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El Naranjito de Schrödinger
Ni sí ni no. Un Racing feo en la primera mitad encarrila el partido en la segunda a base de pegada, pero un Córdoba en inferioridad durante cerca de veinte minutos logra el empate en el minuto 97
María Dolores de Salto y José María Martín Pacheco, publicistas de profesión, dibujaron una naranja en un papel. Era 1979. No había nacido ningún jugador ... del Racing. Ni siquiera José Alberto, que lo hizo unas semanas antes del Mundial de 1982. «Vi las naranjas y me pregunté ¿por qué no? Quería evitar lo del toro y la pandereta como mascota del Mundial», explicó tiempo después Martín Pacheco. Los creadores recibieron un millón de pesetas. «Su presentación como mascota generó más comentarios negativos que elogios debido a su pobre diseño y pésima simetría; con el paso del tiempo, fue aceptado debido a su significado más que a su apariencia», continuó. La Federación vendió los derechos del cítrico, posteriormente, por 1.400 millones de pesetas. Como el Racing, de naranja, en Córdoba. Feo en la primera parte; pudo obtener pingües beneficios en la segunda exprimiendo sus fortalezas. Sin embargo, la mitad del botín se perdió en el añadido por no saber matar el choque. Un presunto penalti de Salinas sobre el exracinguista Rubén Alves, después de que la sangre en la nariz del vasco pusiese sobre la pista al VAR, permitió al equipo de Iván Ania empatar después de casi veinte minutos con un futbolista menos.
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Tras semejante derrota frente a la Cultural Leonesa, se veían venir cambios. Lo que no estaba tan claro era cuáles. En defensa volvió a los inicios, con Mantilla en el lateral derecho, Salinas, en el izquierdo, y Javi Castro junto a Manu Hernando en el centro. Aldasoro regresó al doble pivote, al lado de Gustavo Puerta. Peio Canales se desplazó a la mediapunta y Marco Sangalli ocupó de nuevo ese extremo izquierdo comodín. Andrés Martín, donde siempre. Y arriba, José Alberto decidió darle descanso a Villalibre y oportunidad a Jeremy. ¿Echan de menos a alguien? Pues sí, Íñigo Vicente, al banquillo. El toque de la semana anterior se mantuvo en el Nuevo Arcángel. Sin el máximo asistente y sin uno de los máximos goleadores del campeonato, de primeras parecía algo arriesgado.
Presión alta y mover el balón rápido parecían las consignas iniciales del equipo cántabro. El caso es que los dos equipos se neutralizaron entre sí un rato. El problema era que, antes del minuto 10, la defensa montañesa ya se había llevado dos tarjetas amarillas bastante sensibles. Mantilla y Manu Hernando. El primero, por entorpecer un saque de banda. El segundo, por llegar a destiempo.
Córdoba
Íker Álvarez, Vilarrasa, Isma Ruiz, Jacobo González, Kevin Medina (Adrián Fuentes, min. 76), Fomeyem, Guardiola, Sintes (Theo Zidane, min. 56), Isaac (Requena, min. 82), Carracedo y Ortiz (Rubén Alves, min. 56).
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Racing
Ezkieta, Mantilla, Salinas, Manu Hernando (Facu, min. 89), Javi Castro, Aldasoro, Gustavo Puerta (Sergio Martínez, min. 22), Andrés Martín, Marco Sangalli (Íñigo Vicente, min. 71), Peio Canales (Suleiman, min. 89) y Jeremy (Villalibre, min. 71).
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Árbitro principal: Carlos Muñiz (C. Aragonés).
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VAR: Rubén Ávalos (Comité Catalán).
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Asistentes: Fernando Estela (C. Aragonés) y Brais García (C. Gallego).
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Cuarto árbitro: Guillermo Conejero (C. Extremeño).
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AVAR: Raúl Martín González (C. Canario).
