La Ley del Suelo que proyecta el Gobierno genera dudas entre el sector inmobiliario

Eso sí, sus responsables todavía tienen ciertas «dudas» e «inquietud» en vista de que la nueva normativa aún se está cocinando y de momento se desconoce cómo quedará el texto definitivo. Por eso, el sector mantiene cierta cautela y considera que es «pronto» para que cualquier potencial cliente se interese por un asunto que abre las puertas no solo al desarrollo urbanístico de algunos municipios con mucha extensión de suelo rústico -entre ellos los despoblados-, sino para aquellos que residen fuera de Cantabria y quieren establecer su segunda vivienda aquí, a un precio razonable.

Y es que según comenta Miguel González, de la Inmobiliaria Mi Piso de Laredo, «hay poco stock de terreno urbano y el precio es desproporcionado, inaccesible, ya que hay poca oferta y mucha demanda». González, que reconoce que tiene que estudiar todavía las diferentes enmiendas que han presentados los grupos parlamentarios, apunta que hay muchos municipios que no tienen aprobados planes generales y poseen «mucho suelo rústico». «Y hay demanda de ese tipo de suelo», incide.

Según apunta este agente inmobiliario, municipios de la comarca oriental como Voto y Bárcena de Cicero se verían beneficiados con la nueva normativa al disponer de «mucho suelo rústico». «Es que ahora vale más un terreno que construir la casa». Además, González afirma que esta nueva ley permitiría «estabilizar e incluso bajar el precio del suelo urbano».

Más dudas tiene la directora comercial de Mikeli, Galia Fuentes, porque apunta que «la última palabra la tienen los ayuntamientos a través de sus ordenanzas». Al menos es la información que tiene, a la espera del texto definitivo, tras conocer la postura sobre esta ley de Norma Pardo, abogada experta en derecho administrativo y urbanismo y que ha participado en la redacción de documentos de planeamiento y de gestión urbanística en diversos ayuntamientos. «¿Qué seguridad va a haber?», cuestiona, al tiempo que considera que la normativa está «cogida con pinzas». «Es muy ambigua, porque no habla de que se tengan que construir en esos suelos vivienda habitual, como hasta ahora, lo que permitiría a gente de fuera levantar aquí su segunda vivienda», reflexiona.

En esta misma línea, Reme Díez, de Camargo Inmobiliaria, reconoce que «la gente todavía no lo tiene muy claro», de ahí que, de momento, nadie se haya dirigido a ella para interesarse por el tema. Situación similar a la de otras inmobiliarias de Castro Urdiales, Santander, Laredo y Torrelavega consultadas ayer por El Diario Montañés. «Es pronto todavía, hay que conocer las 'coletillas' del documento final. Si lo ponen fácil o no. Además, la última palabra la tiene cada municipio», valora Díez.

Verónica Fernández, de Aila Inmobiliarias, también cree que es «una buena oportunidad» para dar «más posibilidades», aunque no cree que los precios vayan a ser más bajos por ser suelo rústico: «El que vende, quiere sacar cuanto más mejor, lo máximo posible». Aun así, hasta la fecha, la asociación de inmobiliarias a la que pertenece no ha notado «una revolución» de compradores interesados en este asunto.