Una quincena de empleados del Racing sigue sin cobrar nóminas de la 'Era Harry'
Sus incumplimientos acumularon impagos, que actualmente están reconocidos y condicionados mediante un acuerdo privado entre Pitma y los damnificados
Alrededor de una quincena de los empleados actuales del Racing continúa con cobros pendientes de la 'era Harry' (Ángel Lavín). Los reiterados incumplimientos del que ... fuera presidente y gestor del club en la época más gris de la entidad depararon una acumulación de deudas a numerosos acreedores -Hacienda, Seguridad Social, proveedores, servicios deportivos y jurídicos...- Y, entre ellos, varios empleados, que continúan en la estructura verdiblanca se quedaron sin cobrar y a día de hoy, cuando ya han transcurrido más de cinco años desde que el Consejo de Administración cambió de manos, siguen sin recibir.
Actualmente, el Grupo Pitma, máximo accionista del Racing, tiene reconocida la deuda a los damnificados mediante un acuedo privado que se prorroga año tras año. Esta misma fórmula es la que utilizó en su día la anterior directiva, presidida por Manolo Higuera, y que fue acordada de manera conjunta con todos los acreedores en el año 2015. Tras reiteradas reuniones e intentos de acuerdo se logró consensuar la situación; el club les reconocía de manera oficial la deuda contraída con anterioridad con la condición de cumplir con los pagos mensuales en curso y se comprometía a reducirla en la medida de lo posible. Cada mes de julio, al cierre del año deportivo, se cuantificaba la deuda y se prorrogaba una vez más hasta que se finiquitarán las cantidades de cada uno de los 16 empleados. Así fue durante las temporadas que se extendió el mandato de Higuera en El Sardinero y se retomó el 1 de julio de 2017, cuando Pitma, con Alfredo Perez y Pedro Ortiz como máximos exponentes, se hizo con el control del club.
Los nuevos dueños aprobaron la misma medida, previo acuerdo tácito con la quincena de empleados, y respetaron también uno de los epígrafes que se introdujeron por sus antecesores en el acuerdo; en el caso de ascenso, el restante de la deuda que estuviera pendiente sería saldada de un pago y, por tanto, quedaría finiquitada.
A día de hoy, los damnificados por esta situación cobran sus nóminas regularmente y estan al corriente de los pagos que mensualmente se van originando, pero siguen sin estar al día con respecto a las cantidades heredadas de aquella triste época. Entre los empleados existe tranquilidad y sosiego puesto que el funcionamiento doméstico del club es correcto y lejos de crearse una descontento sobre los mandatarios, el sentir generalizado -no sólo de los trabajadores antiguos sino también de los que han llegado en la última época- es de confianza. Ahora bien, no es menos cierto que también existe una corriente que no entiende del todo que a pesar de que el club maneje un presupuesto superior a los 3,5 millones de euros y que el coste de la plantilla del primer equipo ronde los dos millones no haya sido posible subsanar el pequeño agujero que aún pesa sobre sus modestas economías. El montante total que quedó pendiente en el año 2015, cuando comenzó esta situación de deuda, superaba mínimamente los 100.000 euros, que después de cuatro años se ha reducido sensiblemente, pese a que en los años anteriores a la entrada de Pitma los ingresos fueron mínimos.
El caos que reinó con la presidencia de Francisco Pernía y 'Harry' fue total. Se presentaron dos expedientes de regulación de empleo, uno en octubre de 2012, la temporada que el equipo acabaría descendiendo de Primera a Segunda, y un segundo justo un año después. En el primero se aprobaron 130.000 euros de indemnizaciones a empleados, entre los que se econtraban los exjugadores y técnicos Fede Castaños, Pablo Pinillos o el preparador físico, Víctor Ruiz Cueli. También se incluyeron a los exjugadores Francis, Arana, Cisma y Torrejón; con el primero se negoció a la baja su continuidad en el club y los otros tres llegaron a un acuerdo para marcharse sin ser incluidos en el ERE.
El segundo expediente fue más numeroso e incluyó a personal de oficinas, taquillas y tiendas, entre ellos también figuraron empleados con muchos años de antiguedad como el médico Javier Ceballos o el jefe de prensa, Alberto Aparicio. Los abogados reclamaron alrededor de 230.000 euros en concepto de indemnización. Se trató de llegar a un acuerdo conjunto, pero no fue así. Se buscó un pago en función a 25 días por año trabajado, pero el club se negó. Algunos denunciaron a la entidad y forzaron un juicio y otros cobraron de manera aplazada los 20 días por año que marca la ley. Ahora bien, aquellos que no fueron despedidos y continuaron en la entidad son los que ahora siguen sin recibir lo que es suyo. La deuda se hizo más grande debido a los impagos y aumentó hasta la destitucion de 'Harry' como presidente. Luego, la fórmula de pago ha sido descrita anteriormente. Todos confían en que el ascenso soñado pueda saldarles de una vez sus deudas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión