Familiares y amigos despiden a Eva Jaular y su bebé en Guarnizo

Entre los asistentes, lágrimas y silencio. Nadie, ni siquiera la familia –acudieron la madre, la hermana y los hijos de la víctima, entre otros–, pronunció palabra. Y en una ceremonia sentida pero breve, se ofició la despedida de ambas.

En la jornada previa los allegados habían recibido la noticia de que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Santander prohibía la incineración de los cadáveres, lo que había sido la opción elegida por la familia desde el principio. Todo porque las pesquisas podrían requerir una nueva autopsia, especialmente por parte de la defensa de José Reñones. Por eso optaron por enterrarlas en el cementerio de Guarnizo, a cien metros de la iglesia.

«Tienen los cadáveres desde el viernes y nos los han entregado ayer (por el lunes) a las cuatro de la tarde. Les han hecho de todo... ¿Qué más les quieren hacer?», protestó el pasado martes Nieves Montes, madre de la víctima. Fue este el motivo de que la familia cancelara el funeral que estaba previsto para ese día en la iglesia San Juan Bautista (Colonia del Mar), en Santander. «Estamos todos destrozados y necesitamos darles descanso». Esta mañana, en cierto modo, pudieron hacerlo al consumar esta despedida en Guarnizo.

Quienes no descansarán serán los investigadores de la división de Criminalística de la Guardia Civil, que deberán continuar con las pesquisas para arrojar luz sobre las incógnitas que aún permanecen abiertas en el caso.

Lo primero, y más importante, es que aún no ha aparecido el arma del crimen; pero según fuentes cercanas a la investigación, los cuerpos presentaban heridas de arma blanca. Los agentes hicieron un llamamiento a los vecinos de Liaño para advertirlos de la necesidad de comunicar a la Benemérita la hipotética aparición de «un cuchillo, una navaja, o algo similar».

También se sigue estudiando qué sucedió realmente cuando, el jueves día 16, la Guardia Civil expulsó de la casa familiar a José Reñones en al menos dos ocasiones, y por qué no lo detuvieron, pues sobre él pesaba una orden de alejamiento desde el pasado 6 de noviembre. El presunto homicida ingresó este lunes en prisión provisional por orden de la jueza como imputado por dos delitos de homicidio y otro de quebrantamiento de orden de alejamiento. El equipo central de la Mujer y el Menor (Emume) de la Guardia Civil se ha trasladado esta semana desde Madrid a Santander para estudiar el caso y la forma en que se aplicaron los protocolos en lo que se refiere a la protección de las víctimas.

Por otro lado, el Gobierno de Cantabria estudia con la familia presentarse también como acusación particular en el caso. Primero necesitarán el beneplácito de los allegados; luego, lo estudiarán los servicios jurídicos del Ejecutivo autonómico.