Las extraescolares reactivan a las empresas educativas, que esperan recuperarse al 60%
El retorno de estas actividades «es una buena noticia» después de «año y medio en el dique seco», celebra Aespecán
«Es una buena noticia que nos permite volver a trabajar después de año y medio en dique seco», celebra Pablo Bellota, secretario y portavoz ... de Aespecán, la Agrupación de Empresas de Servicios y Proyectos Educativos de Cantabria. La buena noticia es la posibilidad de que este curso se recuperen las actividades extraescolares. Se trata de un paso hacia esa normalidad que tanto persigue la comunidad educativa después de tres ejercicios lectivos atravesados por la pandemia; y después de que algunas empresas educativas, constata Bellota, no hayan podido superar este año y medio de parón.
Este mes es crucial para ellas. En septiembre podrán medir el interés y, sobre todo, la confianza de colegios y familias. Algunos centros, revela Bellota, aún son reacios a reimplantar las extraescolares, unas actividades que la Administración reconoce como básicas para el aprendizaje, el refuerzo y la conciliación. Sin embargo, hay AMPA y equipos directivos dispuestos a reactivar los talleres de robótica, de teatro, los idiomas, los deportes, los huertos o las actividades de apoyo. Las de cocina y música, dada la situación y que precisan retirada de mascarilla, se mantienen de momento en barbecho.
Con todo, las empresas educativas «no vamos a llegar a los niveles prepandemia», admite Bellota. Confían en una recuperación del 50 o 60%. «Pero aún es difícil saberlo. Este mes es clave».
Los socios de Aespecán llevan semanas preparando esta recuperación de la actividad aunque no tuvieran total certeza de la reimplantación de las extraescolares y complementarias. Y se han centrado en el verano y en demostrar -subraya Bellota- que sus ofertas son seguras. Lo ejemplifica con su empresa, La Escueluca, que ha gestionado 'El Veranuco' en Santander. Este programa municipal ha dado servicio a 1.700 niños distribuidos en grupos burbuja, y ha concluido sin brotes o transmisión covid. «El verano ha sido un bálsamo».
También en estos meses, Aespecán se ha reunido con la Consejería de Educación y FP. «Hemos estado en contacto constante». Las ocho empresas que ahora componen la agrupación -esperan llegar a veinte en breve- se asociaron en octubre de 2020 para hacer frente común en plena pandemia. Ahora funcionan como interlocutor con la Administración, la cual, antes de publicar en el BOC el protocolo de organización del curso 2021-2022, les hizo llegar el borrador. «Este año nos hemos sentido valorados, se nos ha dado visibilidad», indica Bellota. «Han cambiado mucho las cosas», incide.
Las empresas ya están gestionando servicios como 'Madrugadores', aunque el grueso de su actividad llegará en octubre. Las extraescolares organizadas en los centros educativos son básicas para su facturación porque abarcan a más alumnado, más espacios. Suponen, calcula Bellota, en torno al 90% de la misma. Su trabajo, por tanto, está ligado a los meses lectivos pero también a las vacaciones. Es estacional, de todas las estaciones del año.
«Lo necesitan»
«Las familias y los niños lo necesitan. Llevan año y medio sin ellas», dice Bellota en relación a todas las actividades y proyectos que las empresas llevan a los colegios. Se necesitan para enriquecer su aprendizaje, pero también es vital para garantizar la igualdad de oportunidades, recuerda el portavoz de Aespecán, porque «la pandemia ha creado desigualdades en este sentido». Ha habido familias, explica, que no se han podido costear las actividades fuera de los colegios, más caras que en los centros, donde los precios son mucho más ajustados: un taller de robótica, por ejemplo, ronda los 18 euros mensuales. «En las escuelas, la participación se democratiza», concluye.
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