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Goles: 0-1, min. 50: Andrés Martín. 2-0, min. 61: Marco Sangalli. 1-2, min. 72: Vilarrasa. 2-2, min. 97:Carracedo, de penalti.
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Tarjetas amarillas: A los visitantes Manu Hernando, Salinas y Mantilla. Expulsó al local Jacobo por dos amarillas.
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Estadio: Nuevo Arcángel. 15.809 espectadores.
Lo poco bueno que había mostrado el Racing se fue difuminando. Los de José Alberto eran poco más que su presión. Y, viendo la dinámica, Kevin Medina probó desde su casa. A ver qué pasa. El bote le complicó la vida a Ezkieta, que mandó el balón a córner.
Empezaban a surgir las faltas de entendimiento, las pedidas de explicaciones y los brazos arqueados. Pero lo bueno de los racinguistas es que, incluso en los malos momentos, una chispa de talento les permite llevar peligro. Una buena combinación por la izquierda le llega a Andrés Martín tras un buen desmarque, y el pase atrás del sevillano lo empaló abajo Jeremy con la zurda. Íker Álvarez, en el último momento, detuvo un balón que quería marchar hacia la portería. Paradón.
En un balón dividido con Isma Ruiz, Gustavo Puerta se llevó un rodillazo en la parte baja de la espalda. El colombiano, tras ser atendido, intentó continuar. Pero en pleno ataque cordobesista, se derrumbó sobre el césped. Jacobo la pegaba duro y sin ángulo y Ezkieta se la quitaba de encima con apuros. Cuando se paró el juego, la camilla entró para retirar al centrocampista del Racing. Calentaban Íñigo Sainz-Maza y Sergio Martínez. Por perfil, la elección debía ser el chaval. Y así fue.
No salió mal del contratiempo el Racing y los cántabros tuvieron otra opción clarísima. Andrés Martín mandó un balón al cielo de Córdoba. Parecía quitárselo de encima, pero llevaba toda la intención. A la carrera de Marco Sangalli, en ventaja entre centrales. La pelota botó sobre el césped y el control con la cabeza del vasco no fue bueno. Cuando quiso llegar al área, Íker Alvarez se le había echado encima. Le tiró a dar. Con muy poco, ya habían generado dos.
El equipo de Iván Ania respondió con una doble. Vilarrasa con la zurda, en el segundo palo, dispara. Despeja Ezkieta y el rechace, claro, lo manda a las nubes Kevin Medina. Apretó el acelerador el Córdoba y Guardiola volvió a poner a prueba al portero navarro, que sacó una mano abajo para mandar a córner el tiro cruzado del delantero. Y llegó una cuarta: Guardiola ganó por alto a la defensa, Ezkieta salió tarde y tímido y el cabezazo lo mandó fuera. Ya estaba avisando demasiado el cuadro local.
Las claves
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Sorpresa José Alberto dejó en el banquillo tanto a Íñigo Vicente como a AsierVillalibre. Ambos salieron en el segundo tiempo
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Variante El Racing presentóun 5-4-1 en defensaque se transformaba,con matices, en su4-2-3-1 clásico en ataque
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Portería El Racing no supomatar el partido pesea su superioridadnumérica y los dosgoles de ventaja
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Decisivo La sangre alertó alárbitro, que acudió al VAR para ver el penalti de Salinas por uncodazo sobre RubénAlves dentró del área
El Racing no estaba dispuesto a perder en cuanto a ocasiones claras. Marco Sangalli se volvió a quedar solo ante Íker Álvarez. El portero ganó de nuevo la partida. El balón venía de un defensa, pero el colegiado anuló la acción por fuera de juego del vasco. Casi que mejor así... Así llegó el descanso. Los andaluces eran mejores, pero, aún así, el Racing se podía haber marchado con botín al vestuario.
