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Javier Cotera
Un ministro omnipresente en Cantabria

Un ministro omnipresente en Cantabria

En 16 meses al frente de Fomento, Íñigo de la Serna ha realizado 32 desplazamientos oficiales a Cantabria, actividad que ha intensificado este año, con una media de casi tres al mes

CONSUELO DE LA PEÑA

SANTANDER.

Lunes, 21 de mayo 2018, 07:01

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Se quejaba recientemente un alto cargo del PP nacional de la inacción de los ministros del Gobierno de Mariano Rajoy, a los que reprochaba refugiarse en La Moncloa cuando la formación pasa por momentos de máxima dificultad y de no dar la cara en los territorios. Desde luego no es el caso del cántabro Íñigo de la Serna, responsable de Fomento, uno de los ministros más viajeros del gabinete, sobre todo a Cantabria, su tierra, donde en lo que va de año lleva una media de casi tres visitas oficiales (y cuatro actos) al mes, casi siempre en fin de semana para conciliar la política ministerial con su vida familiar, ya que en Santander viven sus dos vástagos.

Desde que a De la Serna le llegó el cargo de ministro en noviembre de 2016 se ha vuelto omnipresente en Cantabria. De los más de 200 viajes territoriales y sectoriales que ha realizado por toda España desde su nombramiento hasta hoy, 32 lo fueron a esta comunidad autónoma, eso sin incluir los extraoficiales, que aprovecha para afianzar su desbordante presencia mediática en la comunidad, como ocurrió en la reciente concesión del premio Estrella de la Fama de la calle de Tetuán al cantante Rulo. Fue el pasado domingo, día 6, y allí estaba el ministro participando del popular acto, compartiendo protagonismo y foco con el presidente Miguel Ángel Revilla, con quien ahora anda más a la gresca que nunca. Curiosamente, en su época de alcalde, al hoy ministro se le achacaban sus viajes fuera de Santander, ligados principalmente a su apuesta por la 'smartcity'.

Pero sus apariciones oficiales, principalmente en Santander, se han intensificado en lo que va de año hasta alcanzar una media nada despreciable de casi tres viajes al mes. Lo dijo De la Serna en la última fiesta navideña del PP a la militancia: «Hay que pisar el acelerador porque no queda tanto para las elecciones», aunque sin desvelar si sería cabeza del cartel electoral por Cantabria. Y ha cumplido aquel aviso a navegantes. En lo que va de año ha dado un arreón a sus desplazamientos oficiales a la región, que ha acompasado de afiladas embestidas al líder regionalista, a quien pisó el callo cuando en su visita a Reinosa para presentar las dos alternativas al trazado de la alta velocidad entre Aguilar y la capital campurriana le reclamó que rindiera cuentas por la venta de sus libros. La respuesta le llegó vía Partido Regionalista: que haga público «cuánto dinero cobró» por los nueve plenos del Parlamento de Cantabria a los que no asistió mientras mantuvo su escaño, antes de su incorporación al Gobierno de España.

¿Prepara el ministro de Rajoy su desembarco político en Cantabria para pelear por la presidencia en las próximas elecciones autonómicas, como sostiene Revilla? De la Serna calla. Pero lo cierto es que el ministro ha seguido su propia recomendación y desde el pasado mes de enero cada quince días tiene programado un viaje oficial con sus respectivos actos públicos, uno, dos, tres... los que salgan.

Ser el titular de la cartera más inversora del Gobierno ofrece grandes ventajas en este sentido. Por eso, sus visitas están relacionadas casi siempre con anuncios de proyectos de carreteras, líneas férreas, Puerto y colaboraciones en iniciativas con el Ayuntamiento de Santander que, en muchos casos, él mismo puso en marcha. Inauguraciones, hasta la fecha, pocas.

Entre enero y el 15 de mayo de este año, el ingeniero estuvo presente en diecisiete actos, uno más si contamos su presencia en el barrio de Tetuán con Rulo; los dos últimos para exhibir el músculo de Fomento en la región ante los empresarios constructores y revisar unas obras en la estación del tren de Bezana.

