Un jurado popular juzgará la muerte del tendero chino, salvo oposición de la Audiencia

Un jurado popular, integrado por personas legas en Derecho, será el encargado de juzgar a los tres jóvenes que se encuentran en prisión por su participación en la paliza mortal propinada a un tendero chino en Torrelavega el pasado 11 de noviembre. La juez de Instrucción número 3 de Torrelavega, responsable de la investigación de un hecho que conmocionó a la sociedad torrelaveguense, entiende que la causa debe seguirse por el procedimiento del jurado, ya que los hechos pueden constituir un delito de homicidio, cuyo enjuiciamiento es competencia del Tribunal del Jurado, según informa Efe.

No obstante, el auto judicial dictado por la magistrada no es firme y puede ser recurrido ante la Audiencia Provincial de Cantabria, que tendrá la última palabra. La magistrada había convocado a los tres jóvenes presos, al Ministerio Fiscal y a la acusación particular, que ejerce la viuda del comerciante, a una comparecencia para acotar los hechos objeto de acusación y proponer nuevas diligencias. Pero la convocatoria fue suspendida y se ha fijado para el próximo 4 de abril, según señalaron a este periódico fuentes jurídicas.

Los tres implicados José Antonio P. A., de 24 años, Roberto G. C., de 20 y Laura B. R., de 21 fueron detenidos horas después de la agresión mortal que sufrió el propietario de un establecimiento situado en el barrio de La Inmobiliaria, de Torrelavega. Su esposa, que se encontraba en el local en el momento de la paliza, identificó a los sospechosos, y dos días después la juez acordó el ingreso en prisión y sin fianza de los jóvenes, una decisión que ratificó la Audiencia el pasado mes de enero.

El ataque se produjo sobre las nueve de la noche del 11 de noviembre, cuando los tres jóvenes entraron en el local, regentado por el matrimonio chino. Según el auto de prisión provisional, los encausados accedieron a la tienda de comestibles «con el ánimo de sustraer determinados artículos» y, como Aimin Zhu se opuso, fue golpeado y pateado brutalmente. El comerciante fue traslado al Hospital Valdecilla en estado muy grave y falleció cinco días después. El suceso conmocionó a la ciudad y un centenar de personas, entre vecinos, comerciantes y hosteleros de la zona, salieron a la calle para pedir mayor seguridad en el barrio.