El diésel duplica la subida del crudo cada vez que llega la Semana Santa

Con 14,5 millones de conductores circulando por la Península en apenas diez días, las estaciones de servicio hacen su agosto en pleno mes de marzo. Todos los años se registra la misma tendencia:los precios de los combustibles suben durante las cuatro semanas previas a cada Semana Santa, aunque el coste del petróleo haya caído;o, si bajan, porque el crudo también se ha desplomado, lo hacen en mucha menor proporción a la que ha tenido la cotización de la materia prima. En ninguna ocasión, al menos en los cinco últimos años, se ha dado la circunstancia de que el precio del carburante haya descendido aunque el oro líquido se haya incrementado.

Los datos del mes previo a la Pascua desde 2012 reflejan que el coste del oro líquido ha subido de media un 0,6% mientras que el del diésel lo ha hecho un 1,05% y el de la gasolina, un 0,5%. A excepción de este año, el crudo siempre ha retrocedido en este periodo analizado.

Por ejemplo, durante 2015, cedió más de un 8,5%, en plena crisis de las materias primas por la reducción de producción acordada entre los países del cartel de la OPEP. En el anterior, el crudo también descendió aunque todavía no había iniciado la caída que se produciría a partir del mes de junio de 2014, desde los 115 dólares por barril de Brent en los que cotizaba por entonces. Además, bajó antes de la Semana Santa de 2013 (lo hizo durante el mes anterior a las vacaciones en un 6,1%) y la de 2012 (un 2,3%). Sin embargo, en las cuatro últimas semanas el petróleo se ha disparado continuamente. Lo ha hecho más de un 20%, movido por la volatilidad de los mercados que esperan un recorte en la extracción.

Pero ni en unos casos ni en otros los carburantes han seguido la misma tendencia que la materia prima. En estos cinco últimos años, el combustible se ha incrementado, de media, en tres ocasiones. Y ha descendido en dos años, aunque lo ha hecho mínimamente.

El litro de diésel ha subido en las últimas semanas una media del 6,5%, llegando a situarse ya más cerca de la referencia del euro que de los 90 céntimos que costaba repostar a principios del pasado mes de febrero. También se incrementó su coste el año pasado, aproximadamente un 0,9%, a pesar de que el crudo se encontraba en caída libre. Exactamente lo mismo ocurrió en 2012, cuando el gasoil aumentó un 2,2% a pesar de la rebaja del crudo en la misma proporción.

La evolución de la gasolina, que acapara un 13,5% de las ventas de combustibles en España, no ha sido muy diferente a la del gasoil. De los cinco últimos periodos previos a la Semana Santa de cada año su precio ha aumentado en tres ocasiones; la última, esta semana, en la que su coste se ha incrementado un 3,7%, la mitad de lo que lo ha hecho el diésel. Sin embargo, en 2014 registró un alza del 1,5%, aunque por entonces el oro líquido caía un 1%. Y en 2012 ocurrió lo mismo: el precio de este carburante avanzó un 4,2% frente al retroceso del 2,3% del petróleo.

La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) recuerda habitualmente que solo un 25% del coste de los combustibles viene influido por el coste de la materia prima. El resto depende de los impuestos, fundamentalmente, pero también de los gastos de distribución y venta. Por ello, insisten en indicar que no se puede relacionar directamente el coste del petróleo con el de las gasolinas.

Sin embargo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)acaba de advertir que desde el mes de mayo de 2015 los precios de los carburantes se mantienen en un contexto de «márgenes elevados», lo que pone de manifiesto «la falta de presión competitiva» en el mercado. En enero, el margen bruto (precio antes de impuestos menos la cotización internacional de referencia) de la gasolina 95 se situó en 18 céntimos (un 0,1% menos que en el mes anterior), mientras que el del gasóleo A se situó en 18,2 céntimos (-2,3%). Entre las seis grandes potencias de la UE, el margen de la gasolina 95 se redujo en 1,6 céntimos, mientras que el del gasóleo lo hizo una media de 2,2 céntimos.

Para estos días, los precios de los combustibles podrían incrementarse aún más de lo que ya lo han hecho después de que el barril de petróleo alcanzara la cota de los 42 dólares el viernes anterior a Semana Santa, un nivel en el que no se encontraba desde el pasado mes de diciembre.