La UIMP cierra el círculo reuniendo a 29 doctorandos de toda España
Los II Encuentros Doctorales de la Menéndez Pelayo atraen a investigadores que se están haciendo preguntas importantes en campos como las ciencias agrarias, la IA, las migraciones o el cambio climático
Con sus 'II Encuentros doctorales', la UIMP ha cerrado el círculo. Tras dedicar dos aulas este verano a orientar a los bachilleres y a los ... universitarios que se asoman a su siguiente etapa académica y profesional –las Aulas Blas Cabrera y Ortega y Gasset, para más señas–, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo reunió la pasada semana en La Magdalena a 29 doctorandos deseosos de lo mismo: de aprender, de compartir y de dar su siguiente paso con tiento.
«En el mundo académico veo la posibilidad de construir un espacio para cambiar la sociedad», dice a modo de declaración de intenciones Camila Gutiérrez, graduada en Relaciones Internacionales, con un máster en cooperación internacional, y con un doctorado entre manos que quiere dedicar a la migración climática, un fenómeno que plantea retos económicos y sociales a todos los niveles; un fenómeno del presente, explica Gutiérrez, también docente universitaria, en un receso de los encuentros celebrados en el hall real de La Magdalena. Las sesiones abordaron cuestiones varias: del valor del doctorado a la propiedad intelectual, pasando por las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial (IA) o las posibilidades de la comunicación efectiva –con una clases práctica de título más que sugerente: 'Cómo dar el discurso más memorable–. Los cuatro días de encuentro finalizaron con una mesa redonda dedicada a todo aquello que ocurre 'Más allá del doctorado', es decir, con una ventana abierta a las oportunidades de desarrollo académico y profesional que esperan a esta treintena de estudiantes. La conferencia de cierre corrió a cargo de Álvaro Pelayo González, catedrático de Geometría y Topología en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
'Economía y Gobierno' y 'Ciencia y Tecnología' son los dos programas de la UIMP
«No somos islas. Tenemos que aprender del otro. La interdisciplinariedad es necesaria»
¿Y el formato del encuentro? Los organizadores pusieron empeño en que fuese participativo y alejado las formas magistrales, con debates, coloquios, presentación de pósteres científicos, talleres y, lo que es importante también, tiempo de descanso y de esparcimiento para charlar y poner en común las dudas que surgen cuando se comparte un mismo momento vital. Precisamente, la presentación de los pósteres permitió hacerse una idea de los intereses y campos de acción en los que han decidido moverse estos doctorandos, cuestiones macro y micro que se asoman a los mercados financieros, a la IA y la gestión pública, el cambio global reflejado en la anidación de tortugas marinas en Costa Rica, al papel de las instituciones de educación superior en el desarrollo de los ODS, o a la identificación de la fatiga en los deportistas a través de los marcadores neurofisiológicos, entre otros. Un mapa de intereses bastante completo.
Dirigido por el Vicerrectorado de Posgrado, Investigación y Formación Permanente de la UIMP, en manos de Margarita Alfaro, el encuentro dio para mucho. «La universidad tiene un papel muy importante a la hora de promover el conocimiento y esta es una gran oportunidad de hacerlo», consideraba Camila Gutiérrez al principio de la semana.
'Ciencia y Tecnología'
En esencia, los doctorados, las investigaciones nacen de una o más preguntas. En su tesis, Camila Gutiérrez se ha hecho varias sobre las migraciones, el efecto de las políticas públicas y la vulnerabilidad social. Francisco López Carbonell ha hecho lo propio en el ámbito de las ciencias agrarias, porque en su tesis investiga sobre la combinación de las herramientas de teledetección y el aprendizaje automático (IA) para un «manejo preciso» de las malas hierbas y la biodiversidad florística.
A pesar de pertenecer a áreas de conocimiento bien distintas, Gutiérrez, López Carbonell y sus compañeros de los encuentros doctorales de la UIMP presentían hace unos días que encontrarían puntos de conexión académica. «No somos islas, estamos y tenemos que estar conectados. La interdisciplinariedad es necesaria. Es importante aprender de otros doctorandos», apuntaba Gutiérrez con convicción.
Con el CSIC, la Fundación Ortega-Marañón y Centro de Estudios Monetarios y Financieros
Los doctorandos presentaron sus avances con pósteres y comunicaciones orales
Las jornadas estuvieron dirigidas a estudiantes de los programas de doctorado que oferta la UIMP, y también de otras universidades e instituciones nacionales e internacionales. Gutiérrez y López Carbonell son ejemplo del primer bloque, es decir, de los dos programas de posgrado que la UIMP pone en marcha en colaboración con diferentes organismos e instituciones científicas. El primer programa lleva por título 'Ciencia y Tecnología', y en el mismo entra en juego el CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Oferta cien plazas –80 de ellas para estudiantes a tiempo completo–, se compone de varias áreas de conocimiento –cambio global, biodiversidad, cristalografía, polímeros, energías renovables y biociencias– y, hasta la fecha, se han defendido más de una treintena de tesis doctorales bajo este paraguas; tesis dedicadas a la 'Recuperación y conservación del cangrejo de río autóctono (Austropotamobius pallipes)'; al 'Desarrollo de nuevos sistemas poliméricos sostenibles basados en diferentes polioles'; o al 'Análisis y evaluación biológica de materiales antimicrobianos de nueva generación', por citar solo tres asuntos.
Ligada como está al Instituto de Ciencias Agrarias (ICA-CSIC), la investigación de López Carbonell se encuadra en este programa. También la de su compañero Miguel Ángel Herrezuelo Bermúdez, que, en su caso, se ha propuesto responder a preguntas ligadas al rendimiento de los cultivos en condiciones de estrés hídrico mediante productos y herramientas de teledetección satelital. Al enterarse de su existencia, López y Herrezuelo consideraron que los encuentros podrían ser una buena forma «de compartir información» con investigadores de otros ámbitos, sin perder de vista, claro está, que las ciencias agrarias tienen repercusión en lo económico, en lo social, en lo político, en casi todo.
De hecho, sus investigaciones sobre monitorización de los cultivos vía satelital redundan, al final, en «un mejor manejo de los recursos en el campo», en la eficiencia, en el rendimiento de las cosechas, en la sostenibilidad, explican, todos asuntos que están en sintonía con el Pacto Verde de la Unión Europea, y que, a grandes rasgos, es una estrategia pensada para convertir Europa en el primer territorio climáticamente neutro. ¿Cuándo? En 2050. ¿Cómo? En parte, con políticas sostenibles, con reducción de herbicidas, con el fomento de la biodiversidad agraria, con investigación.
'Economía y Gobierno'
Así las cosas, López y Herrezuelo llegaron la pasada semana a Santander con idea de «escuchar testimonios y experiencias» de sus compañeros, también contentos por que la UIMP ceda espacio a los doctorandos. «Es muy conveniente conocer otras perspectivas, generar contextos... Puede serte muy útil», consideraron.
Con la misma idea aterrizaron en la ciudad Camila Gutiérrez y su hermana Daniela, que también es doctoranda y que ha decidido centrarse en investigar la gestión gubernamental de las migraciones y en identificar las tendencias que primen en el mundo. También formada y especializada en relaciones y política internacional, Daniel Gutiérrez ha trazado un marco teórico con idea de concretar y sacar conclusiones sobre el crimen organizado y las redes de trata de personas.
Su tesis, también la de su hermana Camila, se encuadra en el segundo programa de doctorado de la UIMP: 'Economía y Gobierno', que se asoma a las ciencias sociales y jurídicas, y que nace de la relación de la Menéndez Pelayo con instituciones como la Fundación Centro de Estudios Monetarios y Financieros (Cemfi) y la Fundación José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón (FOM), y bajo cuyo paraguas se han defendido más de 60 tesis hasta la fecha. Se imparte, como el de 'Ciencia y Tecnología', en español e inglés y dispone de 20 plazas, 15 reservadas para estudiantes a tiempo completo y el resto, para los que investigan a tiempo parcial.
¿Y qué temas se han investigado ya? 'La práctica de la incidencia política: hacia la gobernanza colaborativa. Estudio de caso en Quintana Roo, México'; el 'Papel de las empresas españolas en la reducción de la desigualdad en España', o la 'Conflictividad y cooperación ruso-china en Asia Central. El caso de Kazajistán', por citar otros tres ejemplos.
Como muchas otras cosas en la carrera científica y académica, el doctorado no es necesariamente lineal. La investigación de Daniela es prueba de ello. Su idea original era estudiar las relaciones África-Europa, pero el regreso de Donald Trump al poder en EE UU le hizo cambiar el punto de vista y de partida.
En Santander, ella y su hermana confiaban en enriquecer sus perspectivas con las de sus compañeros. «La UIMP nos da acompañamiento en el doctorado. Hay comunicación y medios para ello», como estas jornadas, «en las que hay perfiles muy distintos en el aula», valoró Daniela.
«Una gran oportunidad»
La inauguración de los encuentros corrió a cargo del rector de la UIMP, Carlos Andradas, que celebró la presencia en La Magdalena de los doctorandos, a los que reconoció como «buscadores de todo» y a los que dedicó algunos versos de José Hierro. También participaron en el acto celebrado en el hall real del Palacio la vicerrectora Margarita Alfaro, y Mercedes de la Fuente, coordinadora de Estudios y Programas de la Menéndez Pelayo.
Todos destacaron la recuperación de este formato, que no es nuevo, pero al que ahora se le ha dado «continuidad», recuerda De la Fuente poco después, que lo considera una «gran oportunidad» para conectar a los doctorandos de diferentes disciplinas, sin perder de vista la idea de fondo: la transferencia del conocimiento a la sociedad. Y «una gran oportunidad» para trabajar en alianza con «los grandes centros de investigación del país», como el CSIC y todos sus institutos.
Tras la experiencia del pasado año, que se saldó con una matriculación similar, este año la programación se ha centrado en cuestiones concretas como la IA. Y lo ha hecho «de forma práctica», destaca la coordinadora, para que, más allá de los debates sobre la naturaleza de la inteligencia artificial, los alumnos aprendan a un «utilizarla bien», conociendo a fondo y usando «modelos» personalizados. «La meta es capacitar a los investigadores para que utilicen estas potentes herramientas como un aliado eficaz y responsable en su trabajo», recoge el programa de los encuentros.
Otro de las patas del encuentro fueron las sesiones dedicadas a los proyectos del alumnado, que pudo compartir sus avances con comunicaciones orales y pósteres. Ha sido una «forma de darles voz» y ayudarles a exponer sus trabajos ante un auditorio que les pudo preguntar y hacer aportes varios; algo así como «una forma de ayudarles a fluir».
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