El Gobierno autoriza las obras para mejorar la seguridad en el puerto de Lunada por 4,2 millones
Los padres de los cuatro jóvenes fallecidos tras despeñarse en marzo entregaron más de 54.000 firmas solicitando el arreglo de la carretera, que ahora el Ejecutivo tiene licitar y adjudicar
El Gobierno regional ha dado «luz verde» a las obras de mejora de la seguridad en la carretera del puerto de Lunada, una demanda impulsada ... por los familiares de los cuatro jóvenes madrileños fallecidos en marzo tras despeñarse, que registraron más de 54.000 firmas de apoyo avalando su solicitud. La reunión del Consejo de Gobierno de este jueves autorizó el proyecto que saldrá con presupuesto base de licitación de 4,2 millones y un plazo de ejecución de un año, aunque el Ejecutivo cántabro calcula que los trabajos no estén totalmente terminados hasta 2027.
La intención de la Consejería de Fomento es poder licitarlo y adjudicarlo de cara a la próxima primavera. A partir de ahí, las obras se desarrollarán durante dos anualidades porque, según explicó el consejero Roberto Media, se trata de un puerto que la nieve suele cerrar al tráfico durante gran parte del invierno, lo que impide su conclusión completa en 2026.
En concreto, el tramo a mejorar son los doce kilómetros que separan el barrio de La Concha (San Roque de Riomiera) con el alto del portillo que hace límite provincial con Burgos. La actuación prevé ampliar la anchura de la calzada actual, construir muros de escollera, cambiar la señalización y poner guardarraíles y barreras de contención para evitar lo sucedido a los jóvenes madrileños.
«La seguridad estará garantizada», aseguró este jueves Media, que subrayó que esta mejora de la carretera es un «compromiso» del Ejecutivo autonómico que «se va a llevar a cabo se aprueben o no los Presupuestos de 2026».
La carretera del puerto de Lunada cobró protagonismo este año cuando un grupo de cuatro jóvenes madrileños del barrio de Vallecas viajaban por él destino a una cabaña pasiega en San Roque de Riomiera para celebrar el cumpleaños de uno de ellos. A falta de los últimos kilómetros, el vehículo se salió del vial y cayó despeñado ladera abajo en lo que era el peor accidente ocurrido en Cantabria en las dos últimas décadas. Izan, Juan Ramón, Afra y Ana María perdieron la vida. Desde entonces, sus familiares empezaron «una lucha» para convertir esta carretera cántabra «en un lugar mucho más seguro». De ahí su insistencia al Gobierno para que mejorase la seguridad e instalase «guardarraíles». Incluso viajaron a la región para entrevistarse con el titular de Fomento, que les aseguró que la obra se realizaría, tal y como ha autorizado este jueves el Ejecutivo en la reunión de su Consejo de Gobierno.
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