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Alcachofas y emparrillado de foie. DM .
Los sabores de Aida

Los sabores de Aida

Cantabria en la Mesa ·

Una elaborada carta en el restaurante de las famosas tablas de mar y tierra

Diego Ruiz

Santander

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Sábado, 25 de agosto 2018, 09:20

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Cuando en un negocio de hostelería confluyen la experiencia de sus propietarios y la del jefe de cocina, el éxito suele estar asegurado. Si además existe una buena sintonía entre ambos, si el dueño deja hacer y el chef saca a relucir todo su repertorio, el proyecto puede perdurar por muchos años.

Algo de esto ocurre en el restaurante Aida, en Sancibrián, donde realmente se come muy bien. Sus propietarios -Nacho Dirube y Aida Rivas- comenzaron su andadura profesional en 1990 en Los Jamones, en la calle Cisneros, -allí popularizaron sus famosas tablas de mar y tierra-, para establecerse un tiempo como Casa Aida en Andrés del Río (1996). Desde hace un año, además, tienen abierto El Jardín, en San Martín, frente al Palacio de Festivales.

Restaurante Aida

  • Dirección: C/ José María de Pereda nº 6, Sancibrián (Sta. Cruz de Bezana).

  • Teléfono: 942 58 76 25.

  • Propietarios: Aida Rivas y Nacho Dirube.

  • Inaugurado: 2013.

  • Jefe de cocina: Cele González.

  • Sala: Nacho Dirube.

  • Estilo de cocina: Tradicional, de mercado, con toques modernos.

  • Precio medio de la carta: Entre 25 y 30 euros.

  • Menú diario: 11,50 euros.

  • Menú fin de semana: 22 euros, sábados, 25 festivos.

  • Capacidad: 250 comensales.

  • Terraza: Si.

  • Cierra: Salvo en verano, domingos noche y lunes.

  • Aparcamiento: Para clientes.

Cele González, por su parte, empezó en La Finca, en Puente San Miguel, para después y durante 24 años ejercer su magisterio en los fogones del Gelín, en Nueva Montaña.

El Aida se encuentra junto al hotel Chateau La Roca y cuenta con tres amplios salones bien atendidos por un equipo de sala, siempre pendiente del cliente. El trato aquí es muy familiar, muy cercano. Las tablas de mar y tierra siguen siendo el fuerte de esta casa, donde además se ofrece una carta en la que abundan los platos de temporada, con toques modernos, en verdad muy apetecible.

Arriba, pastel de bacalao. Abajo, albóndigas de chipirón en tinta y torrija de sobao con helado de vainilla. DM .
Imagen principal - Arriba, pastel de bacalao. Abajo, albóndigas de chipirón en tinta y torrija de sobao con helado de vainilla.
Imagen secundaria 1 - Arriba, pastel de bacalao. Abajo, albóndigas de chipirón en tinta y torrija de sobao con helado de vainilla.
Imagen secundaria 2 - Arriba, pastel de bacalao. Abajo, albóndigas de chipirón en tinta y torrija de sobao con helado de vainilla.

Para comenzar, Nacho Dirube -además de un gran profesional puede presumir de ser un magnífico cantante- recomendó un mediodía de la semana pasada un sabroso pastel de bacalao con crema de puerros y espinacas y pimientos confitados. Un gran entrante para untar en panecillos tostados y en el que sorprende el contraste salado del pastel con el dulce del pimiento.

A continuación sirvió unas alcachofas naturales con emparrillado de foie, dátiles y tomate seco, con una atractiva presentación. Destacar el punto de la verdura y el sabor de una combinación acertada.

Las albóndigas de chipirón en su tinta con risotto de este mismo molusco y placton dejan al descubierto las virtudes y la técnica que atesora Cele González. Dos logradas y distintas creaciones en un solo plato. El arroz, en su punto, aromatizado por el placton y coronado con un acertado crujiente de bacalao y unas albóndigas en las que la tinta cobra por sí sola un gran protagonismo.

Solomillo de jabalí.
Solomillo de jabalí. DM .

Para los amantes de la carne, en esta ocasión en las cocinas de Aida se había elaborado un solomillo de jabalí con salsa de vino tinto al caramelo, chamoy de mango y confitura de pimiento de piquillo, al que se acompañaba además de patatas paja y un pimiento verde. Una combinación perfecta para una carne sabrosa y tierna. Dentro del apartado de postres, una de las recomendaciones del responsable de sala es la torrija de sobao con helado de vainilla y natillas con un toque de orujo. No deben perdérselo.

La comida, abundante, se 'regó' con un rosado de la marca 'Pinort', muy fresco, con un poco de aguja, ideal para el verano.

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