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Objetivo Montessori: aprender desde el error

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María Gil Lastra

Objetivo Montessori: aprender desde el error

La Anunciación de Santander es el único colegio de la región que imparte este método educativo alternativo a sus alumnos

maría buenaposada

Santander

Lunes, 11 de junio 2018, 07:17

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Don Álvaro Asensio, el titular del colegio La Anunciación de Santander, volvió hace cinco años de un viaje a Roma fascinado por un método alternativo de evangelización, basado en Montessori y denominado el Atrio del Buen Pastor. A su vuelta, trajo consigo dos monjas para exponérselo al claustro de profesores, caló con rapidez y en seguida comenzó la vorágine del inicio de una nueva manera de enfocar la educación en Cantabria.

Dentro del aula los pilares básicos de este método se centran en el interés del niño, es él quien determina qué es lo que quiere aprender primero y cuánto tiempo se dedica a ello, como asegura la educadora: «el respetar los ritmos y el momento evolutivo del niño es lo esencial, dar a cada uno lo que necesita cuando lo necesita, que sean los verdaderos protagonistas de la enseñanza. En Montessori el error tiene cabida, el error es aprendizaje.» afirma. Además los niños se mezclan por edades según su ciclo de desarrollo, con el propósito de fomentar el desarrollo social y el aprendizaje tanto de mayores como de pequeños. Hasta primaria, la responsable del centro describe la manera de trabajar como «por proyectos y sin libros de texto», impartiendo las clases según los puntos de interés del niño y todo lo realizado complementándolo con actividades Montessori que fomentan el aprendizaje mediante la manipulación manual.

La Anunciación es el único colegio en Cantabria que habla del método Montessori en su carta de presentación. A pesar de que no es una institución que utilice esta disciplina en todos los cursos, la filosofía sí está presente. Es un colegio concertado y católico en toda su oferta pedagógica (hasta sexto de primaria), y sus principios se usan mayoritariamente con niños desde infantil hasta el primer ciclo de primaria, es decir, hasta los siete años. A partir de esa edad los materiales Montessori son más escasos, pero una de las intenciones del centro es que poco a poco esto vaya cambiando, «la idea es ir implantándolo a base de pequeños pasos, sobre todo en ciencias para todos los ciclos, trabajar más por proyectos. La clave es la prueba-error en el aprendizaje. Hay que cambiar la idea de la educación que hemos recibido todos.» asegura Ana San José Lera, directora pedagógica del centro.

Desde el principio de la propuesta, en la Consejería les han dejado cierta independencia, especialmente en el aula de dos años e infantil, a partir de primero de primaria el currículum a cumplir por parte de los colegios es más estricto y esa es una de las razones por las que no pueden implantar la disciplina de manera más específica.

La necesidad de un cambio

En total reciben la educación alrededor de 110-115 alumnos en el centro, hasta los 5 años se encuentran la mitad de estos, y el resto en primaria. «En cada clase tenemos unos 15 alumnos, estamos encantados de no tener 28, pero hay gente que nos tiene en el punto de mira por eso», cuenta la directora. Raquel García, una de sus profesoras, confirma que están «en un momento en el que no hay natalidad, es la circunstancia ideal para bajar la ratio de los colegios. Es un tema importante que se tendría que plantear la administración, no se puede pretender que un profesor atienda a 30 niños por igual» sostiene.

En lo que tiene que ver con los maestros, desde el inicio del proyecto en el Colegio, tanto los nuevos como los más veteranos han sido formados en el método y la filosofía se sigue en todo el centro. Todos coinciden en que el sistema actual de educación está «obsoleto» y los alumnos están «muy desilusionados y frustrados», lo que provoca una alta tasa de abandono escolar en los cursos superiores.

Está produciéndose una alteración sobre todo en infantil y primaria, lo primero que tiene que haber es una concienciación y una sensibilización del profesorado, no tener miedo a lo distinto y lanzarse a realizarlo poco a poco.

Las familias empiezan a ser muy demandantes de este tipo de educación, llega un perfil de padres que buscan algo diferente, muchos de ellos lo que buscan es el clima familiar, algo distinto, una manera diferente de trato y aprendizaje para sus hijos. Cada vez hay más demanda.

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