Camargo retirará un monolito de Primo de Rivera y cambiará el nombre de una calle
El Consistorio aplicará la Ley de Memoria Histórica para quitar un homenaje que permanece en Revilla y rebautizar la vía García Morato del Alto Maliaño
El Ayuntamiento de Camargo aplicará la Ley de Memoria Histórica para acabar con lo que asegura son las «dos únicas referencias incompatibles con esta ... norma» que permanecen en el municipio a día de hoy. La actuación se centra en un monolito de homenaje al falangista José Antonio Primo de Rivera, ubicado en el barrio El Carmen, junto a la carretera autonómica –CA-240–, en Revilla de Camargo, y la calle García Morato, perpendicular a la Avenida Parayas del Alto Maliaño, cuyo nombre continua en recuerdo del aviador que participó en la Guerra Civil en favor del bando nacional. La concejalía de Cultura en el Consistorio, dirigida por José Salmón, se acogerá a una subvención de 5.000 euros emitida por la consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria para acometer ambas labores: costear las obras para retirar el monumento en condiciones de seguridad, en el primer caso; retirar las placas indicativas y rebautizar la carretera, en el segundo. «Sin coste alguno para los camargueses», declaró el edil, quien aseguró que los trabajos se ejecutarán este año, aunque aún no se ha concretado una fecha en el calendario para ello.
No se resignificará ni se edificará nada en su lugar. El monolito en honor a Primo de Rivera –seguido de otros nombres fallecidos en la Guerra Civil– se retirará en cuanto las máquinas lleguen al terreno, una de las vías salientes del barrio El Carmen de Revilla hacia la carretera regional. «Caídos por Dios y por España», dice la inscripción cincelada, sobre la que, desde hace tiempo, también persisten otras pintadas y grafitis con simbología comunista y anarquista.
El otro punto de actuación, ya en el Alto Maliaño, atañe a la rebautización de la calle García Morato, una pequeña vía de unos 50 metros de longitud ubicada entre la Avenida Parayas y Juan de Herrera. La concejalía de Cultura, que también está trabajando en la ejecución de esta modificación –menos ruidosa, pero sensible para el callejero camargués–, está estudiando diferentes propuestas para renombrar esta vía, siendo La Sindical –en referencia a la tradición «históricamente obrera» de esta zona concreta– uno de los supuestos que más fuerza ha adquirido en los últimos días.
Ahí es donde entra el paso previo a estas labores: la aprobación del callejero municipal, aún pendiente de luz verde en Pleno, y que servirá al Ayuntamiento para tener constancia del nombre de sus calles de manera reglada y oficial. Para hacerse una idea, esta regulación se pone en marcha cuando hay una calle de nuevo uso –por ejemplo, cuando se crea una urbanización– y hay que establecer un procedimiento para denominar y dejar una certificación clara de la existencia de estas vías.
Esta fase del proceso es importante para no generar confusiones ni malentendidos en el callejero –tampoco en el día a día de los profesionales que operan con él a diario–. Por eso, «será después de todo este trámite cuando se proceda al cambio de la calle y de la señalización», como zanjaba el concejal de Cultura.
Las ayudas
La convocatoria de subvenciones del Gobierno regional están al servicio de los Ayuntamientos de toda la autonomía al objeto de realizar actuaciones para la recuperación de la Memoria Histórica en Cantabria –Ley 52/2007, de 26 de diciembre–, «por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura», como establece el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) en su resolución del pasado 9 de septiembre.
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