Camargo mejora el vial de La Vidriera

La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, y el primer teniente de alcalde, Héctor Lavín, acompañados por el concejal de Urbanismo, Carlos González, y el concejal de Servicios, Ángel Gutiérrez, visitaron ayer el devenir de los trabajos cuya conclusión está prevista a finales del mes de abril.

Las obras, que cuentan con un presupuesto de 47.675 euros más IVA y están siendo ejecutados por la empresa Senor, tienen como finalidad mejorar la pavimentación en ese tramo y modernizar las aceras existentes junto a los pabellones empresariales. Esto implica aumentar la seguridad de ciclistas y peatones que concurren a menudo por este vial.

En concreto, los trabajos están consistiendo en la demolición del solado existente y de los pequeños tramos de acera que había en la zona de acceso a las naves, para su posterior reconstrucción mediante una acera de hormigón.

También se fresarán los bordes de las calzadas al objeto de no elevar su nivel y se aplicará un riego de imprimación con emulsión asfáltica en toda la superficie a aglomerar, que se completará con el extendido de una capa de aglomerado asfáltico en caliente.

Esta actuación se suma a otros trabajos que lleva a cabo el Ayuntamiento de Camargo, como la mejora de las dotaciones que se están realizando en el parque de Tocos de Escobedo, la mejora de la seguridad vial en el barrio Ladredo de Camargo pueblo, varias obras de asfaltado previstas en las pedanías para dar respuesta a las peticiones realizadas por los vecinos, así como la compra de un terreno en el barrio La Calva de Revilla para construir allí un parque infantil.

La alcaldesa ha explicado que estos trabajos «complementan» las labores llevadas a cabo hace unos meses para renovar el carril-bici que conecta Camargo con Astillero y que con ellos «se busca poner a disposición de los vecinos no sólo una nueva acera que permita el tránsito de viandantes por este tramo, sino también contar con un nuevo asfaltado para mejorar la circulación de vehículos».

Precisamente, estos trabajos permitieron también mejorar el aspecto del entorno del centro cultural La vidriera ya que, por ejemplo, se limitó la velocidad en este tramo de la Avenida de Cantabria a 30 kilómetros por hora. Además, el espacio situado frente al centro cultural se convirtió en una plaza que bordea parte del edificio, dotada de bancos y árboles y con una tipología zona 30 que da prioridad al peatón frente al vehículo.