José Alberto no hizo cambios al descanso. La segunda parte empezó con uno de los asistentes dormido. Brais García señaló un fuera de juego a Jeremy para hacérselo mirar. Vale que el camargués, en el corazón del área, controló, sesteó y falló después de que Fomeyem le obstaculizase. Pero el bandera ya le había quitado todo el sentido a la acción. Para una vez que no tardan en levantar...
Bueno, que José Alberto no había hecho cambios fue algo relativo, porque había entrado al terreno de juego 'Sangalinho'. Bicicletas, gambetas, regates en una baldosa... Desde el lateral del área, se marchó de tres y cuando salió del último, Andrés Martín, que andaba por allí, la mandó pa' dentro. Cero a uno.
El tanto hizo crecer al Racing frente a un Córdoba tocado. Andrés Martín enganchó otra pelota en la frontal, pero su tiro, raso, fue demasiado fácil para Íker Álvarez. La que sólo pudo mirar el portero fue la posterior de Sergio Martínez. El chaval entró en el área desbordando clase y la pegó con violencia. Al poste. Lo que no podía olvidar el Racig era lo de esmerarse atrás. En una contra, Carracedo se plantó en el vértice del área de Ezkieta y la pegó con todo. Demasiado, porque la mandó por encima del travesaño.
Pero eso mismo era lo que iba a olvidar, por obligación, claro, el Córdoba. Andrés Martín le devolvió el regalo a Marco Sangalli. El andaluz llevó la contra a un ritmo endiablado, llegó al área, encaró a dos zagueros y cuando vio que el pase era seguro, se la puso al vasco para que remachase a gol. Y quizá también el partido.
El equipo de Iván Ania, por no tener, ya no iba a tener ni suerte. Sergi Guardiola mandó la pelota al poste después de una fantástica maniobra. Theo Zidane, en la segunda jugada, la estrelló contra el lateral de la red.
El Córdoba, obligado, estaba apretando la naranja. En ese momento, José Alberto aprovechó para sacar la artillería. Íñigo Vicente y Asier Villalibre sustituyeron a Jeremy y 'Sangallinho'. Pero la cosa no iba a ser tan fácil. Con los nuevos aún cogiendo sitio sobre el césped, Vilarrasa iba a poner el uno a dos.
Andrés Martín iba a sacar una nueva genialidad de su repertorio. Otra contra lanzada, el sevillano, en cuanto notó la mano de Jacobo en el costado, se fue al suelo. 'Tú la llevas'. La segunda amarilla y la expulsión. Con un futbolista más, la situación parecía mejorar ostensiblemente para el Racing.
Los de Ania, con lo puesto, se lanzaron a tumba abierta. Tan abierta, que Mantilla estuvo a punto de marcar desde el centro del campo tras una expedición de Íker Álvarez. Fomeyem, oportuno, llegó a tiempo para interceptar el balón que se colaba. Luego, Andrés Martín inició la tercera carrera idéntica e intentó hacer la misma del gol de Marco Sangalli, pero esta vez el pase no fue tan fino e Íker Álvarez se le echó encima a Asier Villalibre.
Para terminar de guardar el zumo, José Alberto gastó los dos últimos cambios. Facu González y Suleiman Camara reemplazaron al amonestado Manu Hernando y a un cansado Peio Canales. Cuando parecía que el Racing lo tenía todo hecho, el exverdiblanco Rubén Alves cayó dentro del área. La cosa no iba más allá. Pero cuando se levantó con sangre en la nariz, se activó el protocolo VAR. Si hay ceniza es que aquí han fumado, pensaron en Las Rozas. El árbitro fue a la pantalla indiscreta vio claro un presunto codazo de Salinas. Penalti. Carracedo no desaprovechó el regalo.
A última hora, el Racing se dejó los tres puntos y el liderato en el Nuevo Arcángel. Con la sensación de que a veces sí y que a veces no tanto. El Naranjito de Shrödinger. Un Racing que cuando parece estar vivo, de pronto va y se mata. Esa sensación tan racinguista de no saber con qué quedarse.
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