«Al inicio me decían que no había necesidad»
Pierre-Alain Monnet, presidente de 'Marina Solidaria', llegó de Suiza en 2006 para fijar su residencia en Marina de Cudeyo y se percató de las necesidades alimenticias de algunos vecinos
Pierre-Alain Monnet (Suiza, 1953) se instaló en Pedreña en 2006, tras su jubilación. «Mi mujer es santanderina y a los dos nos apetecía pasar ... más tiempo en Cantabria. Con las pedreñeras es muy cómodo llegar hasta el otro lado de la bahía». Publicista de profesión, dedicó doce años de su vida a la política (concejal del Partido Socialista, en Chaux de Fonds, en el área de Asuntos Sociales). Ya en Cantabria, sus inquietudes le llevaron a interesarse por la política regional y, en especial, por la de su municipio, Marina de Cudeyo. Así que comenzó a seguir los plenos y contactó con el párroco. «Descubrí que no se hacía mucho en proyectos solidarios», afirma. Tras analizar la situación de España en general, y la de Marina de Cudeyo en particular, «las estadísticas me decían que aquí había gente pasando hambre, así que me ofrecí a hacer algo para remediarlo». Lo primero que le respondieron fue «que aquí no había ninguna necesidad, que la gente tenía sus huertos y que no se pasaba hambre». Pero siguió con su plan y así creó la Coordinadora Ciudadana de Marina de Cudeyo 'Marina Solidaria' (www.marinasolidaria.com), situada junto al centro de salud de Rubayo.
–No tuvo mucho apoyo en sus inicios.
–No fue fácil. Nadie creía mucho en mi proyecto, ni siquiera Cáritas. Pero en 2012 me puse en contacto con el alcalde de la época y le dije que lo único que necesitaba era un local para organizarme. También tenía claro que toda la interacción con los beneficiados sería a través de los Servicios Sociales. Empezamos con diecinueve familias. El año pasado atendimos a 33 y en este ejercicio a 24.
–Reparten fruta y hortalizas, además de productos de primera necesidad. ¿De dónde proceden?
–Tenemos distintos tipos de repartos. Por un lado, cada jueves organizamos cajas que llenamos con frutas y hortalizas. Estas últimas proceden de un productor local que tiene un gran invernadero. Además, algunos particulares que tienen huertos nos regalan verduras. Para la compra de la fruta contamos con la financiación del Ayuntamiento. A medida que transcurre el otoño y nos adentramos en en invierno, la producción local disminuye, así que lo que necesitamos lo compramos en los comercios de la zona, gracias al dinero que recaudamos cada año con la Lotería de Navidad. Por otra parte, una vez al mes, preparamos unas cajas con productos variados de primera necesidad y de limpieza. Esto lo obtenemos de las recogidas que hacemos en primavera y Navidad. También nos ayuda Cruz Roja y, además, una empresa importante nos da un dinero cada año para comprar aquello que falta. El colegio de Marina de Cudeyo es muy activo con nosotros. Cada mes de junio hace un evento deportivo que aprovecha para pedir la colaboración de las familias, como otras asociaciones.
«Ayudamos a familias con niños, por lo que necesitamos productos infantiles»
–Un municipio solidario... ¿Tienen suficientes voluntarios?
–Al principio nos costó, pero lo cierto es que los vecinos se están volcando. Ahora tenemos 40 voluntarios, pero se han dado de baja tres y estamos en plena campaña de búsqueda. Lo que necesitamos es gente que nos ayude con la ludoteca. Empezaríamos a abrir un día por semana, para que los niños jueguen. Otro día lo dedicaríamos a los centros sociales. También precisamos voluntarios para llenar las cajas con la comida para los jueves y las que preparamos mensualmente.
–¿Cuál es el perfil de su beneficiario?
–La mayoría son familias con niños en edad escolar. Para ellos son esenciales los pañales, potitos, toallitas, leches de continuación... Un problema con el que nos hemos encontrado es que cuando se convoca una campaña de recogida de alimentos, poca gente se acuerda de estos productos tan necesarios. De cara a la que estamos preparando para Navidad, buscamos alimentos adecuados para estas fechas, para que también estas personas las disfruten, como surtidos navideños, cacao, café, azúcar, productos de desayuno... Por otra parte, también de limpieza e higiene personal.
–Usted considera que otra forma de ayudar es mantener a los vecinos informados. ¿Cómo lo gestiona?
–A través de las charlas 'Social Café'. Durante mi mandato político, fui muchos años responsable de la comisión social. Por esta experiencia previa, me doy cuenta de que queda mucho por hacer. Me ofrecí, tanto al Ayuntamiento como a los Servicios Sociales, a dar una serie de charlas informativas a los vecinos para que supieran de qué recursos disponen y hacer también campañas de prevención en diferentes áreas. Ojalá quieran seguir colaborando en este sentido. Tratamos sobre la seguridad ciudadana, los presupuestos municipales, temas de salud, prevención... También este año habrá escuela de padres.
–También está al tanto de las ofertas de empleo.
–Cada semana publicamos las ofertas del Servicio Cántabro de Empleo. No le puedo decir si se consigue algo o no, porque no nos lo dicen. Lo que sí tengo claro es que la gente viene a mirarlo. No todo el mundo tiene acceso a internet o se maneja con esta herramienta.
–¿Siente que los jóvenes son solidarios?
–La educación española está a años luz de la Suiza, aunque he notado mejoría. Pero creo que los padres deben involucrarse más en su educación. No dejarlo todo en manos del colegio.
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