Una exposición en el hospital Valdecilla muestra el talento y compromiso de jóvenes artistas

Durante los últimos cursos la Escuela de Reocín viene realizando una serie de actividades educativas encaminadas a colaborar en la construcción de una educación comprometida con mejorar la sociedad y la vida de las personas que lo integran. Para ello, según explican desde el centro, emplearon como metodología educativa el aprendizaje y servicio, una práctica en la que el alumnado aprende mientras actúa sobre necesidades reales con el fin de mejorarlas. Eligieron trabajar con Amara Cantabria, una asociación que trabaja en mejorar la calidad de vida de todos los niños afectados diagnosticados de cáncer.

El proyecto, que se desarrolló a lo largo del curso pasado, comenzó con una serie de charlas formativas para sensibilizar a los alumnos y, una vez que tuvieron conocimiento del trabajo de Amara y de las necesidades de los niños comenzaron los trabajos desde diferentes ópticas y formatos de los tres ciclos formativos de Artes Plásticas de la comunidad autónoma de Cantabria y los ciclos elegidos fueron los de Joyería Artística e Ilustración, de la Escuela de Arte nº1, y de Fotografía Artística que se imparte en el colegio Ángeles Custodios.

A lo largo del todo el proceso los alumnos contaron con la colaboración del Hospital de Valdecilla que en todo momento les facilitaron el trabajo y el resultado, que podrá verse en esa exposición que permanecerá abierta hasta el día 23, se divide en tres partes.

La primera, que lleva por título 'El tratamiento como joya' es una colección de joyas realizadas con materiales que se usan habitualmente en los tratamientos que se ofrecen en Valdecilla y con la que los alumnos quieren poner de manifiesto el valor del tratamiento oncológico y su proceso «como joya u oportunidad para superar la enfermedad y el dolor».

Los alumnos de ilustración se plantearon su colaboración con el objetivo de hacer más agradables a los pacientes la estancia en el espacio hospitalario. Para ello trabajaron en una solución decorativa unificada para las puertas de las habitaciones de la décima planta del hospital. En ella conviven adultos y niños que siguen tratamientos oncológicos y por ello, las ilustraciones tienen un carácter evocador y reflexivo facilitando la convivencia de ambas franjas de edad. Pero además y para hacer más llevadera las horas de espera de los más pequeños, estos alumnos han diseñado una serie de personajes que se presentan en forma de juguetes recortables que pueden personalizar y montar.

La aportación de los alumnos de fotografía artística de los Ángeles Custodios se dividió en dos líneas de trabajo. Por un lado se hicieron fotos del producto, a partir de las obras creadas por los alumnos de joyería con materia médico y fotografía editorial con esas piezas artísticas sobre modelos. Por otro, y a partir de los textos escritos por el poeta y periodista Marcos Díez, los alumnos elaboraron las imágenes de un calendario que trata de conceptualizar los sentimientos que esta enfermedad provoca en las personas que los sufren y su entorno humano.