La restauración de Santa María se centra en los muros y en la cubierta principal
Las obras de reparación del templo gótico de Castro Urdiales se encuentran en su segunda fase, adjudicada por 362.128 euros
Un entresijo de andamios se enredan con los contrafuertes y arbotantes de la iglesia de Santa María de la Asunción, en Castro Urdiales. Los ... técnicos trabajan en la consolidación de lo1s muros y en la reparación de la cubierta central del templo gótico, reponiendo elementos que se han perdido y descubriendo otros nuevos que permanecían ocultos, detrás del mortero adherido en restauraciones anteriores. El objetivo de esta segunda fase de restauración de Santa María, adjudicada a la empresa Cabero Edificaciones por un importe de 362.128 euros, es hacer que, mientras se rehabilita, la iglesia recupere su imagen original, la que brindó en la época medieval, allá por el siglo XIII.
Los técnicos han tardado tres días en eliminar una de las higueras que crecía en los muros, pero aún quedan raíces
A pesar de que en el momento de la instalación de la imponente grúa se barajó al posibilidad de modificar el proyecto para actuar también en las naves laterales, finalmente las obras ponen su foco en la nave central, dotándola de nuevos elementos y reparando los daños que ha sufrido la iglesia hasta nuestros días. Y es que la proximidad al mar no lo pone fácil. El salitre y el viento que azota la atalaya en la que se encuentra el templo provocan el deterioro constante de la sillería de esta majestuosa construcción. «La crestería del perímetro de la nave era de hormigón armado, de los años 1980. Ahora se está integrando piedra nueva, una piedra cuyas características físico-químicas son las más parecidas a las de la piedra original», explica el arquitecto de la restauración, Luis Alberto Alonso, detallando que este material llega a Castro desde Lérida y que tiene por nombre «marrón Solsonés». Son múltiples las tareas que se están llevando a cabo en el templo, pues el deterioro afecta a varios elementos. «Había tramos que se habían caído en las naves inferiores; se están haciendo en estos momentos ocho de los 24 arcos de los arbotantes, que se están limpiando y consolidando», resume Alonso, y detalla en qué consiste la consolidación. «Se inyecta material para rellenar el hueco que tiene por dentro y luego se cosen con fibra de carbono. Las entregas al muro y los botareles se están cosiendo también».
Además, el arquitecto cuenta que se habían roto gárgolas medievales, unos elementos que se están reponiendo. «Algunas se restauran, pero otras están desaparecidas totalmente y se está reproduciendo el volumen de la gárgola», señala. Con todos estos frentes abiertos, Alonso asegura que «se va avanzando» y recuerda que la contrata tiene hasta agosto para terminar sus trabajos. En cuanto a las labores de cantería, el arquitecto apunta que consisten en limpiar la piedra, patinarla e hidrofugarla. «Hay zonas en las que hay esculturas medievales, en el apoyo de los arbotantes. Hay columnas con capiteles, algunas que están muy deterioradas y se restauran; otras zonas se han arreglado hace años con amasijos de ladrillo, morteros y pilastrones de muy mala calidad. Los canteros están rehaciendo los elementos de cantería según lo que se va necesitando», detalla.
Descubrimientos
Los muros de Santa María albergan elementos en su interior desconocidos hasta el momento de la intervención, como puede ser la escultura de una cabeza humana, escondida detrás de un relleno, una pieza que ha salido a la luz la semana pasada. «La iglesia tiene todas las esculturas deterioradísimas, pero ésta estaba protegida por un mal arreglo. A medida que se trabaja, se descubren cosas y se van conociendo más datos del edificio. Se hace un trabajo de arqueología muraria. En este caso, se trata de una ménsula que va a quedar expuesta, es un adorno de un ventanal. Este tipo de obras es así, no sabes al 100% lo que va a pasar», comenta. Y esto es lo que ha pasado con la eliminación de una de las conocidas higueras que habían germinado en las paredes de la iglesia. Los técnicos han tardado tres días en eliminar uno de estos árboles. Su sorpresa ha sido comprobar que sus raíces recorren el interior del muro, por lo que tendrán que descubrir la pared para eliminarla por completo. Son las entrañas de Santa María. Una caja de sorpresas plagada de obras de arte.
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