Obras Públicas revisará todas las carreteras afectadas por los incendios

Después de encomendarse a la lluvia durante más de una semana para apagar las llamas de los más de 200 incendios que se declararon en Cantabria y que calcinaron miles de hectáreas, ahora el agua es la mayor preocupación. Al arder la cepa forestal, es muy posible que haya corrimientos de tierra, caída de piedras y sedimentos, como lo ocurrido en Polaciones, donde el sábado se cortó la carretera por precaución (tanto ayer como el jueves se reabrió al tráfico hasta las siete de la tarde bajo supervisión de los técnicos). La Consejería de Obras Públicas y Vivienda, capitaneada por José María Mazón, ha comenzado a revisar las carreteras que se han visto afectadas de forma más grave por el fuego y durante los próximos días hará lo mismo con el resto de los viales afectados.

La prioridad durante las primeras horas ha sido el tramo de carretera entre La Lastra (Tudanca) y La Laguna (Polaciones), dentro de la CA-281 (Puentansa-Piedrasluengas), concretamente desde el kilómetro 16 al 23, que hubo de cerrarse como consecuencia de los desprendimientos de roca que se produjeron en una zona afectada por los incendios forestales de los últimos días. Ayer proseguían trabajando dos operarios de la Dirección General de Carreteras para limpiar el vial a medida que se produce la caída de piedras y sedimentos, y para garantizar la seguridad en el paso de vehículos.

También se está controlando con especial atención, según confirmaron desde Obras Públicas, al acceso a Barcena Mayor, una de las zonas más devastadas por las llamas. Los daños causados en las paredes verticales hacen temer a los técnicos que pueda producirse un argayo. El control es máximo en la zona y, a día de hoy, solo permanece abierto por seguridad uno de los dos carriles del vial. «Es una carretera estrecha y la colina tiene una gran pendiente, con lo que pueden arrastrarse gran parte del material calzinado». Los operarios tendrán que actuar en función de cómo se desarrollen los acontecimientos. A partir de ahí se revisarán todas las calzadas afectadas, se evaluarán los daño y tomarán las acciones de prevención oportunas.

Por lo demás, las dos últimas jornadas transcurrieron con absoluta tranquilidad en lo que se refiere a los incendios, en buena medida precisamente gracias a la lluvia caída en la tarde del jueves. No se han producido nuevas incidencias significativas. El Gobierno de Cantabria destacó que aún es normal que pequeños rescoldos y restos de vegetación quemada desprendan humo, sin que esto suponga riesgo. Hasta que las condiciones meteorológicas no cambien sustancialmente, la Dirección General del Medio Natural mantendrá activo su nivel máximo de alerta (nivel 2) por riesgo elevado de incendios forestales.