De izquierda a derecha, Samuel Ruiz, Miguel Ángel Revilla, Pablo Zuloaga y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna el pasado 15 de mayo en la estación de tren de Santa Cruz de Bezana.
De izquierda a derecha, Samuel Ruiz, Miguel Ángel Revilla, Pablo Zuloaga y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna el pasado 15 de mayo en la estación de tren de Santa Cruz de Bezana. Roberto Ruiz

Comienza el baile

Tras el lapsus de las Navidades, el 23 de enero retomó con fuerza sus visitas oficiales a Cantabria para presentar el estudio informativo de Integración Ferroviaria de Santander. Pocos días después (29/01) acudió henchido de proyectos al Foro de la Cadena Ser, donde espoleó a Revilla por su gestión de Gobierno. El fin de semana siguiente (03/02) volvió a Santander para anunciar una inversión de 76 millones para aliviar el tráfico entre Santander y el aeropuerto. En la siguiente visita oficial (19/02) hizo doblete, y del Seminario Mayor de Comillas, al que acudió para visitar las obras en cuya rehabilitación colabora, se desplazó hasta el Desfiladero de la Hermida para conocer de primera mano los trabajos de rectificación de las curvas.

Tres semanas después (12/03) compareció para presentar el proyecto de trazado de la Autovía A-67, en el tramo de Polanco, pero también para apoyar a su sucesora, la alcaldesa Gema Igual, en sus horas más bajas, cuestionada por el MetroTUS y los diques de La Magdalena. A los quince días volvió a Santander e hizo triplete: el sábado, día 24, presentó la variante de Lanestosa, y el lunes 25, antes de regresar a Madrid, asistió al primer vuelo directo entre Santander y Budapest y después visitó la Catedral con Igual y el obispo, monseñor Manuel Sánchez Monge.

El mes de abril fue igual de intenso. El día 9 fue el protagonista del foro de la Asociación para el Progreso de la Dirección y al día siguiente hizo doblete; asistió con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría a la reunión de delegados del Gobierno y a la colocación de la primera piedra de la segunda fase de la empresa Santander Coated Solutions. Ocho días después regresó a su tierra con dos actos: la presentación del proyecto de la variante de Potes y la visita a la exposición de Brittany Ferries. Ese mismo fin de semana presentó el proyecto ganador del concurso de las naves de Gamazo.

De izquierda a derecha, Íñigo de la Serna, Gema Igual, Rulo, Miguel Ángel Revilla, Aurora Díaz el pasado 6 de mayo en Tetuán.
De izquierda a derecha, Íñigo de la Serna, Gema Igual, Rulo, Miguel Ángel Revilla, Aurora Díaz el pasado 6 de mayo en Tetuán. Luis Palomeque

Este mes de mayo, en su primer fin de semana alcanzó doble protagonismo: visitó las obras de la nueva estación de tren de Guarnizo, y el día 5 se dio un baño de gloria en Reinosa con la presentación del estudio informativo del AVE entre Aguilar y Reinosa, y desató la caja de los truenos al retar a Revilla a desvelar lo que había ganado con sus cinco libros. Después acudió al paseo de las Estrellas de Tetuán con el cantante Rulo. Su última presencia fue para presumir ante un grupo de empresarios de su gestión frente a la «inacción» del Ejecutivo regional. Pura propaganda, dicen sus detractores, que ven los gestos del ingeniero como el preámbulo de su candidatura electoral.

El arreón de 2018

Hasta alcanzar este ritmo trepidante, De la Serna se ha ido dosificando. En sus dos primeros meses de mandato apenas realizó dos viajes oficiales a Cantabria para reunirse con el presidente Revilla y colocar la primera piedra de la pasarela ciclista de Raos, pero tardó poco en hacerse con el ministerio y en tener presencia mensual en la región. En 2017 realizó 19 visitas oficiales y tuvo 30 actos oficiales. La inauguración del Centro Botín, la visita con los Reyes al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, la primera piedra del Muelle de Raos, su distinción como Colegiado de Honor del Colegio de Farmacéuticos, la presentación del Plan de Cercanías, la reunión oficial con Revilla... son algunos de los actos que trajeron al ministro de visita oficial a Cantabria, eso sin contar su presencia en actos extraoficiales, como el congreso regional del 25 de marzo y sus secuelas.

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