todo cambia
El otro día nos anunciaron que se van a bombardear semillas para reforestar Cieza. Las únicas balas que deberíamos disparar.
El arte de la predicción nunca fue virtud en el presidente Rajoy. Suspendió plastilina con su metáfora de los hilillos. Fracasó como aspirante a Masterchef, ... porque tampoco se le desinfló el soufflé, flambeado con soplete. Encima, pese al negacionismo de su primo, el cambio climático no eran pamplinas marianas y está arruinando hasta la poesía. El otoño ya no evoca la melancólica despedida de las golondrinas de Becquer. En Santillana del Mar despiden aliviados la plaga de garcillas bueyeras africanas que ha colonizado el pueblo, y que dejó balcones impregnados de excrementos, no de metafórica nostalgia primaveral.
El apelativo ‘bueyeras’ -huérfano de sensibilidad lírica- no anima a componer un soneto romántico. En realidad, su presencia entre nosotros podría confirmar las sospechas de la CEOE. Esta semana su presidente profetizó que Cantabria corre el riesgo de convertirse en el África de Europa porque somos casi dos mil parados más que en agosto, cuatro mil menos que hace un año. Hay once mesas sectoriales de ‘Diálogo social’ que se han reunido 55 veces para acordar otro nuevo modelo productivo para Cantabria. Poca confianza tiene en su eficacia la patronal, que forma parte de la alianza, cuando ya vaticina nuestra africanización.
Quizá el primer síntoma es que la garcilla ha cambiado la sabana africana por el ecosistema cantábrico. El segundo indicio es la elevada humedad padecida esta semana, propia del monzón subsahariano. Se suma la sequía que desertiza el sur de Cantabria y que ha reducido dos déficits: el hidrológico, en un 25 por ciento de agua menos respecto a la media histórica, y el económico, en 137 millones de euros. Desconcertante efecto sincrónico.
Todo cambia, dice la hermosa canción de Mercedes Sosa. Cambia el clima con los años, cambia el nido el pajarillo. Los osos comen bellotas, las garcillas bueyeras asoman a nuestros balcones, no llueve en el norte. Cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo. Hasta las leyes de la naturaleza. El otro día nos anunciaron que se van a bombardear semillas para reforestar Cieza. Las únicas balas que deberíamos disparar.
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