Los vecinos de Pombo y Cañadío proponen adelantar el cierre de las terrazas a las 23.00 horas
La asociación presenta 21 propuestas a la ordenanza y muestran su malestar por la ampliación del plazo legal de consulta a petición de la Asociación de Hostelería
La Asociación de Vecinos de Pombo-Cañadío-Ensanche ha presentado al Ayuntamiento de Santander 21 propuestas al borrador de la nueva Ordenanza Municipal Reguladora de ... las Terrazas de Hostelería. La principal petición que defienden es la reducción de los horarios de cierre, con el fin de «proteger» el descanso vecinal y la calidad de vida en las zonas más afectadas por el ruido nocturno. Así, proponen que las terrazas cierren a las 23.00 horas en invierno, a las 23.30 en verano y a medianoche los fines de semana, mientras que lo que contempla el borrador del Ayuntamiento es que el cierre sea a las 00.30 horas y, durante la Semana Grande, ampliarlo dos horas hasta las 02.30 horas. Respecto a esto último, los vecinos solicitan eliminar la posibilidad de ampliar el horario durante las fiestas, «una medida incoherente con los objetivos de control ambiental».
El objetivo de estas sugerencias vecinales, apuntan, es «armonizar» la normativa municipal con las ordenanzas vigentes en otras ciudades del país y promover una regulación «moderna, coherente y adaptada» a las buenas prácticas actuales, con el fin de reforzar la convivencia entre el derecho al descanso de los vecinos y la actividad hostelera, así como promover un entorno urbano «más limpio, accesible y sostenible».
Otra de las principales sugerencias de la asociación es la de incorporar un sistema de control objetivo del ruido mediante sonómetros homologados con transmisión de datos en línea, de modo que la concesión y mantenimiento de licencias quede condicionada al cumplimiento de los niveles acústicos establecidos en la Ordenanza de Control Ambiental del Ayuntamiento. Además, solicitan la prohibición de elementos no desmontables como los barriles o toneles y la eliminación de televisores o pantallas en terrazas, que «provocan contaminación acústica y lumínica, especialmente en zonas residenciales».
En materia ambiental, los vecinos plantean la eliminación de las estufas de gas por sus emisiones de dióxidos de carbono, y piden su sustitución por estufas eléctricas de bajo consumo. También exigen la prohibición de publicidad en terrazas para preservar la imagen urbana y proteger entornos de especial valor patrimonial o artístico.
Otras medidas destacadas son la señalización perimetral obligatoria de las terrazas mediante marcas visibles y antideslizantes; la limitación del aforo al 50% autorizado en el interior del local, y la actualización de las sanciones conforme al IPC y refuerzo de la tipificación de infracciones acústicas.
Desde la Asociación subrayan que las propuestas aportadas no pretenden perjudicar la actividad hostelera, sino garantizar «un equilibrio real» entre la dinamización urbana y el respeto al entorno vecinal y al medio ambiente. «Queremos una ordenanza moderna, eficaz y justa, que proteja la convivencia y la calidad de vida en Santander», ha señalado.
Ampliación de la consulta
Por último, la asociación de vecinos ha mostrado su «extrañeza y malestar» ante el hecho de que, a petición de la Asociación de Hostelería, el Ayuntamiento haya ampliado el plazo legal de consulta «sin anunciarlo públicamente», «más allá de una breve reseña en un apartado poco visible de la web municipal». En su opinión, este modo de proceder «dificulta que otras entidades vecinales y la ciudadanía hayan podido participar en igualdad de condiciones en un proceso que debería haber sido más abierto y transparente».
«Las normas son públicas y están para cumplirlas sin modificaciones para colectivos privilegiados. Todo el mundo ha sabido a qué atenerse desde el principio y el gobierno municipal no está para satisfacer los caprichos de nadie», han concluido los vecinos.
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