La piscina del complejo de La Albericia, abierta a los bañistas
Los primeros usuarios de la instalación, que estará abierta hasta el 30 de septiembre, celebran el regreso de los baños al aire libre
Mariana Cores
Miércoles, 29 de agosto 2012, 19:08
«¡Prohibido tirarse de cabeza!». Fue la frase más oída ayer durante todo día en la piscina recién inaugurada del Instituto Municipal de Deportes (IMD). Niños, adolescentes y más de un adulto disfrutaron, sobre todo por la mañana, de la nueva instalación de La Albericia, que abrió al público el lunes y que permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre, tras las obras de reforma necesarias para adaptarse a la legislación vigente.
Chema, de ocho años, lo tiene claro. «¡Esto es lo más divertido! Me gusta mucho esta piscina. Aunque me han regañado por tirarme de cabeza... Pero no lo volveré a hacer. Sólo de bomba o saltar».
Desde las alturas de su silla de vigilante, Amaya Saiz no le quita ojo. «Lo primero que quieren hacer todos es tirarse a lo bestia», pero asegura que «da gusto ver lo bien que se lo pasan. Mucho mejor que en la cubierta. Allí tienen menos libertad de movimiento».
Al igual que Chema, que participa en un campus multideporte, Ana Monsilla, de 9 años, y sus dos primas, Claudia y Alejandra, de 10 años las dos, están disfrutando del hockey. «Después de hacer deporte, y del calor que hace, esto es una gozada», aseguró Claudia.
Asier Cantolla, de 11 años, afirmó que «esta piscina no tiene color con la cubierta. En invierno está bien, pero ahora es un rollo. No te dejan hacer nada. De aquí no me echan hasta que cierre».
Ana María Cortes no se puede creer que «por fin tengamos piscina». Afirmó que «mi marido y yo nos hicimos socios hace tres años sólo por la piscina. El pasado verano estuvo cerrada y éste casi ha terminado... Pero ahora, da gusto cómo ha quedado».
Sin piscina olímpica
Pero también se alzan voces críticas, como la de Jorge Pérez, de 23 años. Consideró que «es una pena que haya desaparecido la única piscina olímpica al aire libre que hay en Santander, y que era pública». Tampoco entiende «cómo se ha tardado tanto tiempo en hacer las obras. La normativa que regula actualmente este tipo de instalaciones es de 2008. Anda que no han tenido tiempo para adaptarla».
Jesús García, que ayer acudió acompañado de su hijo Jaime, también lamentó no haber podido disfrutar antes de la piscina, pero «hay que comprender que estamos en un época de crisis. Los problemas económicos nos afectan a todos y me imagino que por ello no habrán podido acometer antes las obras. Pero ya tenemos esta fantástica piscina nueva, así que no vamos a quejarnos».
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