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ATENTADO TERRORISTA

Estalla una bomba de ETA en la sede de Falange en Santoña

El artefacto causó heridas leves a un vecino y numerosos daños materiales

COLPISA

Miércoles, 8 de marzo 2006, 01:00

La bomba con la que ETA atacó la sede de Falange, situada en el número 5 de la calle General Salinas, estaba metida dentro de una bolsa junto a la que los terroristas habían colocado el ya tradicional cartel de 'peligro bomba'. Sobre las siete y diez de la mañana, un individuo que dijo hablar en nombre de la organización terrorista avisó en euskera de la colocación del artefacto con una llamada telefónica a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Guipúzcoa.

Tras recibir la alerta, la policía acordonó la zona y, ante la falta de tiempo para su evacuación, pidió por megafonía a los vecinos de las casas cercanas que permaneciesen dentro de sus viviendas, lejos de las puertas y ventanas, y en la parte más alejada de la sede que la Falange tiene en el municipio costero. El local, que quedó bastante dañado, está situado cerca del centro de la localidad, en la parte trasera de un edificio del siglo XVIII declarado Bien de Interés Cultural.

En los pisos cercanos los daños materiales fueron escasos, sólo roturas de cristales y persianas. Un vecino resultó herido leve al recibir en un párpado el impacto de un cristal desprendido por efecto de la explosión, y sufrió un pequeño corte. El afectado fue trasladado hasta el Hospital de la vecina localidad de Laredo, donde fue dado de alta a mediodía. Frente al local atacado hay un comedor de ancianos, cuyos cristales también sufrieron daños, y el hotel Puerto Rico, donde unas 50 clientes tuvieron que permanecer sin poder salir hasta que la policía levantó el cordón de seguridad.

"Bastante potencia"

Al lugar acudió el presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Ángel Revilla, el delegado del Gobierno en esa comunidad, Agustín Ibáñez, y numerosas dotaciones de la Guardia Civil. El presidente cántabro explicó que los terroristas utilizaron en este ataque un artefacto "de bastante potencia", distinto de "las bombas de verano" -confeccionados con unos cientos de gramos de explosivo- que utilizaron para atemorizar a los turistas en distintas poblaciones de esa comunidad durante el período estival. Revilla estimó que "a corto plazo" no ve más solución que "actuar con contundencia" contra ETA.

El presidente del Movimiento Falangista de España en Santoña, Valeriano Pérez, se mostró "sorprendido" por la explosión, y aseguró que su formación nunca había recibido amenazas. Los falangistas gozan de cierto apoyo en Santoña, hasta la pasada legislatura tuvieron representación municipal y su sede tiene un bar que frecuentan los vecinos. El Ayuntamiento ha abierto una oficina de atención a los damnificados para puedan presentar sus reclamaciones.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, condenó "de manera rotunda, absoluta y total" este atentado y subrayó que "no debemos bajar la guardia ni un solo minuto" ante la organización terrorista. Alonso explicó que ETA "continúa haciendo lo que viene haciendo desde hace años: atentar contra la democracia, las libertades y, por lo tanto, contra los ciudadanos titulares de esas libertades y derechos". La Asociación de Víctimas del Terorrismo manifestó, a su vez, que "los asesinos han vuelto a demostrar que no entienden más que el lenguaje del terror", y reclamó "la máxima firmeza" del Ejecutivo contra ETA.

Polémica condena

Todos los partidos se sumaron a estas condenas, aunque no sin polémica. El PP expresó por boca de su presidente regional, Ignacio Diego, su deseo de que estos sucesos "sirvan para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se replantee su política antiterrorista, y para que políticos como Miguel Ángel Revilla sean más prudentes a la hora de apoyarla". Diego calificó de "poco deseables e incluso rechazables" los resultados de la estrategia antiterrorista del Ejecutivo.

Falange Española de las JONS expresó en un comunicado su apoyo a los "camaradas de Santoña" y denunció que el Gobierno central hace "dejación de funciones" ante lo que considera una "paz negociada que implica la rendición de España" ante ETA. Otra organización afín, La Falange, relacionó el atentado con amenazas recibidas por sus miembros después de que hace unos meses lograran la suspensión, en Santander, de un concierto de un grupo musical al que consideraban 'abertzale'.

El Gobierno vasco condenó el atentado contra "una sede política" de Santoña, que se produjo "mientras su acompañamiento quemaba sucursales bancarias en Plentzia, el 'batzoki' (sede del PNV) de Aretxabaleta y la sede de la UGT en Eibar". El Ejecutivo autonómico se refería a las últimas acciones de violencia callejera perpetradas en el País Vasco. En un comunicado, el Ejecutivo autonómico avisó a los violentos de que "la violencia, extorsión, intimidación y amenaza son estériles y sólo generan dolor".Vuelta a los orígenes

Con su atentado contra la sede de Falange en la localidad cántabra de Santoña, ETA hizo un viaje de vuelta en el tiempo de 45 años. El 18 de julio de 1961, la organización terrorista perpetró el primer atentado documentado y consistió en un intento de descarrilamiento con explosivos de un tren con falangistas y ex combatientes franquistas que viajaba a San Sebastián para conmemorar la fecha del golpe de Estado del general Franco contra la República.

La operación fue un desastre para sus inspiradores porque el tren siguió su camino y, en cambio, la policía desató una feroz represión que condujo a la incipiente organización a una desbandada. Hubo decenas de detenciones de todo tipo -nacionalistas, comunistas y antifranquistas en general- y numerosos exilios, entre ellos varios miembros de ETA. Con sólo dos años de vida, la organización se encontraba casi desmantelada con la mayor parte de sus integrantes en la cárcel o en el exilio. La crisis forzó la I Asamblea de ETA que reflexionó sobre sus métodos y organización.

ETA no volvió a las acciones de relieve hasta 1965, y hasta entonces limitó su actividad a las pintadas, reparto de panfletos, exhibición de las entonces prohibidas ikurriñas, quemas de banderas españolas y ataques a monumentos franquistas.

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