«La Patrona es el resultado del cariño a la ciudad de muchas generaciones»

La buena climatología quiso ayer dar la bienvenida a las fiestas de Torrelavega después de días de incertidumbre sobre si la recepción oficial de la Corporación podría hacerse en los jardines del Centro Nacional de Fotografía, un enclave privilegiado para este tipo de eventos, o desluciría el acto debiéndose trasladar al interior del edificio. La incógnita quedó despejada y fueron muchos los ciudadanos, que representando a colectivos sociales (asociaciones de vecinos y representativas de diversos sectores de la ciudad), culturales, económicos, políticos y militares de Torrelavega y la comarca, los que acudieron, en la tarde-noche de ayer jueves, al cóctel con el que se fijan los prolegómenos de las fiestas patronales de la ciudad. Al acto acudieron, entre otros, el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio, la vicepresidenta del Gobierno, Dolores Gorostiaga, y varios consejeros del Ejecutivo regional. Pidieron disculpas por su ausencia el presidente Miguel Ángel Revilla, el consejero de Cultura, Javier López Marcano, y el delegado del Gobierno, Agustín Ibáñez.

En una breve pero emotiva alocución, Blanca Rosa Gómez Morante hizo llegar a los invitados al evento un mensaje de salutación, evocando las fiestas de Torrelavega como una tradición que une a las generaciones de la ciudad que durante siglos, de padres a hijos, han ido conformando esa realidad que para los torrelaveguenses es la Virgen Grande.

Hizo referencia también a que las fiestas sirven para mantener y alentar las tradiciones artesanas, folclóricas y deportivas de La Montaña.

Posteriormente hubo un concierto y un brindis por Torrelavega y por las fiestas patronales que le esperan a la ciudad, y a toda la comarca, hasta el próximo domingo, día 19 de agosto, cuando con la Gala Floral, y un macro concierto de la cantante Rosa López, se den por cerradas las fiestas de este año. La velada estuvo amenizada por el Trío Jazz Stop, con Enzo Pesce al piano e Ito Luna a la batería.

Y es que La Patrona, como les gusta definir a la Virgen de la Asunción a los locales, la Virgen Grande, se ha convertido en la cita, no ya sólo de los torrelaveguenses y de los vecinos de los pueblos de la comarca, si no también de toda la región y de los numerosos turistas que acuden cada verano a Cantabria.

Para ello juegan a su favor factores tan importantes como que las fiestas se desarrollen en el núcleo central, físicamente, de la ciudad, que los más del centenar de actos previstos sean gratuitos, que se ubiquen las principales actuaciones en las calles, que tengan un marcado carácter familiar y, en resumen, que estar en Torrelavega unas horas todos los días resulte barato y divertido.