Corral, el primer Zamora cántabro
MI SAQUE DE ESQUINA ·
RAÚL GÓMEZ SAMPERIO
Domingo, 7 de marzo 2021, 08:10
Fue cosa de un periódico deportivo que quiso señalar el mérito del jugador incomprendido, el que se encuentra arraigado en su área sin poder coquetear ... con la aventura del gol. Y evocando al mítico guardameta Ricardo Zamora, el primero que defendió la portería de la selección española, se ideó el trofeo al portero menos goleado con su nombre a partir de 1959. En Segunda División, el trofeo no se entregaría hasta 1986 pero, aunque sin trofeo, nadie le quitará a Pedro Corral el mérito de haber sido el primer guardameta cántabro en ser el que menos veces recogió el balón dentro de su portería para sacar de centro.
Pedro Corral Revuelta (Santander, 1948) comenzaría a disfrutar del fútbol revolcándose en la arena de la playa y en la tierra del antiguo campo del colegio de los Salesianos de la calle General Dávila, no en el que ahora es un centro deportivo, sino en otro anterior, pegado al patio escolar donde se ubicaría el teatro y salón de actos actual. De los Salesianos fue casi un mecanismo natural que en 1963 pasara a jugar en el Toluca, equipo con el que conquistaría el afamado Torneo de Barrios de 1965, curiosamente ganando a los chavales del Racing. Como juvenil, Corral ya era un jugador reconocido y formaba parte de la selección cántabra de la categoría, así que el Racing no dudaría en integrarle a su equipo, haciéndole debutar precisamente contra la Real Sociedad de San Sebastián, cuyo equipo filial visita hoy Santander. En aquel debut de Corral del 11 de septiembre de 1966, en partido de Segunda División en los Campos de Sport, también debutaría Paco Docal metiéndole los cuatro goles del resultado final a los guipuzcoanos. El entonces entrenador racinguista, Ramón Cobo, alineó aquel día a Corral; Zamanillo, Docal II, Chisco; Colina, Zoco; Gento III, Gento II, Docal I, Sierra y Jiménez.
Con una temporada en blanco por culpa del servicio militar, Corral regresaría en la temporada del ascenso, la de 1969-70. Corral en la meta y Aguilar en la banda derecha, fueron dos pilares del ascenso a Segunda que recobraba el ánimo de los seguidores racinguistas. En la temporada 1970-71 se incorporaría Santillana, un joven delantero procedente del Barreda Balompié que logró entusiasmar a los parroquianos de El Sardinero con sus goles y remates de cabeza. Los tres eran las joyas de una nueva temporada que se veía ensombrecida por el lastre de una deuda que en aquellos tiempos ascendía a más de veinte millones de pesetas. Cuando el Real Madrid se interesó por Aguilar, el presidente del Racing, Valentín Valle, advirtió que nadie se llevaría a ningún futbolista del equipo hasta que la deuda del club estuviera solventada. Como pagar veinte millones por un solo jugador era algo que el Real Madrid no podía justificar ante sus socios, se resolvió incorporando a Santillana y a Corral. El guardameta ya había sido convocado con la selección española sub 23. Aguilar y Santillana encajaron bien en el Bernabéu, pero con porteros de gran nivel, como Miguel Ángel, García Remón, Borja y Junquera, no pudo disfrutar de partidos y fue cedido al Castellón (1972-75). En este club debutaría en Primera División el 29 de octubre, con victoria por uno a cero ante el Sporting en el estadio Castalia. Esa misma temporada, el club castellonense llegó a la final de Copa del Generalísimo que perdería por dos a cero ante el Athletic Club de Bilbao. En 1974 Corral vivió el amargo sabor del descenso a Segunda de su equipo tras un partido entre Real Murcia y el Celta, donde se sospechó que se amañó el resultado a favor de los murcianos.
Volvería al Real Madrid sin poder abrirse camino en el equipo blanco y fue cedido al Málaga, con el que logró el título de guardameta menos goleado de Segunda División en la temporada 1978-79, encajando 27 goles y contribuyendo de esta manera al ascenso de su equipo a Primera División. En su estancia en el club malacitano, Corral estuvo implicado en un turbio 'affaire' relacionado con la compra de un partido, el que se jugó el 27 de abril de 1980 entre el Málaga y el Salamanca que terminó con el triunfo salmantino por 0-3. El Málaga ya había descendido a Segunda y el Salamanca tenía que ganar para lograr la permanencia. El Comité de Competición decretó la nulidad del encuentro, descontar dos puntos al Salamanca y suspender a varios jugadores del Málaga, entre ellos a Corral, con un año de suspensión. Sin embargo, un año después el Comité Español de Disciplina Deportiva declararía 'absuelto' a Corral y a sus compañeros de la acusación.
Corral regresaría a Cantabria para seguir jugando en el Santoña CF (1980-81) y tras su retirada, probó como entrenador de equipos de la región, como el Ribamontán al Mar y el C.D Torres Quevedo. Luego se incorporaría a los servicios de mantenimiento de la Universidad de Cantabria hasta su jubilación. En la actualidad tiene una vida discreta y acaso demasiado solitaria para haber sido el primer Zamora de la historia futbolística de Cantabria.
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