Buruaga moviliza a todo el poder municipal del PP frente a la Ley del Suelo

Las enmiendas impulsadas por los dos socios del Ejecutivo mantienen esta posibilidad en los municipios de menos de 5.000 habitantes de forma indefinida, pero tras una moratoria de dos años quedará prohibida en los de más de 5.000 habitantes a partir de 2024. Eso es lo que pone la literalidad de las enmiendas del bipartito, aunque el PRC, que en este asunto ha mantenido tradicionalmente una postura liberalizadora más cercana a la del PP que a la del PSOE, entiende que eso es solo un formalismo y que a partir de esa fecha límite se buscará la fórmula para prorrogarlo.

A los populares no les vale y quieren que la nueva ley consagre con procedimientos más sencillos la construcción en suelo rústico en toda Cantabria, no solo en las localidades más pequeñas. De hecho, por eso Buruaga reunió a los suyos ayer en Entrambasaguas, porque este será uno de los municipios en los que podría prohibirse de manera absoluta levantar casas en suelo rústico por tener más de 5.000 censados.

«No se trata de especular ni de arrasar con todo como afirma la izquierda y los colectivos ecologistas. No se trata de asfaltar Cantabria como sostiene el PSOE de Pablo Zuloaga, sino de permitir un aprovechamiento y un crecimiento ordenado, racional, equilibrado y sostenible como viene ocurriendo en la última década sin que nadie haya puesto un solo pero. Tampoco los socialistas que llevan gobernando y dando autorizaciones siete años con esta ley», señaló Buruaga, que insiste en que el PP va a pelear hasta el final en defensa de una demanda «que lo es de la mayoría de los ayuntamientos sin distinción, de la Federación de Municipios y lo que es más importante, de la mayoría social».

En el caso de los municipios de menos de 5.000 vecinos, la construcción se permitirá en los suelos rústicos que están a menos de 100 metros del pueblo, no a los 200 metros que recogía la norma actual y que el PP quiere mantener. Buruaga recordó que ofreció a Revilla sus votos para mantener ese modelo y el PRC, aunque defendió la necesidad de un consenso amplio, reiteró que el punto de negociación era su acuerdo con el PSOE:«Siempre que ha tenido que elegir entre el interés general de Cantabria y su pacto con los socialistas, el PRC ha elegido al PSOE».

«Con independencia de su color político, todos los alcaldes estamos en contra de la ley», señaló la regidora anfitriona, María Jesús Susinos, que entiende que la distinción entre municipios que introduce la nueva norma constituye una «discriminación». Sobre el uso de suelo rústico, opina que el modelo en vigor ha permitido «una construcción ordenada y sin abusos» y por ello reclama su continuidad. «Es una aberración. Los políticos tenemos que solucionar problemas, no generarlos», concluye Susinos, que recuerda que en localidades como la suya, además de prohibirse la construcción en suelo rústico, también se reducen los terrenos aptos para construir, porque la figura del 'núcleo rural' también pasan de ser urbanizables a rústicas.