«Renfe debe tratarnos como personas, no como animales de transporte»
Los usuarios del servicio de Cercanías han elaborado un Plan de Choque que quieren que estudie la Mesa del Ferrocarril en su próxima reunión
Los usuarios de las Cercanías ferroviarias de Cantabria se sienten «desamparados». Denuncian la dejadez continuada de la compañía impulsada por el olvido de la Administración. ... Ahora se han agrupado en torno a las Mesas de Movilidad. Sergio Peña (Torrelavega, 1981) es su portavoz, y habla directo. Pide que no les traten «como al ganado».
–¿Qué radiografía hacen desde las Mesas de Movilidad del actual estado de la red de Cercanías?
–Están abandonadas por completo desde hace muchos años. No se ha invertido ni en personal ni en infraestructuras, por lo que ahora sufrimos esta dejadez.
–De lo que no hay duda es de que no hay semana en la que no se registre alguna jornada caótica.
–Es lo que sufrimos con estos trenes viejos y con unas infraestructuras obsoletas. Estamos hartos y muy quemados por los retrasos, las cancelaciones, las averías... Pedimos a Renfe que ponga a los viajeros en el centro de las decisiones, que nos trate como personas y no como animales de transporte. En Galicia, la compañía ha recibido al colectivo de usuarios para negociar posibles mejoras hasta la llegada de las inversiones prometidas por el Gobierno central.
–El responsable de Renfe para Cantabria, Javier González Villoria, les pidió disculpas en estas páginas y afirmó que entendía sus quejas y reivindicaciones. ¿Les sirve?
–Lo que pedimos a Renfe y a la Delegación de Gobierno, que es quien ostenta las competencias en la región, es que comiencen a trabajar de una vez por todas con planes de emergencia, no a cuatro o cinco años vista.
–La compañía dice que el año pasado sólo se cancelaron 886 trenes de 61.720, ¿qué le parece?
–Es que nosotros manejamos otras cifras. No creemos que esos sean los números. Son mucho más altos, seguro. De hecho, en 2022 hemos empezado a contar para ver si el total coincide con el que nos aporte Renfe.
–¿Se sienten abandonados?
–Sí. Sorprendentemente cuando empezamos a salir en los medios de comunicación comenzaron a proliferar declaraciones institucionales en apoyo de las Cercanías en los ayuntamientos afectados. Pero lo realmente curioso es que ninguno de los últimos Gobiernos regionales, da igual el color político, haya apostado por este medio de transporte. Ahora el PSOE mira de reojo y se pone de medio lado porque es el que está en el poder a nivel estatal, al igual que la Delegación de Gobierno y su diputado en el Congreso, Pedro Casares; el PRC parece que se quiere sumar en este momento a nuestras quejas, al igual que el PP. Pero estos dos últimos también gobernaron juntos y no hicieron nada.
–¿Cree que es una postura impostada?
–Ahora todos se quieren subir al tren tras ver que las quejas son masivas. Pero han sido ellos los culpables de haber llegado a esta situación. Tampoco se nos escapa que estamos en año preelectoral. Es curioso. Cada vez que salimos en los medios de comunicación denunciando algún episodio, a las cinco horas anuncian un nuevo paquete de medidas. La gente está cansada de que se menosprecie la inteligencia del ciudadano.
–En la próxima reunión de la Mesa del Ferrocarril se lo podrán trasladar. ¿Ya les han convocado?
–No, y estamos a mediados de febrero. El director general de Transportes, Felipe Piña, se comprometió a celebrar un nuevo encuentro antes de marzo. Se lo acabamos de recordar por escrito. Eso sí, queremos que acudan todos. No puede ser que falte Adif, como la última vez, y que ni siquiera dé explicaciones. Fue una vergüenza. Aunque, bueno, Renfe sí estuvo y dentro nos acusó de alarmistas y negó la existencia del caos y fuera trasladó justo lo contrario.
–¿Cree que maneja un doble discurso?
–Por supuesto, estamos convencidos.
–Han enviado un plan de choque para que se estudie en la próxima reunión de la Mesa. ¿En qué consiste?
–Son cuatro ejes de actuación concretos. Que aumente la inversión para destinar a talleres, y así evitar tantas averías, y también a la atención personal al usuario; que se elimine el ASFA digital 4.1 que sólo está ocasionando retrasos y trastornos hasta que haya una versión mejorada; que haya una compensación económica exprés, como sucede en otras comunidades autónomas, cuando el tren llega más de quince minutos tarde; y que nos den una información más clara y accesible para saber en todo momento, cuando surgen estos problemas y se suprimen servicios, si el próximo tren que nos recoja va directo, si hará paradas... porque lo de ahora es una locura.
–Lo que no se entiende es que en pleno siglo XXI las reclamaciones no puedan ponerlas por ningún medio electrónico.
–Es que Renfe va a la inversa de evolución humana. Sólo podemos hacerlo por escrito en las estaciones que tienen personal, que no son muchas. Y, claro, cuando vas a hacerlo, tienes delante al resto de viajeros que iban en ese mismo tren. Así que muchas veces desistes.
–Los problemas de accesibilidad son otro de sus caballos de batalla. ¿Qué problemas detectan?
–Se han hecho obras en algunas estaciones como las de Renedo de Piélagos y Bezana, pero no son suficientes. En el apeadero de Mar, en Polanco, hay una chica que tiene movilidad reducida y que para acceder al tren su familia le ha tenido que diseñar unas rampas que ellos mismos deben colocar. Hay trenes que o no tienen este sistema o directamente está averiado y no funciona. Esto afecta también a las personas que van con un carrito de niños o incluso para personas mayores, puesto que la separación entre el tren y el andén es excesiva.
–Otra de sus quejas es la suciedad. Renfe dice que sólo es por fuera.
–Pues que hay un tren que hasta ya tiene mote. Se le conoce como el cochambroso. Hay otros incluso con goteras...
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