de ruta consensuada para levantar su nueva terminal. Ésta tendrá que hacerse en dos años y conlleva numerosos ajustes en los terrenos gestionados por la institución.
Hace tiempo que BF comunicó que necesita más espacio en el litoral cántabro porque empezará a operar con buques más grandes. Así, su zona de atraque tendrá que ser el doble (más o menos) que la Estación Marítima que dejará de utilizar y, en ocasiones, coincidirán dos barcos (lo que supone terreno extra). También necesitará una suminsitradora de Gas Natural Licuado, en la que ya se está trabajando. Esta importante remodelación en una zona alrededor de la sede de la Autoridad Portuaria, «obligará a simultanear» otra serie de actuaciones, incluso en Varadero. Por ejemplo, en un par de años se habrá extendido significativamente el paseo marítimo que arranca en Gamazo y solo quedaría por decidir qué hacer en el tramo entre la iglesia del Pesquero y la Biblioteca Central.
El primer nuevo buque de mayor dimensión de Brittany, de nombre 'Santoña', llegará en 2022, de modo que los plazos ya han empezado a correr hacia atrás. Está por cerrar el plan definitivo, aunque ya se sabe que el edificio actual de la Autoridad Portuaria y sus aledaños desaparecerán. De momento, no hay decisión sólida sobre su destino: la mitad del personal administrativo de la APS trabaja en el inmueble de Sotoliva y González se mostró partidario de que el futuro de la institución esté en Varadero. Cree que le daría «una nueva vida», pero «es algo a estudiar», remarcó.
Según sus datos, está asimismo en el aire qué pasará con Sanidad Exterior y la Capitanía Marítima si bien a priori «no está previsto que desaparezcan». Las que sí desaparecerán serán varias naves industriales del muelle de Maliaño porque la nueva terminal de ferris se ubicará en los diques del 1 al 4 y, en las inmediaciones, habrá que organizar zonas de controles aduaneros e inspecciones. Para entonces, se supone que el 'Brexit' ya se estará aplicando y los británicos ya no serán ciudadanos de la Unión Europea.
Jaime González dio estas pinceladas del trabajo interno que está haciendo el Puerto tras haberse entrevistado con la alcadesa de Santander, Gema Igual, con quien repasó los proyectos conjuntos de transformación del Frente Marítimo que están por aterrizarse desde la anterior legislatura. La alcaldesa aprovechó para trasladarle los proyectos que el PP presentó en campaña electoral y que empezarán a ser estudiados en la Mesa de Trabajo Puerto-Ayuntamiento y, en su caso, se desarrollarán por medio de convenios. Así se ha venido haciendo en los numerosos espacios que Santander ha ido recuperando para la ciudad, que suman ya 75.000 metros cuadrados, recordó Gema Igual.
Paseo marítimo y malecón
Entre los bocetos supervisados están la ampliación del paseo marítimo desde Gamazo hasta la playa de Los Peligros y la transformación de la dársena de Molnedo en un malecón abierto al público. El desarrollo del paseo marítimo hasta el citado arenal supondría una inversión de 2,5 millones. Allí está previsto eliminar el tráfico en la calle más cercana a la costa, de modo que solo podría circularse por el vial Seve Ballesteros que lleva al Museo Marítimo del Cantábrico y al Club de Tiro.
También hablaron del futuro uso del malecón de Puertochico que ahora está infrautilizado para la ciudad, en el cual el Ayuntamiento propuso una inversión aproximada de 1,5 millones, con lo que se convertiría en otro espacio verde en un lugar muy céntrico. Como se recordará, el municipio pretende colocar en este punto un bisonte creado por Okuda en la idea de que se convierta en un nuevo icono para Santander.
Igual reseñó que todos los planes presentados por su partido en campaña electoral que tendrían que contar con el Puerto como cooperador necesario, (además de los dos citados, está la creación de un aparcamiento disuarios junto a La Marga en terrenos portuarios) se lanzaron «desde el respeto» y desde el conocimiento de que las propuestas «nunca pueden perjudicar el desarrollo de su negocio».
Ambos van al alimón, ya que González prometió que la APS estudiará la viabilidad de estas sugerencias siempre que su ejecución no interfiera con el funcionamiento de las actividades naturales del recinto. Según abundó, en algunos de ellos «ha habido incluso coincidencias con propuestas que la APS planteó al Ayuntamiento en la legislatura pasada». Los proyectos –dijo– se analizarán «en el marco de la reordenación de actividades» que tiene que ultimar la APS de cara a la creación de la nueva terminal de Brittany Ferries, que «es el eje que mueve todo ese proceso».
Las tres naves se desalojarán en mayo y podrían caer en junio
El Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria trabajan con la previsión de que para junio de 2020 podrá empezarse el derribo de las tres naves de la calle Antonio López conocidas como 'los tinglados'. Estos edificios han acogido hasta ahora los talleres de la infraestructura portuaria, que van a ser trasladados a la calle Río Miera, a otros que se están acondicionando. El presidente del Puerto, Jaime González, confía en que podrá traspasar al municipio los tinglados ya desalojados en mayo. Su destino es la piqueta: el Consistorio los derribará porque el plan es dejar libre todo el espacio que ocupan y hacer un parque público y la continuación del paseo marítimo.
La intervención ha sido anunciada en varias ocasiones, pero distintos problemas han impedido que se ejecutara. En octubre pasado, ambas instituciones firmaron el convenio de cesión y, desde entonces, el Ayuntamiento está a la espera de que se desocupen las edificicaciones para echarlas abajo, ya que hacen de barrera entre la calle, el espacio portuario y el mar. Conseguir este espacio libre es una vieja aspiración de los vecinos de Castilla-Hermida y, en especial, de los más cercanos a esta parte del barrio: llevan al menos siete años oyendo hablar de esta reforma.
El plan de actuación está redactado y ha sido aprobado por la Junta de Gobierno Local, que tiene un presupuesto de 1,7 millones de euros. La idea es mejorar la calidad ambiental y urbanística del entorno, la accesibilidad y la seguridad, para lo cual está previsto acondicionar y pavimentar el nuevo ancho completo de la calle Antonio López y ampliar las aceras. Se aumentará la masa verde con la plantación de un centenar de árboles y se introducirán elementos de calmado del tráfico con zonas adoquinadas en los extremos, también en la parte cercana a la Biblioteca Central. Además, se separarán las áreas de circulación de vehículos y las de bicicletas.
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