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El empresario en el lugar donde ocurrió el accidente.
"¡Fuimos nosotros!"

"¡Fuimos nosotros!"

En apenas cuatro horas, y tras una extraordinaria repercusión en las redes sociales, han aparecido los dos jóvenes que salvaron al empresario santanderino que hace cinco años sufrió un accidente y que decidió buscarlos a través de El Diario Montañés

Mariña Álvarez

Sábado, 10 de diciembre 2016, 07:53

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La búsqueda de los dos héroes anónimos que salvaron a un santanderino que sufrió un accidente hace cinco años ha culminado con éxito. Hicieron falta unas pocas horas para difundir la noticia a través de esta web y dejar que las redes sociales hicieran el resto. La misión contó con una extraordinaria oleada de compartidos, likes y retweets, tanto en Facebook como en Twitter, y entre todos se consiguió que el llamamiento del empresario anónimo llegara hasta sus salvadores. Son Alberto García y Fernando Güemes, maestro y educador social el primero e ingeniero de telecomunicaciones el segundo, que ahora tienen 27 y 26 años de edad y recuerdan perfectamente lo que ocurrió aquella noche del 28 de octubre de 2011 en la que ayudaron a un desconocido en el parque del Doctor Morales. También ellos han revivido "muchas veces" el episodio ocurrido hace cinco años, se han preguntado "qué sería de aquel hombre" y todos sus allegados conocían la historia. El círculo se cerró para ambas partes y tanta "ilusión" le ha hecho encontrarlos al que impulsó esta emocionante búsqueda como a ellos saber que los estaba buscando.

Todavía no se han visto las caras pero ya se han puesto en contacto para confirmar que la historia no tiene trampa ni cartón. El empresario gallego quiso hacer un pequeño cuestionario a sus 'salvadores' para cerciorarse de que no estaba siendo víctima de ningún tipo de estafa. Los jóvenes, además de acceder sin ningún tipo de objeción a la petición, respondieron correctamente a cada una de las preguntas.

"Ha sido una historia con final feliz. Estábamos encantados de habernos conocido porque no parábamos de preguntarnos quién era el otro", coincidían los protagonistas de esta historia.

El reencuentro ya tiene fecha. El próximo 19 de diciembre. El único detalle que han desvelado es que este periódico será testigo de ello.

Volviendo al comienzo de la historia. A Fernando la noticia le pilló de viaje en Madrid y Alberto ha sido el interlocutor para comunicar la buena nueva: "¡Fuimos nosotros! Nos acordamos mucho de aquello que pasó", relató a este periódico, "muy nervioso" al saber de la búsqueda y "tremendamente ilusionado" precisamente por la ilusión que ha puesto el impulsor para conocerlos.

Los datos del accidente aportados por Alberto difieren en ciertos detalles de los relatados por el empresario. Éste calculó que estuvo "quince minutos" postrado bajo el árbol contra el que se estrelló hasta que aparecieron los dos jóvenes. Para ellos, sin embargo, fue cuestión de segundos: "Somos dos amigos que vivimos en Cazoña. Fui a buscar a casa a Fernando y atravesamos juntos el parque para ir al local que tenemos en el barrio con los amigos, donde nos juntábamos los fines de semana. Y de pronto nos adelantó una moto por uno de esos caminos que no son transitables para vehículos, qué raro nos pareció, como mucho pasan las motos de la Policía, nos dijimos. Luego se salió de la vía y siguió por la hierba, hasta que lo vimos caer a lo lejos...", narra Alberto. Los dos se dirigieron hacia él, "estaba tirado, desorientado. Nos dijo que le dolía mucho el riñón". Ellos quisieron llamar a una ambulancia, pero el hombre se negó: "que no, que no, que no, que no", insistió una y otra vez. Hicieron lo que él les pidió: "ayudarlo a levantarse y también levantarle la moto. Lo acompañamos al parking que hay más abajo y se marcho. Y se acabó".

Pasaron cinco años y nunca pudieron olvidar lo ocurrido. "¿Te acuerdas de aquel hombre? ¿Qué le pasaría?", nos hemos preguntado muchas veces en el grupo de amigos. También la familia lo sabía". Así que no hizo falta más para que el jueves, cuando la noticia salió publicada en la edición de papel y también en la web de El Diario Montañés, les llegara por todos los flancos. "Me avisó el dueño del local de los amigos, me llamó mi madre, luego mucha más gente, nos la compartieron por Facebook... Es que se lo hemos contado a muchas personas", indicó.

La intención de la víctima de aquel accidente era encontrarlos para "darles las gracias", de una manera no desvelada. La forma que elija de agradecerles su ayuda se la quería decir a ellos "cara a cara" si aparecían. De este agradecimiento Alberto no espera más que "escucharle, conocerlo, compartir su alegría porque nos ha encontrado y agradecerle a él que haya tenido el gesto de buscarnos". Su sueño se cumplirá esta Navidad.

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