La baja de Juan Carlos Arana revive otro verano sin delanteros
El canario, con una rotura en un dedo del pie derecho, deja sin ningún efectivo al equipo en el puesto donde más necesidades ha tenido el Racing en la última década
Se llevó la mayor ovación del público al llegar al campo el sábado en El Astillero, sosteniéndose sobre sus muletas. Juan Carlos Arana no estará operativo en los próximos dos meses, ... si se confirman los pronósticos. Eso quiere decir que se puede perder de cuatro a cinco jornadas de Liga y hasta el jueves era el único delantero de la plantilla. Ese día se rompió un dedo del pie derecho y ahora, por lo tanto, el equipo no tiene '9'. En 2025 se revive el mismo culebrón de todos los veranos, ese cuyo guion se centra en la búsqueda de un atacante que marque la diferencia. En El Astillero José Alberto jugó con Jeremy y Yeray como hombres más adelantados, pero ninguno de ellos es delantero. Tampoco parece que se baraje la opción de que los chavales, Izan y Rodri, los dos chicos del filial, que estos días andan haciendo piña. Si ya de por sí todos los veranos existe presión en los despachos de El Sardinero cuando llega la necesidad de fichar un delantero, en este curso la baja de Arana ha aumentado los nervios y, por el momento, no hay nada que haya trascendido.
El curso pasado, a estas alturas Mikel Martija tranquilizó al personal cerrando la cesión del anhelado Jon Karrikaburu, que fue un jugador ideal para comprometer el puesto al canario, al margen de darle recursos a la plantilla. A falta de tres semanas no hay nada que se le parezca.
Desde el ascenso del Racing al Segunda División, en este último tramo de historia, los problemas con el delantero han sido la tónica general; los Sekou Gassama, Matheus Aias o Roko Baturina, futbolistas que llegaron entre 2021 y 2023, pasaron de puntillas por el campeonato con un Racing que sufrió para encontrar delanteros. La irrupción de Peque (2022) y la llegada de Juan Carlos Arana habían recuperado la autoestima en el potencial ofensivo después de numerosa tentativas fallidas.
Los cursos en la extinta Segunda B fueron una novela en busca del '9' que marcase diferencias. Y en aquel entonces, siempre la plantilla tenía un plan B -en Primera RFEF Pablo Torre y Patrick Soko paliaron la falta de efectivos-, pero en este curso, coincidiendo con la mayor exigencia de los últimos quince años en la plantilla no hay, por el momento, un recambio de urgencia.
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