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La imagen es de ayer pasadas las doce y media. La cola de vehículos llegaba hasta Cuatro Caminos. Antonio 'Sane'
A la turborrotonda se le atraganta Cuatro Caminos

A la turborrotonda se le atraganta Cuatro Caminos

El Ayuntamiento reconoce que el carril descendente por Sainz de la Maza «es en el que más está costando» conseguir fluidez, pero cree que se resolverá con el paso de los días

Álvaro Machín

Santander

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Jueves, 26 de abril 2018, 12:53

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La foto que ilustra esta página es de ayer a las 12.32 horas. El carril ascendente por Jerónimo Sainz de la Maza está básicamente despejado. En el otro, el que desciende hasta la turborrotonda, la cola de vehículos ocupa todo el largo de la calle. Desde Cuatro Caminos hasta el punto en el que uno tiene que incorporarse a la glorieta. «Hemos tardado unos quince minutos», comentaba a este periódico un usuario del autobús respecto al tiempo para completar el tramo poco antes. De las 12.10 a las 12.25 horas. Es el punto que, por ahora, se le atraganta a la nueva turborrotonda. El resto de carriles sí van fluidos. Pero, ahí, la cosa se ralentiza. El Ayuntamiento admite que es el vial con más densidad de tráfico y que «tal vez esté costando algo más». Pero ellos creen que es cuestión de tiempo. «Y si pasan los días y se sigue viendo que no se consigue la fluidez que se busca -apunta el concejal Pedro Nalda-, miraríamos si hace falta algún retoque». Insisten, en todo caso, en que «estaba previsto». «No es una sorpresa».

Al llegar a la glorieta, ahora, el carril exterior sirve sólo para coger Segundo López Vélez (Valdecilla, túnel hasta La Albericia...). Así que si uno viene de Cuatro Caminos y quiere salir de Santander, tiene que incorporarse directo al central de la turborrotonda, muy pendiente de que no venga nadie desde La Marga. «Es complicado incorporarse», resume Manu Andoni Ruiz, de Radio Taxi. Cuando él pasó ayer en una carrera, a las 13.00 horas, tardó también quince minutos en recorrer Sainz de la Maza y el final de la cola estaba por encima de la intersección con Padre Rábago.

«A lo mejor hay que darle un poco más de margen, pero puede tener difícil solución», apunta el taxista, que reconoce que el resto de salidas van «bastante fluidas» -la incorporación directa hacia la Plaza de Toros o desde Segundo López Vélez-, pero «esta bajada es la principal, la más importante».

«Es la zona con más densidad y la salida natural. Quizás necesite unos días más de hábito» «Estamos satisfechos, pero hay que observar la evolución para ver si es necesario algún retoque»

Pedro Nalda Concejal de Seguridad

A eso hay que añadir que, con cola, se generan también problemas con los que se incorporan desde otras calles a Jerónimo Sainz de la Maza. Desde Padre Rábago o desde el vial que conecta con Urgencias o, más claramente (porque vienen del lado opuesto cuando se les abre el semáforo), con los que salen de la calle Montevideo (la Plaza de Toros) o Menéndez Luarca (Grupo Pedro Velarde). En este último caso corren el riesgo de quedarse atravesados en mitad del carril en dirección contraria sin poder incorporarse y obstaculizando a los que suben.

Digerir el cambio

El concejal Pedro Nalda entiende que se trata de un cambio brusco en un punto complicado para el tráfico. «Con más de 70.000 vehículos a diario, de entrada y salida de la ciudad, con Valdecilla, con mucho peso en horas punta...». A su juicio, la turborrotonda «está funcionando bastante bien para los días que llevamos». Con dificultades «previsibles» el primer y el segundo día «o el lunes lloviendo, aunque ya fueran menos». «Pero creemos que ahora ya va más fluido también porque muchos de los conductores que pasan en las horas más complicadas son habituales y ya han conocido bien la configuración y se van colocando bien en el carril que corresponde para entrar a la glorieta».

¿Y en la bajada desde Cuatro Caminos? «El primer y el segundo día hubo más densidad de tráfico en todas las salidas y se va notando que mejora con el paso del tiempo. En esta, por ser la que mayor densidad soporta en general y la de salida y entrada al centro de la ciudad, está tardando un poco más. Cuesta un poco más que se note el efecto para conseguir lo que se busca, que es mejorar la fluidez».

Nalda entiende que es «la línea más complicada» y que esa incorporación genera «alguna duda más», lo que provoca mayor precaución, reducción de la velocidad... «Quizás necesite unos días más de hábito». Para ubicarse en el carril correcto.

Recuerda, no obstante, que es un cambio importante y que no ha pasado todavía ni una semana. Están «satisfechos», en general. También que sucedió algo parecido cuando cambió la configuración en la S-20, «que es más sencilla y en los primeros días, a algunas horas, también pasaba algo similar». «Y ahora -añade- todo el mundo reconoce que sí que se consigue mayor fluidez, que es el objetivo».

Habla ya de una evolución. Mejora en el resto de salidas, reducción de la presencia de los agentes de movilidad que estuvieron casi de forma permanente en las jornadas de estreno... O el hecho de haber retirado ya casi todos los conos sobre las nuevas líneas recién pintadas (ayer sólo quedaban en el acceso directo hacia la Plaza de Toros desde La Marga). Esa señalización necesaria, explica, también ralentizaba por el efecto añadido del desconocimiento y la preocupación.

«Que todo el mundo tenga claro que esto no se pone por capricho. Las turborrotondas son soluciones que se aconsejan en puntos concretos como las entradas y salidas de las ciudades para mejorar la fluidez del tráfico. Pero vamos a seguir observando la evolución de este punto, a seguir viendo cómo funciona aquí con el paso de los días», asegura el concejal. Y no descarta que, si el objetivo no se consigue, se estudiarían «los retoques» que fueran necesarios, como, por ejemplo, «reforzar la señalización».

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