«Cualquiera cuando va a la playa cada día desarrolla un cáncer de piel, pero nuestro sistema defensivo lo anula si funciona bien»
Así lo asegura el Presidente de Honor de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, el doctor Julián Conejo Mir
redacción
Martes, 12 de julio 2016, 14:17
El sol, con los cuidados debidos y tomándolo con precaución, es una fuente imprescindible para la piel. Pero mucha gente, por el afán de ponerse moreno, no toma las medidas adecuadas, pudiendo desembocar en consecuencias nefastas como cáncer de piel. Por ello, la Academia Española de Dermatología y Venereología quiere remarcar la importancia de tomar el sol con consideración y precaución.
El Presidente de Honor de la AEDV, el doctor Julián Conejo Mir, recuerda que «el sol es una radiación electromagnética que, cuando llega a nuestra piel, va a producir mutaciones en nuestro ácido nucleico, nuestro DNA, y esas mutaciones al principio, pueden ser anuladas por nuestro organismo». El experto especifica que «cualquier persona cuando va a la playa cada día desarrolla un cáncer de piel, pero nuestro sistema defensivo, si funciona bien, lo anula». El problema, incide, es que «esa cremallera suba y baje tanto que puede que se atasque. Es entonces cuando la proteína P53 muta y no funciona, dando lugar a la aparición del cáncer de piel». Se trata así de «algo relativamente frecuente para el ser humano, ya que somos primates blancos. Si fuésemos de piel negra, la radiación solar no dañaría tanto nuestra piel».
No obstante, «un poco de sol siempre es bueno», ahí está la controversia, afirma el doctor Conejo Mir. «Exponer al sol durante 5 minutos a la semana un brazo, pierna, cara, etc, es esencial para fabricar vitamina D y evitar así las infecciones, cáncer de pulmón, de próstata o de mama».
También matiza que «todo es cuestión de acumulación». Hay territorios donde es menos frecuente tomar el sol. «Poco sol todos los días es tan acumulable como mucho sol de vez en cuando», explica el dermatólogo, y agrega: «Por ejemplo, las personas rubias con ojos azules que vienen del Norte de Europa porque les encanta tomar el sol en nuestras costas desarrollan muy rápido cáncer de piel. No porque nuestro sol sea muy fuerte, sino porque ya traían de sus ciudades radiación solar. Por tanto, la acumulación es la misma».
Así, el doctor Conejo Mir insiste en que es bueno ponerse protección solar, pero no es suficiente. Además, aconseja ponerse sombrero, camiseta y evitar el sol de mediodía o no pasear en bicicleta en las horas de más sol. Así afirma que «el hábito es tan importante como la propia crema». Según las estadísticas, «apenas el 50% de los que van a la playa han comprado protector solar y, lo más importante, de los que lo hacen, el 50% no llegan a ponérselo, que es todavía peor», concluye.