El personal que transporta piedra para Solvay mantiene la huelga indefinida
El personal afectado rechaza el traslado de diez trabajadores a la nueva concesionaria a pesar de una nueva reunión en el Orecla
El segundo día de huelga indefinida en el servicio de traslado de piedra caliza desde la cantera de Las Caldas (Los Corrales) hasta el complejo que Solvay tiene en Barreda acaba sin que haya podido anunciarse una solución definitiva al problema, que afecta a 24 empleados de la todavía adjudicataria, Grupo Sadisa, que el domingo acaba con la concesión. Cuevas Gestión de Obras se hizo con el contrato.
A pesar de haberse celebrado esta mañana una nueva reunión en el Organismo de Resolución de Conflictos Laborales (Orecla), el personal finalmente no ha aceptado las condiciones puestas sobre la mesa. Sadisa se quedaría en principio con 14 operarios, los cuatro más veteranos más otros diez a recolocar, mientras que Cuevas asumiría otra decena. El meollo de la cuestión pasa por que la nueva compañía responsable aplica a sus trabajadores el convenio del transporte, y no el de la construcción, por lo que el marco laboral es peor para los asalariados.
Pese a todo, según explican desde el comité de huelga, del Orecla se salió con una propuesta para los diez trabajadores que cambiarían de contrata mediante la cual se les igualaba el sueldo actual con un complemento y se respetaba la antigüedad en caso de despido. Eso sí, la diferencia de convenio implica igualmente un aumento de 60 horas laborales más al año.
Los damnificados celebraron esta tarde una asamblea en la sede que CC OO tiene en Torrelavega. En la misma se decidió rechazar estos términos y seguir negociando, a la vez que se lamentaba que las partes quieran llegar a un acuerdo «deprisa y corriendo porque los plazos se echan encima».
Las mismas fuentes apuntan que el martes, cuando Cuevas estrene concesión, no podrá arrancar el servicio por sus propios medios al no tener todavía disponible la maquinaria necesaria, por lo que serán otras firmas de nuevo subcontratadas las que hagan el traslado de la piedra, materia prima básica para el normal funcionamiento de Solvay.
En todo caso, los afectados, que hoy volvieron a concentrarse en los accesos del complejo de Barreda, tienen claro que mantendrán la huelga hasta que no se firme una solución –se trabajaba en una nueva cita en el Orecla para mañana sábado–, y que impedirán el acceso de cualquier camión con caliza al interior del recinto de la química belga.
Jesús de Cos, secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO en Cantabria cree que «existe margen de maniobra, no debería ser difícil alcanzar un acuerdo que solvente el déficit que se está planteando respecto a la jornada laboral, ya que los trabajadores no se encuentran cerrados a la negociación». En la Asamblea también se ha planteado que Solvay debería velar por la calidad de las relaciones laborales de sus contratas.
Otro de los motivos de la huelga es el cambio de convenio colectivo que se les quiere aplicar, que supone una pérdida económica de 3.800 euros anuales y un aumento significativo de la jornada laboral. El comité de huelga, explica CCOO, trata de que no se pierda ningún puesto de empleo y que no sean los trabajadores los que absorban la rebaja en el contrato al que ha accedido Cuevas con una «baja temeraria».