Sergio Valle, patrón de la Cofradía de Pescadores de Colindres, reconvertido a guía gastronómico
Tras una trayectoria de 34 años en la mar, organiza salidas a bordo del barco de recreo Buciero, con degustación incluida
Con 16 años se subió al barco familiar y se convirtió en pescador profesional, aunque luego haya compatibilizado esta faceta con la de armador. Pero, ... a los 50 años, Sergio Valle, después de 34 años surcando el Cantábrico, ha decidido desembarcar y afrontar otro proyecto que ilusiona tremendamente por el componente didáctico que tiene la actividad; pero siempre, sin olvidar sus responsabilidades en las que se pone de manifiesto su proyecto social: en la actualidad es patrón mayor de la Cofradía de Pescadores San Ginés de Colindres, presidente de la Cofradía gastronómica del Bonito de Colindres, vicepresidente del Grupo de Acción Local Costera (GAC) Oriental de Cantabria y miembro de la directiva de la Federación de cofradías de pescadores, cargos que compatibiliza con la gestión desde tierra del barco San Roque Divino, donde fue segundo patrón.
En su caso, han pesado tanto la necesidad de conciliar con la familia –está casado y tiene un hijo de 12 años–; de propiciar el relevo generacional en el barco familiar; de dedicar más tiempo tanto a la cofradía de pescadores como a la del bonito y, sobre todo, hacer disfrutar al público con experiencias marineras al bordo del Buciero.
1 /
Rutas privadas
Todo comenzó cuando se puso a su alcance la posibilidad de adquirir el Buciero, un barco de recreo de 10 metros de eslora con 70 años de historia. A su buen estado de conservación se han sumado las reformas, adaptaciones y dotaciones que Sergio ha introducido para poder realizar rutas privadas en barco para un máximo de seis personas.
Sergio, en su condición de gran conocedor del litoral de esta zona, adapta las visitas al perfil del cliente. Pero lo que siempre está incluida es la degustación gastronómica a partir de conservas de pescado premium, de la firma Velmar, de Colindres, y de bebidas, preferentemente de la región como el blanco IGP Costa de Cantabria Ribera del Asón. Esto permite a Sergio establecer con sus explicaciones el estrecho vínculo existente entre la actividad pesquera y la gastronomía. La actividad se adapta al cliente, si éste prefiere un desayuno o copas.
Las personas más interesadas en los procesos extractivos tendrán en Sergio a la persona ideal para pormenorizar en los detalles de las diferentes costeras en las que la flota del Cantábrico pone cada año todo el foco: bocarte (anchoa), verdel, bonito y sardina, básicamente. Y todo ello, en amena conversación mientras en Buciero recorre las aguas de la bahía de Santoña o sale a mar abierto (máximo cinco millas) para poder contemplar las vistas inigualables de los acantilados de esta zona del litoral.
Las visitas parten del puerto deportivo de Laredo y tienen una duración de tres horas, siendo el precio de la experiencia de 360 euros para seis personas. La embarcación, pionera en Cantabria en este tipo de actividades, cuenta con los seguros necesarios.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión