La némesis de Peñacastillo
J. Cuesta se deshizo el domingo de nuevo de los de Cañas tras ser la última peña en hacerlo en Liga, en junio del año pasado
Ocho de junio de 2019, jornada catorce en División de Honor. Pese a empezar perdiendo, J. Cuesta remonta ante Peñacastillo Anievas Mayba para llevarse los ... dos puntos de la Mateo Grijuela. Los de Cañas peleaban la primera plaza liguera con Roper, que ese día también perdía en Loredo. Veintiuno de marzo de 2021. Jornada uno de la División de Honor, ahora Liga Rucecan. En partido disputado en la Severino Prieto J. Cuesta vuelve a superar a Peñacastillo en un enfrentamiento en el que los dos formaron con el mismo cuarteto inicial que en 2019. Entre medias, los santanderinos no habían vuelto a perder un encuentro.
La peña de Cerrazo se ha convertido ya, por derecho propio, en la bestia negra de un equipo que solo sabe perder en el torneo de la regularidad ante la partida capitaneada por Isaac López. Tras 38 partidos sin conocer la derrota los colosos de Cañas se volvieron a cruzar ante un conjunto que ha empezado la temporada en buen estado de forma y que se llevó un choque en el que, de nuevo, habían comenzado perdiendo. «El partido tuvo dos fases. Hasta el 1-2 fue para ellos y para mí fue clave el cuarto chico», señala Isaac. «Nosotros de dieciséis metros y raya al medio al pulgar no acertamos a cerrar y les dimos una oportunidad que ellos no aprovecharon. A partir de ahí ese parcial lo jugamos de manera excepcional para mandar a dos grandes jugadas. Consiguieron igualar en la primera pero se quedaron a un bolo en la segunda. A partir de ahí nos salieron a nosotros las cosas bien y a ellos no tan bien».
Un encuentro previsto en Cerrazo y que finalmente se tuvo que trasladar a la bolerona de El Malecón. Los campeones empezaron bien, dominadores desde la distancia máxima, pero tras un intercambio de golpes en el cuarto chico vieron cómo el resultado se ajustaba y finalmente los puntos se quedaban en casa.
Para Isaac López, capitán de la entidad del Besaya, el resultado «no deja de ser una anécdota»
En las tres temporadas consecutivas en las que se ha llevado la División de Honor, Peñacastillo nunca había comenzado el curso con derrota. Un empate ante Roper en 2018, una victoria ante la propia J. Cuesta en 2019 y un arrollador partido ante Comillas en 2020 trazaron un camino victorioso que en los dos últimos años solo se había estrellado ante los de Cerrazo. Y es que el saber sobrevivir ha sido uno de los secretos del éxito de los de Cañas estos años, en los que han sido capaces de revertir partidos que tenían perdidos. El mejor ejemplo, ante Ribamontán en Loredo el pasado curso, cuando Jesús Salmón encontró un emboque que él mismo había escondido para empatar in extremis.
Un dato estadístico
Para Isaac, que su peña haya sido la única que ha derrotado en Liga a la campeona no deja de ser una anécdota, aunque fruto de que ellos han hecho las cosas bien. «No deja de ser un dato curioso, una anécdota que queda para las estadísticas, pero nosotros estamos encantados de que nos haya tocado ser el equipo que que les bata en el torneo liguero. A partir de ahora tenemos que centrarnos en continuar la temporada actual».
Aunque en Liga la trayectoria de Peñacastillo sí ha sido inmaculada, la entidad santanderina sufrió el año pasado otras dos derrotas, ante El Pendo y Hermanos Borbolla en las finales de la Copa Presidente y la Copa Apebol respectivamente, y ya este curso cayó en los octavos de Apebol ante Andros La Serna. Cuatro derrotas en casi dos años para una peña que en 2019 se llevó los cinco títulos colectivos que disputó y que el año pasado levantó la División de Honor y la Copa Federación.
Como consuelo para el cuadro capitaneado por Jesús Salmón, el principal aspirante a arrebatarles el entorchado liguero, Andros, también se dejó los dos primeros puntos de la temporada por el camino en su debut, en este caso al caer en Maliaño ante Casa Sampedro. La temporada en la Liga Rucecan empieza fuerte y es Camargo El Pendo, ahora reforzada con Pedro Gutiérrez, la que lidera la competición tras su victoria ante Comillas.
Para J. Cuesta, el triunfo supone recuperar la autoestima perdida tras caer en la final de Apebol en el último suspiro. «Para nosotros supone una inyección de moral tras la derrota un poco cruel ante Andros. Con todo lo que ha rodeado a la peña estos meses creo que viene bien para afrontar la Liga con más ganas y todavía más fuerza».
Son los primeros trazos de una Liga que no va a dejar indiferente a nadie. Primero por su duración de 30 jornadas, cuatro más que años precedentes. Segundo, porque el campeón ha demostrado que es mortal y, además, tiene enfrente una partida a su altura. Y, tercero, porque con cuatro descensos en juego la guerra va a ser dura, cruenta y sin cuartel. La pelea por la permanencia es la tapada de un torneo en el que nadie va a regalar nada. Algo que, en el acto inaugural, Peñacastillo y Andros ya sufrieron en sus propias carnes. Y solo era la primera jornada.
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