«Hice tres castings sin saber quién era el director»

'Julieta' cambia su imagen a lo largo de la película. ¿Cómo fue el proceso de caracterización?

Fue un proceso lento y laborioso, tanto de maquillaje como peluquería, que nos llevó prácticamente cuatro meses, siempre junto a Pedro que supervisaba todos los tonos de rubio y cada peluca, si era natural, si realmente la decoloración de melena del tercer look era adecuada a la de Emma... y era creíble y verosímil. Pedro en ningún momento intentó que Emma y yo fuéramos una o que nuestras facciones se parecieran, pero sí que hubiera la misma intención en la mirada o que tuviéramos un look parejo.

A la hora de dirigir, ¿Pedro te dio muchas indicaciones para que el personaje fuera parecido al que ella interpreta?

El rodaje fue casi cronológico. Yo rodé durante seis semanas y luego le tocó a Emma. Ella y yo no nos pusimos de acuerdo sobre cómo lo íbamos a interpretar. Nuestra primera reacción fue esa, quedar y marcar unas pautas, pero no fue necesario. Pedro ajustó todo. Por separado, con cada una, creó una unidad, sobre todo a la hora de guiarnos hacia una misma forma de vivir la historia y recibir el drama.

Un viaje en cada toma

A Julieta le ocurren muchas cosas y cambia a lo largo de su vida. ¿Te ayudó que el rodaje fuera cronológico para darle diversos matices?

Siempre ayuda porque mi parte del personaje transita entre los 25 y los 38 años y llega a tener una hija de once años, es un cambio fuerte, pero uno no intenta abarcar todo al mismo tiempo y menos en un rodaje con Pedro en el que cada toma es un viaje particular. Se trataba de estar muy concentrada y muy permeable a las indicaciones de Pedro en cada segundo.

La película se desarrolla en paisajes muy bonitos, en especial la parte que transcurre en la costa gallega. ¿Fue un rodaje agradable?

Fue precioso. Hemos podido rodar en Madrid, en Sevilla, en Galicia... En paisajes únicos. Ese momento en el que aparezco junto al mar con el personaje de Inma Cuesta se desarrolla en un lugar que es totalmente el fin del mundo. Es un enclave brutal y lleno de belleza al mismo tiempo.

¿Cómo llegaste al proyecto?

Hice tres castings. Al principio no sabía quién era el director, sólo que era uno de los más importantes de este país. Después ya fui sabiendo de quién se trataba y que le habían gustado mis pruebas y pude conocerlo. Sentí un amor y una ternura instantáneos.

Compartes algunas escenas con Rossy de Palma.

Es una genia. Lo que define a Rossy es su generosidad y su amor. Ella siempre tiene una palabra amable para cada persona del equipo. Sabe combinar la disciplina, la seriedad y el respeto con el sentido del humor y la sensibilidad para que Pedro pueda acceder a su alma.

¿Qué has aprendido de Julieta?

Me ha enseñado mucho sobre la culpabilidad, que creo que es el 'leit-motiv' de la película. Hay que intentar sacarla de tu ser porque dentro sólo deteriora e invade.

El título inicial de la película era 'Silencio'.

Eso fue un cambio que decidió Pedro. También me parece maravilloso el título de 'Julieta'. Aunque evidentemente la película también habla mucho de esos silencios, de esas cosas que nos guardamos, a veces por respeto, a veces por miedo, y en ningún caso es algo sano.