Del viaje en galeón a la vida en el bonitero
Miles de personas visitan los barcos del Festival del Mar, que estarán en el muelle durante todo el fin de semana
Izaskun Suberbiola desliza una frase mientras camina por la cubierta del 'Mater'. «Ya no pescamos peces, pescamos basuras marinas». La del último ... bonitero vasco de madera es una historia que le va como un guante al Festival del Mar. Tras trece años de perseguir al bocarte, al verdel o al bonito, el barco le dio esquinazo al desguace para convertirse en un museo eco activo. Para contar, por ejemplo, cómo descansaban de la faena en el rancho 12 de los 19 marineros -no podían comer o dormir todos a la vez- y también para ver los tarros llenos de colillas, plásticos y porquerías que rescatan ahora de los océanos. «Podemos conservar los mares desde nuestras casas», repiten a bordo. A pocos metros, en el 'Andalucía', los críos alucinan con los cinco cañones por banda de la cubierta de artillería. Es la réplica de un galeón español del siglo XVII, los protagonistas de las rutas comerciales que unían España con América o las Filipinas. Eran mercantes e iban, generalmente, escoltados, pero a bordo no faltaban las bolas de hierro fundido de ocho libras -casi cuatro kilos- que podían lanzar a 150 metros. Por si acaso... Para verlo hay cola. El 'Andalucía' es la estrella en el muelle. El más deseado. Al fin y al cabo, de eso se trata. De subirse a los barcos y aprender -y, claro, hacerse fotos-.
Para hacerse una idea, en el estreno subieron a bordo del galeón 1.750 personas. Ayer -seguro- más. En la segunda jornada del Festival del Mar se incorporaron a la lista de barcos el 'Saltillo', un velero español de 1932, y el remolcador de altura de la Armada Española 'Mahón A-51'. A eso de las siete esperaban noticias del 'Bon Temps' y, sobre todo, del 'Nordlys', que entre el temporal -primero- y la falta de viento -después- era ya la gran incógnita de esta edición. ¿Cuándo llegará? Hasta eso -navega únicamente a vela y depende de las condiciones- encaja en la filosofía de esta cita. «En cuarenta minutos llega el 'Bon Temps' y en dos horas el 'Nordlys'», comunicaron desde la organización.
LA AGENDA PARA HOY
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Viernes
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De 10.00 a 23.30 horas Apertura de carpas comerciales y hostelería.
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De 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 Visita a las embarcaciones.
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De 11.00 a 20.00 horas Apertura de carpas de asociaciones, expositivas e institucionales.
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12.00 horas Demostración del semáforo de señales. 120 Aniversario Semáforo de Cabo Mayor. Frente a la Escuela de Náutica.
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12.00 horas Regata 'Festival del Mar-Memorial Julián González Sierra'. Bahía de Santander.
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De 17.00 a 18.00 horas Homenaje al Real Astillero de Guarnizo. Plaza de la Fondona de El Astillero.
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19.00 horas 'Una de piratas', por la compañía Almozandia. En el anfiteatro del Centro Botín.
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De 19.30 a 20.30 horas 'Por el ancho mar de los sargazos: una geografía sentimental de la Carrera de Indias', por Sergio Manuel Rodríguez Lorenzo. En el Regatas.
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22.00 horas Concierto de Gen X. En el anfiteatro del Centro Botín.
«Madre mía, notas perfectamente que esto se mueve». Eso decía una mujer en las 'tripas' del 'Andalucía'. Muy cerca de la sala del almirante, con mobiliario histórico de los galeones españoles. Es un catálogo de curiosidades. Dos anclas de mil kilos de hierro fundido que pueden verse en el castillo de proa, el palo mayor de 37 metros hasta la quilla en la cubierta, el timón en la cubierta tolda, los objetos para la navegación... Son detalles y son historias.
A bordo de estos buques viajaban unas 150 personas, de los que sesenta o setenta eran propiamente tripulación. El espacio «habitable» por persona -eso explican los paneles que hay a bordo- era de metro y medio cuadrado. Nada de vacaciones en el mar... Porque también explican que lo normal era convivir hacinados con piojos, pulgas o ratas, a veces transportando también animales vivos y rezando para no enfermar de escorbuto.
Los viveros de cebo
«Ya podéis pasar a ver el bonitero», invitaba un voluntario del Festival a los que paseaban por el muelle cerca de la pasarela para embarcar en el 'Mater'. Ojo con el escalón. Siguiendo con las curiosidades, uno de los nueve viveros de cebo vivo que tenía el barco en su día para guardar el reclamo que atraía a los bonitos -«que se pesca uno a uno», insisten a bordo- es ahora la zona de escaleras de acceso a la antigua bodega. Se conservan las originales baldas para guardar el pescado, aunque a su lado hay ahora unas mesas y una televisión de forma que el espacio pueda ser utilizado como aula ambiental.
Y allí al lado, al fondo, se abre un hueco para el rancho.
-«Estamos es proa, ¿no?».
-En plena proa.
Es la zona en la que descansaban. Doce huecos. «Aquí era todo por turnos», cuenta Iñaki junto a la cocina con el mandil puesto. «Yo llevo un año de cocinero voluntario y estoy encantado».
Todo, entre el ir y venir y las prisas de los que querían coger un buen hueco para ver el simulacro de rescate que hicieron en la bahía. Otra de las actividades del programa antes de seguir viendo barcos.
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