Pista de hielo, noria y poblado europeo navideño en Camargo, que «reinventa» sus fiestas
Movellán aspira a que el municipio se convierta en referencia navideña para todo el arco de la bahía
Pista de hielo, una noria de 28 metros, una Taberna de Navidad atendida por elfos, un poblado navideño europeo, la casa de Papá Noel y los Reyes Magos y un mercado ad hoc. Camargo este año «tira la casa por la ventana» para animar unas fechas con las que aspira a contentar a los vecinos de los ocho pueblos del valle, pero también a los del arco de la bahía, «30% de la población de Cantabria», ha subrayado el alcalde Diego Movellán, al avanzar las novedades de la programación festiva, que dará comienzo el próximo jueves 4 de diciembre. Ese día se encenderán las luces y se abrirán las atracciones citadas, que se instalarán en el Parque de Cros junto a un recinto en el que habrá otros incentivos, como un Xtream de 40 metros de alto, el tren navideño, chiquipark, saltamontes, jumping y una olla navideña.
«Una oferta diferente y para todos los públicos», ha reivindicado Movellán antes de vaticinar que Camargo será «el municipio de moda esta Navidad». A sus ojos, estas propuestas serán «las de siempre, pero más grandes que nunca. Tenemos un compromiso con la ilusión de pequeños y mayores, y también con nuestro comercio y hostelería locales, un motivo por el que cada año nos reinventamos».
El día del encendido de las luces –que tendrá lugar en la calle Constitución a las 19.00 horas- el tren navideño recorrerá las calles del centro urbano hasta Cros para que los interesados disfruten de las novedades y, ya a las 20.30 horas, la pista de hielo –una infraestructura de 14x30 metros- abrirá con la exhibición de la escuela de patinaje CDE Camargo Mateo Escagedo.
Con la noria iluminada -que aspirará a convertirse «en uno de los símbolos en Cantabria»- en el Parque de Cros también se van a reproducir los paisajes invernales nórdicos, con «grandes figuras de renos navideños» en el paseo arbolado, en cuyas proximidades se va a instalar tanto la Casa de Papá Noel y de los Reyes Magos, como el Mercado de la Navidad -con casetas decoradas y productos procedentes de comercio de Camargo y de otros artesanos y productores- y el poblado navideño europeo. Esta última iniciativa cuenta con la financiación de la Consejería de Economía y Fondos Europeos del Gobierno de Cantabria, y a través de ella los visitantes descubrirán cómo se vive la Navidad en otros países del continente europeo. En la taberna navideña se servirán vino caliente, chocolate y castañas.
«Será como un auténtico cuento», ha avanzado Movellán quien, junto a la concejala de Dinamización Cultural y Festejos, Laura Ara, y el coordinador del área, Juan Ramírez, ha dado a conocer las principales novedades de un largo programa, que incluye actuaciones infantiles, conciertos, exhibiciones de danza y sesiones de DJ. Por otro lado, y en un escenario ubicado en la zona exterior de La Vidriera, se celebrará los días 5 y 6 de diciembre, y 3 y 4 de enero, el Festival Camargo Infinita, un evento de música urbana que incluye en su cartel nombres como los de Juan Magán y El Jincho, entre otros.
El grueso de la programación es de carácter gratuito. Incluye la Carpa de la Navidad, otra de las propuestas habituales en estas fechas junto a la recepción de los Reyes Magos en el aeropuerto Seve Ballesteros y la Cabalgata de Reyes. La campa se instalará, como cada año, en la Plaza de la Constitución, y se inaugurará el 20 de diciembre, coincidiendo con el inicio de las vacaciones escolares. Allí se desarrollarán el espectáculo de Malasia Junior, conciertos de villancicos y sesiones de magia.
El Ayuntamiento de Camargo volverá a habilitar un aparcamiento temporal con un centenar de plazas, desde el 6 de diciembre hasta el 7 de enero, junto al Centro Cultural La Vidriera. Aun así, el alcalde ha recordado que es posible hacer uso de los aparcamientos existentes en las zonas comerciales cercanas al centro urbano. «También merece la pena venir en tren o en autobús», ha recordado, quien ha reseñado que todo lo planeado «no se traduce» en un incremento en el presupuesto dedicado a este fin.