El restaurante La Pradera avanza por una senda racional y más gastronómica
El proyecto, con tres años, se afianza y evoluciona sin miedo
La decisión de abrir el restaurante La Pradera en el pequeño pueblo de Ruiseñada, con apenas dos centenares de habitantes y a tres kilómetros de Comillas, no era fácil. Los inviernos son muy largos y los veranos más cortos de lo deseable. Pero Mónica y Borja tomaron la decisión conscientes de los hándicaps, pero confiados en que su forma de entender la gastronomía iba a conquistar el paladar de muchos clientes fieles. Y nos les faltó razón porque, apenas unos días después de haber cumplido tres años, el restaurante se ha afianzado, habiéndose ha convertido en un referente en la zona. Y a ellos mismos ya se les ve más confiados, hasta el punto que se advierte que la cocina está evolucionando sin miedo, siempre dentro de los límites de una senda de racionalidad, con producto y sin extravagancias, con gusto y con un punto, si cabe, más gastronómico.
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Quizá uno de los factores que explican este paso adelante de La Pradera fue el aval que supuso esta primavera haber ganado en Accésit a la tapa más atemporal en «desTAPA», el concurso nacional de legumbres celebrado en Valladolid. Allí llevaron una versión «personal y creativa» del cocido montañés que ahora en temporada alta no está en la carta ya que el volumen de trabajo no permite el montaje de un pincho de autor de estas características.
Producto interpretado
En la cocina de Borja y Mónica se impone el producto a las propuestas artificiales. Aquí los productores de proximidad tienen un buen cliente, convencidos de que la interpretación de una buena materia prima combinada con otras en buena sintonía solo puede tener como consecuencia un gran plato.
El restaurante trabaja exclusivamente con carta y con sugerencias semanales en función del producto de temporada. Para otoño se valora la posibilidad de disponer de un menú degustación.
En la oferta conviven platos clásicos y emblemáticos de la casa con otras formulaciones más efímeras. En esta ocasión se comenzó con una croqueta de langostinos y tinta de calamar con un ali oli de ajo y perejil. Después de este exquisito bocado llegó la famosa tosta de sardina ahumada. Aunque puedan parecer muchos ingredientes –lleva huevas de trucha, tomate seco, aguacate y queso láctico de Cudaña–, cada uno cumple su rol y complementan bien a la potente sardina ahumada. Otra sugerencia del día era el carpaccio de gambón con un aliño de vinagre transparente y una emulsión de perejil. Técnica al servicio del sabor.
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Interesante para compartir la ración de torreznos asado a baja temperatura y frito ya que se acompaña de berza en dos texturas, cremosa y crujiente, así como de una mahonesa de pimentón. Con el mejor pescado del momento Borja y Mónica presenta un bonito a la plancha con cebolla roja, boniato, tomate cherry y una aliño especial. El resultado final, excelente, porque el bonito estaba en su punto perfecto y la guarnición no distrae, al contrario, da matices agradables. El recital se completó con sendos helados de elaboración propia, de queso y de arándanos. Pura crema fría, ideal para antes de tomar un limoncello de Novales, de La Flor de Limón.
Sugerencias
En la carta también se encontrarán platos interesantes como la terrina de foie, las patatas gratinadas, el queso de Cóbreces en tempura, las croquetas elaboradas con leche de Granja Cudaña, las mollejas salteadas, la hamburguesa de tudanca, los callos caseros, el entrecot y los pescados del día.
Destacar también la carta de vinos, con una acertada combinación de vinos de diferentes zonas y una selecta presencia de caldos de Cantabria.
Ruiseñada (Comillas)
Restaurante La Pradera
Dirección: Barrio El Cueto n° 67. Ruiseñada (Comillas).
Teléfono: 722 25 92 08.
Propietarios: Mónica Calderón y Borja Mier.
Inaugurado: 16 de junio de 2022.
Jefe de cocina: Borja Mier.
Sala: Mónica Calderón (también apoya en cocina).
Estilo de cocina: Contemporánea, de producto de temporada y de proximidad con sutiles toques de autor.
Precio medio a la carta: 40 €.
Capacidad: 25 comensales.
Terraza: Unas 15 en el porche y otras cuarenta en la bolera (en temporada alta).
Horario: De 11.00 h. a fin de cenas.
Día de descanso: En temporada alta cierra el lunes y abre el resto de los servicios de la semana. En temporada baja, abre fines de semana.
Café: Dromedario.
Bodega: 80 referencias
Aparcamiento: Sí, propio.
