El Racing se desangra en defensa
La goleada encajada frente a la Cultural Leonesa evidencia los problemas de un equipo que no ha dejado ni una vez la portería a cero
Diez goles empatados en cinco partidos de Liga. Insólito para un equipo que, aun así, es el líder de Segunda División. Esta es la cara ... y la cruz de un Racing expeditivo en ataque y con una tremenda pegada, pero que se desangra en la defensa, un mal que ya le aquejaba la temporada pasada y que en este arranque, pese a los extraordinarios resultados obtenidos hasta el desastre del domingo ante la Cultural (2-4 frente al colista), se ha hecho más evidente.
El entrenador, consciente del problema, ha ensayado desde pretemporada, como ya hizo el curso pasado, diferentes alternativas. Laterales más defensivos como Mantilla y Salinas, probar una línea de cinco defensas (o tres centrales y dos carrileros, si se prefiere) para ofrecer más empaque en la zaga, diferentes perfiles de centrales, en especial ahora que cuenta con muchas alternativas en la demarcación... Pero nada ha funcionado.
Por una parte, el riesgo defensivo y encajar más de lo que se espera para un equipo puntero es una seña de identidad del Racing de José Alberto López, que juega a ser el que más goles marca, no el que menos recibe. Pero el técnico es al mismo tiempo consciente de que es extremadamente complicado mantener un ritmo de ascenso encajando una media de dos goles por partido. Pese a tener a dos de los tres máximos goleadores de la categoría (Andrés Martín y Asier Villalibre suman cuatro tantos, como el deportivista Zaka), ganar partidos cuando para ello es necesario marcar tres goles resulta muy complicado. Albacete y Almería le marcaron dos; Ceuta y Castellón, uno. El domingo, cuatro la Cultural. Ni una sola portería a cero en las cinco primeras jornadas.
Ya la temporada pasada fue, por detrás del Almería, el equipo más goleado de los que ascendieron o alcanzaron el play off. Que le penalizó lo prueba la estadística. El Racing fue el segundo máximo goleador de la categoría, solo superado por el campeón, el Levante, y empatado con el Granada, pero 'solo' alcanzó el quinto puesto.
La propia filosofía del equipo se ve en cuáles han sido los grandes esfuerzos económicos, ya fuera traspasos o renovaciones. Con la excepción de este verano, cuando Facu González es el ejemplo más evidente de que se quería reforzar la línea, siempre se han producido en la zona de vanguardia.
-
Estilo de juego
El rocanrol tiene un precio
«Es nuestro debe, tenemos que mejorar, pero vamos a seguir encajando, porque el estilo de nuestro fútbol es así, muy ofensivo», reflexionaba tras el partido un José Alberto López que no ocultaba el desastre, pero tampoco renuncia a su filosofía. Desde su llegada a Santander impuso un bloque alto, con muchos futbolistas delante del balón, juego ofensivo y la consigna de asumir riesgos en la toma de decisiones. Y le ha ido muy bien. Pero como aquella teoría de la manta de la que hablaba un extécnico racinguista como Gustavo Benítez, en ocasiones no es posible taparse al mismo tiempo cabeza y pies. «Podemos colgarnos del larguero, pero nos iría peor», reivindica JAL.
-
Pocas ayudas y líneas separadas
No solo de la defensa...
El problema del Racing no es solo de la línea defensiva, aunque algunos futbolistas no estén en su mejor momento. Tanto en la banda izquierda como, según los mediocentros que se alineen no reciben suficientes ayudas y con tanto futbolista delante del balón es más sencillo sorprenderles o que el rival encuentre situaciones de superioridad. Se trata de un fallo sistémico: «Durante la semana solo hemos trabajado el aspecto defensivo y hemos encajado cuatro goles», reconocía el entrenador. Frente al Ceuta, con una alineación extremadamente ofensiva ante una Cultural que José Alberto esperaba en bloque bajo, pero que no fue así, esta situación se hizo mucho más acusada. La conexión entre mediocentros y defensa no siempre es óptima, en ocasiones con las líneas muy separadas entre sí.
-
Errores de la línea
... pero también de la defensa
JAL optó en los primeros partidos por colocar a dos centrales como Mantilla y Salinas como laterales y aun así el equipo encajó. Con defensas con mayor vocación ofensiva, se nota más. Al mismo tiempo, Chema Aragón peinaba el mercado en busca de dos centrales que confía en que le den un salto cualitativo, tanto en solidez defensivo como en sacar el balón jugado. De momento no ha sido así, pero tampoco les ha dado tiempo: acaban de llegar y su presencia todavía se debe dejar notar. Hay mucho margen de mejora.
-
Falta de intensidad
La desconexión al inicio
Una veces en el arranque del primer tiempo y otra en el segundo, el Racing se ha puesto a remolque en los primeros minutos de juego. Y se han jugado cuatro partidos. El dato no sería tan significativo si no fuera porque se repite la situación del año pasado y que el propio entrenador así lo interpreta. El Racing sabe reaccionar (no el domingo pasado), pero debe golpear antes; no verse siempre obligado a devolver el golpe. Si es un problema de intensidad, actitud, relajación, falta de disciplina táctica o cualquier otro asunto es algo que debe averiguar el cuerpo técnico. «A este equipo nunca le ha faltado actitud y ha intentado ir, pero ha estado desajustado», defendía el entrenador el domingo.
-
Transiciones
Problemas tras perder el balón
Por una parte, la defensa no está consiguiendo provocar el fuera de juego con la precisión quirúrgica que hizo gala durante los mejores momentos de la temporada pasada. Por otra, la defensa sufre cuando se pierde el balón, en ocasiones con el equipo muy adelantado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión