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Los agentes retiran el cuerpo del joven colombiano asesinado el pasado mes de julio en Monte Antonio 'Sane'
Sin detenciones en cuatro de los seis crímenes ocurridos desde el año pasado

Sin detenciones en cuatro de los seis crímenes ocurridos desde el año pasado

Al asesinato el sábado de un hombre a la salida de un pub en Puertochico se suma el de junio en Monte. Otros dos casos de 2017 en Guriezo y Santander se cerraron por «falta de autor conocido»

Daniel Martínez

Santander

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Jueves, 23 de agosto 2018, 20:08

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Santander ha sido escenario de los dos únicas muertes violentas del año en Cantabria. La última tuvo lugar el pasado sábado, cuando un hombre recibió una puñalada cerca del corazón tras una discusión a la salida de un pub en la zona de Puertochico. Hasta el momento no se han producido detenciones por este episodio y tampoco por el anterior, el del joven colombiano tiroteado el 6 de junio frente al portal de su vivienda en Monte. A las pocas horas de que encontraran el cadáver, cuando la investigación apenas había arrancado, la Policía Nacional de Cantabria ya adelantó que pasaría tiempo hasta que lograra encontrar al autor o los autores del homicidio.

Por las características del crimen, el perfil de la víctima y la minuciosidad del 'trabajo', los agentes pensaban que el asesino, muy probablemente, no habría aguantado mucho tiempo en Cantabria. Estos dos no son los únicos casos con resultado de muerte que se le ha atragantado últimamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En cuatro de los últimos seis crímenes que se han producido en la región desde 2017 –dos este año y los otros cuatro el ejercicio anterior– aún no se han producido detenciones ni se ha llevado a ningún presunto responsable ante la Justicia.

Eso ocurrió, por ejemplo, con la muerte de un hombre de 80 años en su garaje de la capital en febrero de 2017. El octogenario apareció en el local de la calle Beato de Liébana maniatado y fallecido por asfixia. La investigación, que se abrió por un presunto delito de homicidio y robo con violencia, estuvo bajo secreto de sumario durante 15 meses en los que, «pese al cúmulo de diligencias practicadas, no ha sido posible fundar con probabilidad indiciaria suficiente la participación de ninguna persona en los hechos».

Fue por ello por lo que el Juzgado de Instrucción número 4 de Santander decidió el sobreseimiento provisional del caso por falta de autor conocido y «sin perjuicio de la reapertura del procedimiento en caso de que se comunicara la existencia de nuevos indicios que lo justificaran». La hipótesis de los agentes es que el hombre sorprendió a los ladrones y éstos le inmovilizaron antes de provocarle la muerte pero, por el momento, no hay verdad judicial al respecto.

La misma suerte corrió el caso del asesinato de una mujer que apareció muerta al borde de una pista forestal entre Liendo y Guriezo hace once meses. Las brigadas asignadas a este crimen encontraron el coche de la víctima e indicios suficientes como para pensar que su fallecimiento no fue en absoluto accidental, pero los avances en la investigación no fueron suficientes y la Justicia también decretó el sobreseimiento. Los informes remitidos por la Guardia Civil hacen pensar que la víctima fue atropellada, pero «no existen datos suficientes para conocer la identidad del posible responsable».

Sí hubo avances y está pendiente el juicio contra el hombre acusado de asesinar a otro en Sierrapando (Torrelavega) en febrero del año pasado. Según la investigación, el fallecido, un viejo conocido de la Policía Nacional por asuntos relacionados con las drogas, trataba de entrar en la vivienda con la intención de robar y recibió varios disparos del morador. Fue un acompañante del caco el que avisó a los agentes, que se personaron en el lugar y prácticamente en el momento arrestaron al presunto homicida.

Más complicado fue esclarecer el asesinato de un hombre de 86 años en su casa de la localidad de Carasa (Voto). De hecho, todo apuntaba a que se trataba de una muerte natural hasta que el informe forense afirmó lo contrario. La Guardia Civil sospechó e investigó inicialmente de la hija del fallecido y de su pareja, pero la juez de Laredo exculpó finalmente a la descendiente porque en el momento de los hechos se encontraba trabajando en la fábrica. Un tribunal popular juzgará ahora a la única acusada.

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