José María Pou: «Hay que tener cuidado con los ideales que se convierten en obsesión»
El actor, que protagoniza este sábado la obra 'Moby Dick' en el Teatro Concha Espina, afirma que Ahab «es el personaje más complejo y difícil» de su carrera
El próximo sábado, Josep María Pou (Mollet del Vallès, Barcelona, 1944) capitaneará el Pequod en busca de Moby Dick. Lo hará en el Teatro Concha ... Espina de Torrelavega, en la primera gran cita del Festival de Invierno, y lo hará dejándose la piel, en «uno de los papeles más complicados» de su carrera. En realidad, la obra le llegó a él. «Nunca antes había pensado en representar al capitán Ahab pero cuando me lo ofrecieron me pareció una propuesta interesante». Se estrenó hace ahora un año, en el Teatro Goya de Barcelona y tras cuatro meses en cartel inició una gira que le trae a la capital del Besaya antes de recalar en Madrid donde se podrá ver hasta el próximo mes de mayo. «Este es un oficio que te sorprende continuamente y jamás había reparado en un personaje como Ahab, que es el más duro, complejo y difícil de los que me he enfrentado en mi carrera y eso que he hecho muchos de ese tipo», señala.
Con cincuenta años de una profesión «que me ha convertido en lo que soy, pues no tengo ninguna duda de que si no fuese actor sería una persona completamente diferente a la que soy ahora», a Josep María Pou le han sorprendido mucho las aristas del personaje que representa, pero también la respuesta del público. «La acogida está siendo fantástica con la sala puesta en pie en todas las representaciones que hemos ofrecido hasta ahora y me asombra porque no es una obra ni fácil, ni complaciente. No es una comedia amable para pasar el rato», asegura. Se trata más bien de un espectáculo que requiere un gran esfuerzo por parte del espectador que al final va a formar parte de esa aventura «angustiosa» a la que se enfrentó este capitán y su tripulación en el Pequod. «Es la historia de un hombre obsesionado por una venganza y un viaje hacia la muerte, porque él busca la ballena blanca sabiendo que cuando se produzca el encuentro va a morir».
Del personaje que interpreta, Pou repite las palabras que en su momento dijo el novelista Ray Bradbury, que también fue el guionista de la versión que John Huston llevó al cine con Gregory Peck como protagonista, «y que ya me gustaría que se me hubieran ocurrido a mí», según afirma. Una definición que viene a decir que Ahab es tan potente y tan épico que se trata «del personaje que hubiera querido escribir Shakespeare pues está a la altura de Otelo, Macbeth o incluso de Hamlet».
«No es un espectáculo fácil ni complaciente y requiere un gran esfuerzo por parte del espectador»
La versión, sin embargo, que se va a ver este sábado en Torrelavega está menos dulcificada que la de la gran pantalla tal y como explica. «Ahab no es ni siquiera un personaje. Es otra cosa con la que el público debe lidiar. No es simpático, ni alguien al que te guste acompañar en su peripecia marina a lo largo de la hora que dura la función. Al contrario. Es odioso y un dictador que trata fatal a su tripulación y al que le importan únicamente sus intereses personales que giran entorno a una obsesión por la venganza y la muerte. Sin embargo, está construido con la madera de esos grandes personajes heroicos que aún sabiendo que tienen mucho de negativo en su personalidad y en su carácter no puedes dejar de admirar por su valentía y el arrojo que tienen».
«Hemos dado más importancia al personaje de Ahab que a la aventura de la caza de la ballena»
En cambio la película, tal y como explica, «siendo una obra de referencia en la historia del cine» se limitó a lo que el público más conoce de la novela 'Moby Dick' y que «se limita prácticamente a la aventura de la caza de la ballena y a la relación de los marineros entre sí». Y es que tal y como indica Pou, una gran parte de la gente que cree haber leído la novela, entre los que se encontraba él mismo antes de enfrentarse a este papel, «en realidad han leído una versión muy reducida del original, que tiene casi un millar de páginas, y que es mucho más compleja que la que desde entonces los editores han decidido que debe llegar a nosotros».
Por ello, tal y como explica, «cuando el director Andrés Lima y Juan Cavestany, que se encargó de la adaptación, decidieron llevar esta obra al escenario quisieron, precisamente, que el público conociera esa parte más desconocida de la novela, la del auténtico protagonista de la aventura y de su viaje personal a la muerte. Yo mismo me sumé a esa interpretación y por eso, en la obra no le damos tanta importancia a la aventura de la caza de la ballena si no al proceso muy personal de ese capitán Ahab enloquecido por la venganza y su viaje hacia la muerte. Un viaje teatral porque el montaje está vestido de una forma increíble tanto por la escenografía, la iluminación como por la música que no dejarán indiferente al público».
Para Pou no se debe confundir el luchar por perseguir un ideal con una obsesión como la que tiene el protagonista de esta obra. «Hay que tener cuidado con esto. Creo que las obsesiones pueden conducirte a caminos tortuosos y convertirse en un peligro, una especie de locura como le ocurre al capitán Ahab que lo que comenzó con un sentimiento de venganza le genera un sentimiento de venganza total que le lleva a locura. Él mismo, al principio de la obra le explica a otro personaje que no es un loco, sino que es la locura enloquecida».
Encuentro
A la satisfacción que le ha dado llevar a las tablas a este personaje, Josep María Pou reconoce que otra de las grandes alegrías que le ha dado ha sido el poder conocer más en profundidad al dibujante e ilustrador cántabro José Ramón Sánchez cuyos dibujos sobre este mismo personaje se expusieron en el Teatro Goya al tiempo que las representaciones. «Es una persona a la que yo admiraba desde hace muchísimo tiempo, desde que presentó una magnífica exposición sobre la historia del cine. Incluso hubo un momento hace más de veinte años que estuvimos a punto de trabajar juntos en un proyecto que finalmente no cuajó. De repente y por casualidad los dos trabajábamos alrededor de 'Moby Dick', él con su libro maravilloso y yo con la obra. Es un ser extraordinario y un ser humano increíble», asegura.
Volver a Torrelavega, «una ciudad en la que el público tiene un gran conocimiento sobre el teatro» también le ilusiona. Se le pregunta por qué hace tanto tiempo que no viene a Santander con sus espectáculos y asegura que él es primer sorprendido de que en los últimos años ningún programador de la capital cántabra se haya interesado por sus obras. «Me encanta Santander y nada me haría más feliz que volver allí donde tantas veces he actuado», asegura.
Como 'Catalán del año en 2017' también se le pide una opinión sobre la situación política de su tierra. «No estamos viviendo buenos momentos, reconoce, y no soy pesimista, pero no veo una solución a corto plazo. Espero que los ideales no acaben en obsesiones», comenta.
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